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Editorial: Destino
Año edición: 2005
ISBN: 978-84-233-3695-1
Páginas: 200
Sinopsis:
Narra una historia de idealización amorosa y de intriga en torno a un premio literario en la Barcelona de los años 80, historia que se entrelaza con reflexiones sobre aspectos de la biografía de personajes reales, tales como André Gide, Madame de Sévigné, La Bruyère, Lenin, Angelica Balabanova, Sylvia Plath, Elizabeth Smart...
Una joven escritora que trabaja en una editorial se ve inmersa en un mundo de vanidades donde la ambición y los intereses son la moneda de cambio. El amor y la pasión se introducen en este sombrío ambiente donde los personajes siempre son más débiles de lo que aparentan. Laura Freixas nos ofrece un fresco en el que la literatura, y el amor por ella, la pasión y el egoísmo forman un cóctel literario que conmueve a cuanto lector se adentre entre sus páginas.
Aben Razín escribió:Sigo tus interesantes comentarios, magali
Además he encontrado en el catálogo de la biblioteca cuatro obras que refieres en el hilo que has abierto de esta autora,
Gracias, Aben
Pues cuento más cosas: me encanta porque habla de autores y de libros, cosa que no esperaba; pero, además, habla de una época estudiantil que me trae aromas de juventud y de toma de decisiones. Todo muy interesante .
Es una novela que te hace pensar, reflexionar en varios aspectos de la vida: la toma de decisiones, el amor, la aceptación de nosotros mismos..., por nombrar solo algunos de los temas que aparecen. Y eso la convierte en valiosa para mí.
La narración de la protagonista, Blanca, y de una época de su vida se va engarzando con la narración de fragmentos de la vida de escritores, conocidos o menos conocidos (Sylvia Plath, Elizabeth Smart, André Gidé, Amiel, Madame de Sévigné, La Bruyère y otros).
El nexo entre Blanca y esos escritores es la palabra amor y cómo ha vivido cada uno de ellos ese amor. De ahí viene el título tan acertado Amor o lo que sea.
A Sylvia Plath y Elizabeth Smart ya las conocía, aunque me ha gustado recordarlas desde la mirada de Laura Freixas. Los fragmentos de sus escrituras elegidos me han parecido muy apropiados para ilustrar los sentimientos de Blanca. A otros, como Gidé los conocía menos, e incluso algunos como Amiel no los conocía en absoluto, pero todos, tanto los que nombro como los que no, me han dado unas referencias nuevas, una visión especial, interpretada en el contexto de la novela, que me han sido muy interesantes de leer.
Resaltaría también la forma de narrar y de describir que emplea L. Freixas: porque tanto en una como en otra no se demora en los detalles insignificantes; da las pinceladas justas para que el lector entre en ambiente y forme parte de la historia y, aunque hay un momento en que sabes a dónde va abocado el desarrollo, el final me ha parecido soberbio. Hay también algunos momentos especialísimos en los que la autora usa un lenguaje tan bello y tan figurado que aunque no nombre nada, el lector sabe qué está ocurriendo. Esa particularidad es una de las cosas, en mi opinión, más destacables de la novela.
magali escribió:
Resaltaría también la forma de narrar y de describir que emplea L. Freixas: porque tanto en una como en otra no se demora en los detalles insignificantes; da las pinceladas justas para que el lector entre en ambiente y forme parte de la historia y, aunque hay un momento en que sabes a dónde va abocado el desarrollo, el final me ha parecido soberbio. Hay también algunos momentos especialísimos en los que la autora usa un lenguaje tan bello y tan figurado que aunque no nombre nada, el lector sabe qué está ocurriendo. Esa particularidad es una de las cosas, en mi opinión, más destacables de la novela.
De todas las características que has destacado de esta novela, me quedo con las subrayadas en este párrafo que dice mucho de lo uno puede buscar en una narración de este cariz, así que me interesa lo que has expresado.
Gracias por tu comentario, magali
Pasado: El coraje de ser de Mónica Cavallé.
Presente: Los perdedores de la Historia de España de Fernando García de Cortázar.
magali escribió:
Resaltaría también la forma de narrar y de describir que emplea L. Freixas: porque tanto en una como en otra no se demora en los detalles insignificantes; da las pinceladas justas para que el lector entre en ambiente y forme parte de la historia y, aunque hay un momento en que sabes a dónde va abocado el desarrollo, el final me ha parecido soberbio. Hay también algunos momentos especialísimos en los que la autora usa un lenguaje tan bello y tan figurado que aunque no nombre nada, el lector sabe qué está ocurriendo. Esa particularidad es una de las cosas, en mi opinión, más destacables de la novela.
De todas las características que has destacado de esta novela, me quedo con las subrayadas en este párrafo que dice mucho de lo uno puede buscar en una narración de este cariz, así que me interesa lo que has expresado.
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