El bujío de Santa Catalina 1 (Bordeando la realidad)

[Gretogarbo]

Greto, si merece la pena, avisa pues he comprobado que lo tengo en mi biblioteca ejem, ejem...

Por lo que llevo leído, un 10% de sus más de mil páginas, se aleja mucho del tipo de lectura que adivino que te gusta, aquella que hace mover los engranajes de tu caletre. En 100 páginas apenas ha ocurrido nada. Ya te contaré, aquí o allí.

[jilguero]

Greto, si merece la pena, avisa pues he comprobado que lo tengo en mi biblioteca ejem, ejem...

Por lo que llevo leído, un 10% de sus más de mil páginas, se aleja mucho del tipo de lectura que adivino que te gusta, aquella que hace mover los engranajes de tu caletre. En 100 páginas apenas ha ocurrido nada. Ya te contaré, aquí o allí.

Gracias, Greto. Ya he marcado el hilo y estaré atenta .

[jilguero]

Sin duda faltaban.

Si me desdoblo hasta el infinito, es mas difícil de mantener la cohesion del yo, el mio y aunque este mal hablar de uno, siempre a punto de caerse y siempre a punto del brote de dos poderosas alas, que nunca llegan.

Two points.

Ah y se me olvidaba comentar el cartel, una composición tan simétrica creo que solo se puede interpretarse como el hermanamiento de las dos santas y su especial relación.

Lo único que difiere del lado derecho e izquierdo son las caras, aunque esto ultimo también podría interpretarse como hecho para resaltar las diferentes identidades. Osea significa una cosa y la contraria, paradoja, yin y yang, quizá las generaciones venideras logren saber mas sobre el oculto significado de estos dos cuadros que parecen uno.

Me recuerda a los antiguos videojuegos de Sega en dos dimensiones.

Muy interesante esa imagen borgeana de tu desdoble. Lo que no me ha quedado claro es si esas poderosas alas brotarían dándote un aire angelical o sería una transformación integral en una forma animal alada ya existente y, en tal caso, si ave o insecto .

Bien vista esa simetría de las dos "mónadas" (palabreja que aprendí en un interesante video del argentino que os recomienda Samuel) y el desconocimiento que aún tenemos de su significado. De Santa Cata sabemos algo más por la hagiografía de Lara, pero de Santa Lilaila no tanto, ya que en la obra de Torrente Ballester, ella misma se desdobla en otras muchas, cuya conducta se aleja mucho de la santidad. Luego busco una frase que he encontrado del autor en otro libro y que me ha dado un poco de luz sobre las otras caras de Santa Lilaila .

[hexagono69]

jjaja espero que sean de murciélago.

¿Quien es Lara?

Claro claro Lilaila es un absoluta desconocida para nosotros.



Ah he leído una palabra interesante caireles pero no se lo que significa.

[jilguero]

jjaja espero que sean de murciélago.

Oye, pues entonces, si puedes elegir, de garuda, que desde que leí la novela de China Miéville tengo ganas de encontrarme con alguno .

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¿Quien es Lara?

Es la biógrafa de Santa Cata y de Sereno Williams; ah, también aparece en un relato que Jilguero tiene atragantado y no avanza, el de Velquesí. Como sé que eres de la escuela de Santo Tomás, te he puesto los enlaces para que no tengas que hacer acto de fe. Publica en la editorial Lucerna que me da debe ser de la Luciola: vamos, una especie de franquicia de ¡¡Ábrete libro!! .

A veces me pregunto si no será una especie de alter ego del plumífero

Claro claro Lilaila es un absoluta desconocida para nosotros.

Sí, tiene una personalidad un tanto esquiva. Según la retrata don Gonzalo, es poliédrica y en alguna de sus caras más bien casquivana. Cuando leí ayer en Don Juan (la novela de Torrente Ballester que estoy leyendo ahora) la frase llena de ambigüedad que te voy a copiar aquí, se me vino a la cabeza esa Mártir de los Iconoclastas y también mujer ambigua que era/es Santa Lilaila . Está diciendo que el rostro de una mujer es bonito y añade: Lo era, efectivamente, como las prostitutas de los altares. De una belleza dramática, con un rictus tedioso en los labios, y en los ojos una desesperada luz trémula.

Ah he leído una palabra interesante caireles pero no se lo que significa.

Cairel
Del cat. cairell.

1. m. Cerco de cabellera postiza que imita al pelo natural y lo suple.

2. m. Guarnición que queda colgando a los extremos de algunas ropas, a modo de fleco.

3. m. Trozo de cristal que adorna candelabros, arañas, etc.

4. m. Entre peluqueros, hebras de seda con las que se cosía a una red el pelo para formar una peluca.

5. m. Méx. tirabuzón (‖ rizo de cabello en forma de espiral).

[Tolomew Dewhust]

¡Madre mía cómo os va la marcha! Hay más tráfico aquí que en la M-40 un lunes por la mañana...

