Aben Razín escribió: ↑24 May 2022 09:38
Me interesaría mucho, @Ivanovich
conocer tu punto de vista de este ensayo. Para mí, en mi comentario lo expresé, no fue una lectura fácil, aunque sabía que era uno de sus predilectos, digamos. Ya nos contarás,
Pues aquí va.
Se recogen en este libro varios ensayos de Trias, conexos, aunque desconozco si fueron escritos la pretensión de ser publicados en una misma obra con la estructura que tiene este libro. No he indagado, y quiero pensar que sí.
En la primera parte, Trías aborda la teoría con una aproximación conceptual y propia a las ideas de
lo bello, lo sublime y lo siniestro. En realidad todo el libro se construye sobre los dos polos contrapuestos,
lo bello y, su sombra,
lo siniestro. En lo conceptual y en lo práctico.
Partiendo del ideal de belleza grecorromana en la que lo bello implicaba armonía y proporción, Trías avanza hacia el concepto de lo sublime que se extiende, en lo estético, más allá de la categoría limitativa de lo bello, identificándolo con lo informe, grandioso, desordenado y caótico; ante lo que el individuo, que inicialmente se siente insignificante, es finalmente capaz de dominar con su razón para alcanzar un sentimiento de gozo, o de cierta ambivalencia entre el dolor y el placer.
Y de ahí salta Trías al concepto de lo
siniestro, "
aquella suerte de sensación de espanto que se adhiere a las cosas conocidas y familiares desde tiempo atrás”.
La tesis de Trías, cito textualmente:
La hipótesis a desarrollar es la siguiente: lo siniestro constituye condición y límite de lo bello. En tanto que condición, no puede darse efecto estético sin que lo siniestro esté, de alguna manera, presente en la obra artística. En tanto que límite, la revelación de lo siniestro destruye ipso facto el efecto estético. En consecuencia, lo siniestro es condición y es límite: debe estar presente bajo forma de ausencia, debe estar velado, no puede ser desvelado. (...)
Podemos desde ahora formular nuestra hipótesis, convenientemente enriquecida:
1. Lo bello, sin referencia (metonímica) a lo siniestro, carece de fuerza y vitalidad para poder ser bello.
2. Lo siniestro, presente sin mediación o transformación (elaboración y trabajo metafórico, metonímico), destruye el efecto estético, siendo por consiguiente límite del mismo.
3. La belleza es siempre un velo (ordenado) a través del cual debe presentirse el caos”.
Establecida la tesis y los conceptos, Trías dedica el resto de la obra su análisis práctico, y lo hace fundamentalmente a través de dos obras de Boticelli (
La primavera y
El nacimiento de Venus) y de la película de Hitchcock,
Vértigo.
La cuarta parte la dedica a un ensayo interesante sobre Freud y la Tragedia Griega.
Me falta una última parte que Trías titula "E
scenificación del infinito (interpretación del Barroco).
La obra no me ha parecido difícil de leer, Trías es muy didáctico y no se embarra en disquisiciones filosóficas al uso en muchos libros de esta naturaleza. Uno podrá compartir o no la tesis de Trías, pero, independientemente de ello, creo que se lee con interés y se aprende.
Lo que quede para
la saca ya es otro cantar.