Haz de las palabras una historia (Juego)
- Yelena de Rusia
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- Ubicación: Rusia, Moscú. En las bibliotecas, librerías. En la mesa de la negociación. En conflictos para la paz
Haz de las palabras una historia (Juego)
Hola. Yo tengo una propuesta. Una persona ofrece palabras y otras personas escriben una historia usando esas palabras.
Mis palabras para vosotros. ¿Quiénes se atreven?
1. El retrato (una persona);
2. La moda;
3. Los cosméticos (el maquillaje);
4. El avión;
5. Las plumas estilográficas;
6. La joyería;
7. El reloj;
8. Las bolsas;
9. Los zapatos;
10. El barco;
11. El mar;
12. La arquitectura.
Mis palabras para vosotros. ¿Quiénes se atreven?
1. El retrato (una persona);
2. La moda;
3. Los cosméticos (el maquillaje);
4. El avión;
5. Las plumas estilográficas;
6. La joyería;
7. El reloj;
8. Las bolsas;
9. Los zapatos;
10. El barco;
11. El mar;
12. La arquitectura.
¿Conflicto? Mediación. Confidencial, voluntaria, económica. Es mejor llegar al acuerdo que pelearse.El conflicto lo resuelven Vds. con la ayuda del mediador.
- Mister_Sogad
- Tigretón
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Re: Haz de las palabras una historia
A FLOTE
No se sentía culpable, no. Sus hermanos le reprocharían el gasto, estaba segura, pero su hija estaría orgullosa de que no se quedará en casa, tratando de consolarse con el ganchillo.
Además, Rui siempre había querido hacerla feliz y no faltaron las promesas para cruzar el mar en crucero. Cuántas veces había soñado con aquello. Pero él simplemente tenía fobia al agua, así que bien sabía ella que mientras su amor viviera no pisaría un barco. Eso sí, habían viajado mucho, sobretodo en avión. No le reprochaba nada, había sido muy feliz.
Por un momento las lágrimas estuvieron a punto de regresar pero se rehizo y miró alrededor. El camarote era magnífico, y bien valía el despilfarro. Estaba amueblado de modo exquisito y refinado, cómoda, diván, un par de sillones coquetos, todo con un aire... bueno, no sabía de arte pero aquello debía imitar algún estilo de una época donde la moda de trabajar la madera debía estar en auge. Y qué decir de los elementos y detalles, incluso había una escribanía, con un par de plumas estilográficas muy hermosas. Aquello le arrancó una sonrisa, ya había garabateado sus primeras impresiones en su diario con una de ellas.
Se acercó al tocador y se miró al espejo, estaba radiante, como no recordaba desde... El retrato de Rui la miraba desde una esquina. Se estremeció de nuevo. Cogió aire y se obligó a desviar los ojos de aquella añorada sonrisa; su mirada se deslizó despacio por los objetos que tenía delante, su neceser abierto, con sus cosméticos a la vista, luego el cepillo y más allá su pequeño joyero. Lo abrió, tenía pocas cosas ahí, algunos pendientes, el collar, la alianza. Cogió está última dudando, era la única pieza de joyería que la había acompañado en treinta y siete años, pero ahora le resultaba extraña.
De pronto, escuchó la llamada a los rezagados que aún permanecían en tierra y miró el reloj. En diez minutos zarparían, dejó distraídamente el anillo junto al retrato y observó una vez más su reflejo por si precisaba algún retoque de maquillaje antes de salir a cubierta. Las odiosas bolsas bajo sus ojos apenas se notaban ya y eso la animó.
Se levantó y dejó que creciera en su interior la ilusión por el viaje; el océano alrededor, las vistas del amanecer y anochecer, el olor a salitre, el vaivén de las olas y las escalas. No sabía bien el itinerario, pero había oído que podrían bajar y visitar una serie de ciudades hermosas, todo turismo cultural: costumbres, gastronomía y arquitectura. Una auténtica aventura que disfrutaría a cada paso, de hecho pensaba desgastar las suelas de sus zapatos.
Soltó una risita con su ocurrencia, fue hacia la puerta y giró con decisión el picaporte.
No se sentía culpable, no. Sus hermanos le reprocharían el gasto, estaba segura, pero su hija estaría orgullosa de que no se quedará en casa, tratando de consolarse con el ganchillo.
Además, Rui siempre había querido hacerla feliz y no faltaron las promesas para cruzar el mar en crucero. Cuántas veces había soñado con aquello. Pero él simplemente tenía fobia al agua, así que bien sabía ella que mientras su amor viviera no pisaría un barco. Eso sí, habían viajado mucho, sobretodo en avión. No le reprochaba nada, había sido muy feliz.