Bueno, ejem... que dice Cata que muchísimas gracias a todos los que la habéis felicitado por su cumple, a los que os pasáis por aquí, os acordáis de ella, la mencionáis, la tenéis en sus oraciones y demás.

Y a Jilguero que un abrazo enorme.

Fin de la cita.

Las berenjenas como están buenas son rellenas, rebozadas y fritas "a la miel".

Igual no es ese el orden de elaboración de las berenjenas... no sé.

[noramu]

Berenjenas fritas a la miel. Las probé en vuestra animada ciudad por consejo de un pajarillo. Y siguen en mi imaginario tan dulces como los ratos compartidos

[jilguero]

¡Madre mía cómo os va la marcha! Hay más tráfico aquí que en la M-40 un lunes por la mañana...

Bueno, ejem... que dice Cata que muchísimas gracias a todos los que la habéis felicitado por su cumple, a los que os pasáis por aquí, os acordáis de ella, la mencionáis, la tenéis en sus oraciones y demás.

Y a Jilguero que un abrazo enorme.

Fin de la cita.

Las berenjenas como están buenas son rellenas, rebozadas y fritas "a la miel".

Igual no es ese el orden de elaboración de las berenjenas... no sé.

¡Anda, Santa Cata, perdón, Cata, nos ha hablado por boca (digo, dedos) de Catulo !

Pero no, no, Catulo, no te confundas: el bujío es el ombligo del berenjenal y por aquí lo único que rulan son palabras a lomos de berenjenas.

Y el oráculo donde tú estas ahora, y desde el que nos haces llegar los mensajes de Cata, está precisamente en el mismo sitio solo que al otro lado del péndulo.

[jilguero]

Berenjenas fritas a la miel. Las probé en vuestra animada ciudad por consejo de un pajarillo. Y siguen en mi imaginario tan dulces como los ratos compartidos

Noramu por aquí, ¡qué honor!
Pero ahora que no nos oye el pájaro, ten cuidado que ese agarra los hilos de Aridana y te enreda enseguida, como la araña de la Luciola a la avispita, y acabas dentro de un relato .

Pues no hay vez que pase por la sombra del árbol botella que no me acuerde de la familia que es ahora depositaria de la propiedad de la especie

PD: Oye, Cata, yo creo que Jilguero se durmió durante la exposición, pues ayer me contó unas cosas rarísimas que parecían más un sueño que otra cosa. A ver si lo sonsaco un poco más y te puedo contar lo que pasó .

[Estrella de mar]

[jilguero]

Días grises de otoño

Qué mañana más bonita de otoño hace hoy. Está nublado y la luz es grisácea. Mi santa catalina diría que es un día triste, porque para ella luz y alegría marchaban siempre agarradas de la mano como esos mellizos que murieron antes de tiempo por culpa del cardenillo. No le gustaba reflexionar mucho ni tampoco leer. Desconocía, por tanto, el placer de, cuando afuera el cielo se encapota y te invita a refugiarte en la penumbra del recuncho, agarrar un buen libro y pasar la tarde leyendo a la luz cálida de una lámpara.

Y para luz cálida, la de las ascuas del bracero de picón las noches de tormenta. En cuanto arreciaba el viento, el precario tendido eléctrico hacia una de las suyas y nos quedábamos a oscuras hasta el día siguiente. Lógicamente, cuando eso ocurría, solía ser invierno y nuestra santa catalina se hallaba sentada en la mesa camilla tricotando para nosotros esponjosos jerséis de lana o las braguitas de perlé que usábamos por aquel entonces las niñas. Debía ser un curioso contraste, ahora que lo pienso, vernos con aquellos monos de tela basta y remendados (los heredábamos de los hermanos que nos precedían) y que, al bajarnoslos para hacer nuestras necesidades, aparecieran debajo unas braguitas, llenas de calados y arabescos, tan delicadas y tan femeninas.

Pues bien, en cuanto la casa se quedaba a oscuras, los niños acudíamos a la mesa y formábamos una nubecilla de cabezas inquietas hasta que encendían los quinqués y los distribuían estratégicamente por la casa. El de mayor tamaño, siempre encima de la mesa camilla, donde ella continuaba tricotando sin perder la calma; y su actitud serena se encargaba de ahuyentar nuestro miedo. Pero la inactividad hacia que el tiempo se ralentizara, y que para no aburrirnos le reclamásemos que nos contara algún cuento. Mas no un cuento cualquiera, sino uno de los que nos causaban terror incluso cuando había luz, como ese de los tres pelos de oro que le arrancaron al diablo aprovechando que dormía. Y mientras escuchaba la voz de mi santa catalina, me gustaba levantar la ropa de la camilla para mirar el rojo palpitante de los carbones encendidos o bien fijar la vista en la llama trémula del quinqué que había encima de la mesa.

