Travesía del horizonte - Javier Marías

[lucia]

1973

Al igual que en las grandes novelas de aventuras que se escribían a finales del XIX, y a las que Travesía del horizonte rinde cariñoso y también burlón homenaje, esta novela, publicada a los veintiún años, tiene como hilo conductor una atrevida expedición: el capitán Kerrigan, millonario y excéntrico, ha organizado un viaje a la Antártida para hombres de letras y científicos.

Pronto adivina el lector que esa travesía no es más que una excusa, o uno de los muchos hilos con los que está tejida esta trama. Construida según el modelo del relato-dentro-del-relato, Travesía del horizonte añade a la aventura marítima de Kerrigan otras historias y personajes no menos novelescos, en deliberada parodia de ciertos maestros del género que van desde Joseph Conrad hasta Henry James pasando por Conan Doyle; y entre pintorescos secuestros y manuscritos misteriosos, señoritas eduardianas y paisajes de navegación, se va desplegando un torbellino narrativo servido por un estilo paradójicamente pausado.

Ver en Amazon o Casa del Libro

[xpache]

“Travesía del horizonte” es la segunda novela del malogrado Javier Marías, . Al igual que en su debut literario, Marías rinde claro homenaje a sus escritores preferidos y nos adentra en una gran aventura, la expedición en barco de un grupo de escritores y artistas de lo más variopinto hacia la Antártida. La “travesía” del título es, a la vez, punto de partida e hilo conductor de diferentes subtramas, destacando el misterioso secuestro y seducción del pianista Bayham o la historia del capitán Kerrigan, todo ello narrado con un estilo decimonónico que recuerda a James, Conrad o Conan Doyle
En esta novela empieza ya a entreverse al futuro Marías, tanto en su estilo, con esas frases subordinadas, paréntesis y aclaraciones como en sus temas recurrentes, como la importancia del saber o del querer saber y su convicción de que, a veces, es más satisfactorio el secreto que la verdad o las consecuencias de la obsesión por saber. Temáticas que veremos posteriormente en sus grandes obras. Recordemos el brillante inicio de su aclamada “Corazón tan blanco” o el “No debería uno contar nunca nada” de su trilogía “Tu rostro mañana”.
Novela, en fin, que va a contracorriente de la temática y estilos de los llamados en aquel momento los “novísimos”, repleta de ambientes exóticos donde Literatura y diversión van de la mano.
Una travesía donde lo importante no es el desenlace. Se trata, en fin, como reza la dedicatoria que Marías en su día me escribió en este libro, de una “travesía inconclusa, pero francamente prehistórica”.