Por un momento las lágrimas estuvieron a punto de regresar pero se rehizo y miró alrededor. El camarote era magnífico, y bien valía el despilfarro. Estaba amueblado de modo exquisito y refinado, cómoda, diván, un par de sillones coquetos, todo con un aire... bueno, no sabía de arte pero aquello debía imitar algún estilo de una época donde la moda de trabajar la madera debía estar en auge. Y qué decir de los elementos y detalles, incluso había una escribanía, con un par de plumas estilográficas muy hermosas. Aquello le arrancó una sonrisa, ya había garabateado sus primeras impresiones en su diario con una de ellas.
Se acercó al tocador y se miró al espejo, estaba radiante, como no recordaba desde... El retrato de Rui la miraba desde una esquina. Se estremeció de nuevo. Cogió aire y se obligó a desviar los ojos de aquella añorada sonrisa; su mirada se deslizó despacio por los objetos que tenía delante, su neceser abierto, con sus cosméticos a la vista, luego el cepillo y más allá su pequeño joyero. Lo abrió, tenía pocas cosas ahí, algunos pendientes, el collar, la alianza. Cogió está última dudando, era la única pieza de joyería que la había acompañado en treinta y siete años, pero ahora le resultaba extraña.
De pronto, escuchó la llamada a los rezagados que aún permanecían en tierra y miró el reloj. En diez minutos zarparían, dejó distraídamente el anillo junto al retrato y observó una vez más su reflejo por si precisaba algún retoque de maquillaje antes de salir a cubierta. Las odiosas bolsas bajo sus ojos apenas se notaban ya y eso la animó.
Se levantó y dejó que creciera en su interior la ilusión por el viaje; el océano alrededor, las vistas del amanecer y anochecer, el olor a salitre, el vaivén de las olas y las escalas. No sabía bien el itinerario, pero había oído que podrían bajar y visitar una serie de ciudades hermosas, todo turismo cultural: costumbres, gastronomía y arquitectura. Una auténtica aventura que disfrutaría a cada paso, de hecho pensaba desgastar las suelas de sus zapatos.
Soltó una risita con su ocurrencia, fue hacia la puerta y giró con decisión el picaporte.
- Yelena de Rusia
- No tengo vida social
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Re: Haz de las palabras una historia
Me gusta mucho. Gracias.
¿Conflicto? Mediación. Confidencial, voluntaria, económica. Es mejor llegar al acuerdo que pelearse.El conflicto lo resuelven Vds. con la ayuda del mediador.
- Mister_Sogad
- Tigretón
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Re: Haz de las palabras una historia
Gracias a tí, Yelena. Me has hecho escribir y no me viene nada mal.
Re: Haz de las palabras una historia
Es muy interesante tu propuesta Yelena
El tigresito se lució con tu reto.
A ver qué palabras pone tigresito
El tigresito se lució con tu reto.
A ver qué palabras pone tigresito
- Mister_Sogad
- Tigretón
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Re: Haz de las palabras una historia (Juego)
Megan
Bueno, no sé si tendrá algo que objetar Yelena, por si acaso yo coloco una lista de palabras. Tampoco sé si el número es libre...
1.Pañuelo
2.Roble
3.Isleta
4.Abanico
5.Azafrán
6.Carcasa
7.Lodo
8.Sendero
9.Cerro
10.Lata
Bueno, no sé si tendrá algo que objetar Yelena, por si acaso yo coloco una lista de palabras. Tampoco sé si el número es libre...
1.Pañuelo
2.Roble
3.Isleta
4.Abanico
5.Azafrán
6.Carcasa
7.Lodo
8.Sendero
9.Cerro
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Re: Haz de las palabras una historia (Juego)
Yo pasaba por aquí a decir que me h gustado la historia del tigre y que me he alegrado de que las bolsas fueran las de los ojos y no de las de embolsar
Nuestra editorial: www.osapolar.es
Si cedes una libertad por egoísmo, acabarás perdiéndolas todas.
Mis diseños
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- Mister_Sogad
- Tigretón
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Re: Haz de las palabras una historia (Juego)
Lucía lo de las bolsas fue a posta, tampoco yo veía ahí las "otras".
Re: Haz de las palabras una historia (Juego)
Algo así me imaginé
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Re: Haz de las palabras una historia (Juego)
Tigresito
1.Pañuelo
2.Roble
3.Isleta
4.Abanico
5.Azafrán
6.Carcasa
7.Lodo
8.Sendero
9.Cerro
10.Lata
Hacía mucho calor, me estaba calcinando, tomé un abanico y me di un poco de aire. Elegí mis vacaciones en una isleta de Nueva Zelanda, un gran roble me daba sombra, pero me sentía mareada. Bebí un refresco en lata, me levantó el ánimo y decidí caminar por el sendero para conocer el cerro tan nombrado, para ello me puse un pañuelo mojado en la cabeza por el calor. A mitad de camino me encontré con que el lodo lo inundaba todo, volví sobre mis pasos y observé la carcasa de un barco antigüo, tomé unas fotos y llegué a mi bungalow. Hice un exquisito arroz con azafrán, cené y me fui a dormir. Mi primer día había pasado.