A ella, Cata, no le gustaba reflexionar ni leer ni la oscuridad. Pero en esas largas noches de tormenta, en las que afuera el viento arreciaba con fuerza y el cielo era cruzado por zigzagueantes culebrillas luminosas, al contarnos historias mientras yo miraba la luz trémula de la llama del quinqué o la palpitante de las ascuas del bracero, estaba sembrando en mí el placer de la lectura a la luz cálida de una bombilla; y por ende, sembraba también en mí el gozo que siento, en estos días grises de otoño, cuando la luz tamizada por las nubes me invita a recogerme en el interior de mi recuncho.

Enlace

[jilguero]

Espero que ese paquete de palomitas sea grande, pues el pájaro sigue un tanto esquivo y caprichoso: rehuye la luz y los ruidos. Pero la semana que viene nos vamos a descansar a la sierra y me ha prometido poner en negro sobre blanco lo que le ocurrió la otra noche . Ya os adelanto que me da que Jilguero empieza a parecerse a una matrioska, porque tiene la cabeza llena de pájaros .

[Gretogarbo]

Aunque haya foreros y foreras expectantes por que el carduelis cuente a la vuelta de su descanso y retiro serrano qué ocurrió la noche del viernes al sábado, a mí me conforma y conforta leer cómo eran los días grises de otoño de su infancia. Gracias, jilguero, por pintar tu recuncho con estas cosas y permitirme leerlo.

[jilguero]

Aunque haya foreros y foreras expectantes por que el carduelis cuente a la vuelta de su descanso y retiro serrano qué ocurrió la noche del viernes al sábado...

En realidad la que tiene más curiosidad soy yo, porque desde que lo vi entrar con el antifaz puesto y con pocas ganas de hablar comprendí que algo le había tenido que pasar . Y a la que de más utilidad le resulta es a Cata, pues para su causa necesita material de lectura con el que martirizarse . El resto, pues es buena gente que procuran tratar bien al pájaro y, en fin, tú sabes... .

En cuanto a lo otro, agradecida te quedo por tu tiempo y, cuando quieras, soy toda oídos (léase ojos), aunque eso, "leeros" a vosotros mismos a través de vuestras palabras, ya lo hago cotidianamente con todos los visitantes del bujío .

Y con la pamplina de los días grises de otoño y la luz cálida de mi infancia, hoy he recuperado otro recuerdo que ni siquiera es genuinamente mío, sino adquirido de las muchas veces que me lo contó mi madre. Resulta que, en una de esas noches de invierno, siendo menda lo suficientemente comino como para no ser capaz aún de elaborar recuerdos propios, me monté en el sofá y comencé a dar saltos, supongo que para disipar energía, como suelen hacer los niños a esa edad. El caso es que, como el sofá estaba arrimado a la mesa camilla y mi estatura era tan ínfima, antes de que los mayores tuvieran tiempo de meterme por vereda, perdí el equilibrio y me caí de boca debajo de la mesa, con la mala suerte de que apoyé una mano justo dentro del bracero encendido. Gracias a Dios, no sé si porque su padre era médico o porque la necesidad agudiza el ingenio (vivir en el campo requería solventar los problemas cotidianos con cierta autonomía), mi santa catalina era muy resuelta y me embadurnó la mano quemada con la pomada del demonio (la llamábamos así porque en el bote había dibujado un demonio y unas llamas), que era por cierto de color amarillento, olor muy desagradable y muy untuosa, y me la lió con vendas pero aislando unos dedos de otros. Y el motivo de que, una vez crecí, me lo contase tantas veces es que ella admiraba mucho a su padre y, cuando al día siguiente me llevaron al pueblo y el abuelo me curó la mano, le dijo que había hecho muy bien liándome los dedos por separado, ya que, de no haberlo hecho así, se me habrían pegado los unos con los otros. Recibir ese elogio de su padre la debió llenar de orgullo y por eso, en cuanto tenía una ocasión, me cogía la mano derecha, me señalaba unas cicatrices casi invisibles en los nudillos y, como si nunca antes me lo hubiera contado, me relataba, con pelos y señales, mi travesura de aquella noche y lo bien que ella me había curado.

[jilguero]

Un saludo, Cata, que hoy he andado liada y no me he pasado por aquí.
Sin novedad en el frente. Jilguero está ya más normalizado pero sigue poco hablador .

Y de lo de las catacumbas, de momento na de na, porque yo no tengo tiempo de hacer investigaciones y el apatrullador tampoco me ha transmitido ninguna información. A ver si el finde hago un rastreo por el centro antes de irme a la sierra y doy con el cartel del teléfono.

Y como hoy llevo en planta desde las 5h30, ya mismito toca...

[media]https://www.youtube.com/watch?v=gTQCA3IM6fE[/media]

Además tengo que intentar soñar a ver si le puedo dejar una limosnita a Hexa en su hilo Sueños


Edito: nada, no ha habido suerte esta noche, ni un miserable céntimo onírico tengo