Raúl Conesa escribió: ↑26 Abr 2021 17:38
No conviene caer en el abatimiento, si cedes entonces ganan los que te quieren sumiso. Yo hace un tiempo tomé una resolución que pienso aplicar durante el resto de mis días: no votaré a ningún partido que me haya dado motivos para desconfiar de él. No puedo votar en conciencia a gente que ha demostrado que sólo está ahí para llevarse el sueldo y tapar sus propias corruptelas. He votado a PSOE y Ciudadanos en anteriores elecciones, y nunca más. Ninguno de los cinco grandes es digno de mi voto, así que votaré al Partido Libertario (P-Lib) hasta que me dé motivos para dejar de hacerlo; y si lo hace, buscaré a otro partido y le daré la oportunidad. No tiene sentido ser leal a ningún partido. Uno tiene que ser leal sólo a sí mismo y a sus principios.
Creo que es una cuestión de realismo, más que de abatimiento.
Por fortuna, la historia reciente demuestra que las cosas se pueden cambiar. Hasta que Podemos pervirtió los valores del 15M, estos representaban el hartazgo sano de muchos de nosotros, igual que Cs lo supo concitar después con un discurso bastante más centrado. Ambos partidos hicieron tambalear los cimientos del bipartidismo, y eso ya es mucho, porque en ese momento hacía bastante falta.
Desgraciadamente, los dos hicieron gala después de una preocupante falta de inteligencia política (bastante peor Cs, por cierto), y por ello ambos están más cerca de lo que parece de caer en la irrelevancia. El 4M amenaza con ser el último clavo en el ataúd de Cs, mientras que a Pablo Iglesias (y por tanto a Podemos) le pueden quedar dos telediarios si no consigue ese 5% mínimo de votos que da entrada a la Asamblea de Madrid.
No sé si votar a partidos tan minoritarios como los que sugieres es el remedio a nuestros males, aunque lo respeto como alternativa. Creo que la solución pasa más bien por aprovechar el tipo de "oportunidades históricas" que nos han brindado estos últimos tiempos.
O por colocar en el candelero mediático eslóganes como "votos en blanco, escaños vacíos", de manera que se vaya instaurando en la sociedad el runrún de que hay que modificar las leyes correspondientes.
Gobernarían los mismos, sí, pero nos saldría mucho más barato.