1.Pañuelo
2.Roble
3.Isleta
4.Abanico
5.Azafrán
6.Carcasa
7.Lodo
8.Sendero
9.Cerro
10.Lata
Hacía mucho calor, me estaba calcinando, tomé un abanico y me di un poco de aire. Elegí mis vacaciones en una isleta de Nueva Zelanda, un gran roble me daba sombra, pero me sentía mareada. Bebí un refresco en lata, me levantó el ánimo y decidí caminar por el sendero para conocer el cerro tan nombrado, para ello me puse un pañuelo mojado en la cabeza por el calor. A mitad de camino me encontré con que el lodo lo inundaba todo, volví sobre mis pasos y observé la carcasa de un barco antigüo, tomé unas fotos y llegué a mi bungalow. Hice un exquisito arroz con azafrán, cené y me fui a dormir. Mi primer día había pasado.
Re: Haz de las palabras una historia (Juego)
Dejo estas, a ver quién se anima
1. Ruido
2. Caballo
3. Abeja
4. Mesa
5. Harina
6. Lluvia
7. Calcetín
8. Amargo
9. Ruinas
10. Esposa
1. Ruido
2. Caballo
3. Abeja
4. Mesa
5. Harina
6. Lluvia
7. Calcetín
8. Amargo
9. Ruinas
10. Esposa
Re: Haz de las palabras una historia (Juego)
Yo no, pero te lo subo por si alguien tiene tiempo mañana
Y me ha sorprendido lo corto de tu cuento, Megan
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Re: Haz de las palabras una historia (Juego)
Es que hasta allí llegaron las musas
Gracias por subirlo jefa querida
Gracias por subirlo jefa querida
Re: Haz de las palabras una historia (Juego)
Jajaja, parece divertido, hagamos el intento:Megan escribió:Dejo estas, a ver quién se anima
1. Ruido
2. Caballo
3. Abeja
4. Mesa
5. Harina
6. Lluvia
7. Calcetín
8. Amargo
9. Ruinas
10. Esposa
Oigo un ruido a lo lejos, es el caballo de mi abuelo Higinio. Viene a buscar la miel que las abejas le han procurado con sus cortas vidas, con lo inconmensurable de su voluntad. En esa miel descansa el espíritu de la colmena. "Abuelo, ¿estamos robando?" le pregunta mi voz de niño. "¿Robando? ¿De dónde saca esas pavadas enano? Córrase que ando con tardanza". Se pone su traje de astronauta y comienza la cosecha. Yo lo veo a lo lejos. El no deja que me acerque (una vez volví a casa lleno de ronchas y se llevó un duro regaño de mi madre), pero de todas formas una que otra abeja se escapa y me pica. No me quejo. Es más, necesito que lo hagan, necesito que me piquen y me duela, que me duela mucho. Después de todo, yo también voy a probar ese néctar dorado que no merecemos.
De tarde la miel ya está en la mesa. La abuela me pide ayuda (está lloviendo, y sé lo que significa). Le alcanzo todo con rapidez y precisión: la harina, el agua, el aceite, los fósforos. La ayuda tiene su recompensa: una brillante moneda que sabré guardar en mi calcetín. Pero eso no me interesa. Lo que me interesa es saborear la crocante torta untada de miel, y mientras la tengo en la boca, hacer buche con un sorbo de tibio mate cocido de leche, todo mientras escucho el percutir relajante de la lluvia sobre el techo de chapas. Esa es mi felicidad. Pero entonces vuelvo recordar a las abejas, y de pronto el trago me sabe amargo. Pienso que le han dedicado su vida a una causa que nunca les perteneció. ¿Cómo se sentirán? ¿Cómo nos sentiríamos nosotros? Pienso en el hombre, que trabaja... ¿para quién? ¿Qué inteligencia superior nos utiliza como mano de obra sin saberlo? ¿Quién ocupará las ruinas de lo que ahora es nuestro hogar? No lo sé. No sé por qué sigo recordando estas cosas que me pasaron de niño, hace tantos años. No sé por qué me sale filosofar con cualquier tontería que se me cruza por la mente. No sé por qué se lo cuento a mi esposa, que otra vez me mira como diciendo "cómo pude terminar con tremendo tarado..."
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Re: Haz de las palabras una historia (Juego)
Vaya con la esposa, con lo curiosas que pueden ser las anécdotas infantiles
Y pon palabras para que pueda seguir el juego
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