La Nación escribió:Una amiga recibe el diario íntimo de Christa T. tiempo después de la muerte de esa mujer en un hospital de Alemania Oriental. "Krischan" fue una singular compañera de escuela de la narradora, luego maestra, escritora y, por breve lapso, equívoca discípula de Madame Bovary. Mientras Christa yace en el cementerio de Mecklemburgo, antes de que su imagen se desvanezca la amiga compone, a partir de manuscritos y cartas, una suerte de monumento funerario verbal. Paradójicamente, la distancia temporal y física de la narradora intensifica la proximidad de la voz con la de Christa T., personaje inasible y del que irradia una trama ensayística sobre las posibilidades de una mujer de "volverse una misma" bajo las condiciones de vida en épocas de la República Democrática Alemana. [...]
[...] Por una serie de novelas muy celebradas, como Casandra (1983) y Medea (1996), Christa Wolf (1929-2011), hija de simpatizantes nazis que emigraron a Alemania Oriental luego de la derrota del Eje y que en su juventud se adhirió al socialismo, dio cuerpo a personajes femeninos que pagaron un precio elevado por asumir la singularidad en tiempos históricos quizás poco convenientes para ese fin. Por varias de sus obras y posiciones públicas, Wolf fue considerada tanto la narradora de la transición democrática luego de la caída del Muro como una vil colaboradora de la policía secreta de su país, la eterna candidata al Nobel y la víctima de una cultura patriarcal. El espíritu de contradicción y enigma de su vida se extendió a la obra. [...]
Autor: Christa Wolf
Título original: Nachdenken über Christa T.
Año de publicación: 1968
Editorial: El Cuenco de Plata
Colección: Extraterritorial
Año de la edición: 2017
ISBN: 978-987-3743-82-5
Páginas: 224
Traducción: Ariel Magnus