¡Qué arte tiene Bécquer para convertir una lección de vida en una precioso relato! Esta es una de las leyendas que más se me habían desdibujado, pero eso ha hecho que disfrutara de su relectura.
klatubaradaniktó escribió:Otra releída este otoño...
¿Os habéis fijado en la insistencia del narrador de que todos los ámbitos por los que andorrea Manrique son 'góticos': la chimenea gótica, la ventana gótica, el claustro gótico... ¡Qué diferente el uso que se le da al adjetivo en la actualidad y que poquito, poquito tiene que ver con un estilo artístico bajomedieval!
Transformaciones léxicas... ¿Qué le vamos a hacer?
klatubaradaniktó
Sí que me había fijado que Bécquer resalta mucho lo "gótico" en esta leyenda y también en otras que ambienta en la Edad Media. E ironías de la vida, esa transformación léxica que mencionas ha hecho que el estilo arquitectónico que hizo que las paredes se vaciaran para que la luz entrara a raudales llenando de colores vivos las iglesias y catedrales como analogía de la Luz del Mundo (Cristo) que ilumina a los fieles en su camino al Cielo, ahora se asocie con la oscuridad, lo lúgubre y me atrevería a decir que casi demoníaco. El cambio de interpretación se debe, por lo que leo en este
artículo de Wikipedia, a la fascinación que se sintió en el Reino Unido en el siglo XVIII por las ruinas medievales. Y claro, las ruinas no son luminosas y hacen pensar en los espíritus... Y de ahí a la literatura de terror sólo hay un paso...