En el prólogo aparecen algunas perlas que me parecen de lo más interesante. Por ejemplo:«De vez en cuando me han pedido que contara mi experiencia personal de
la literatura o que escribiera sobre algunos de mis maestros, y yo he
procurado hacerlo siempre con un máximo de claridad y franqueza.
Cuando he tenido que explicarme en público, he procurado hacerlo por
escrito: detesto la improvisación, la charla presuntamente espontánea
y en el fondo hecha de muletillas y rutinas, de una autoindulgencia
intelectual que se ha convertido en costumbre cuando los escritores
van a eso que se llama, algo ignominiosamente, hacer bolos.»
Con ese mismo espíritu - claridad y franqueza - Antonio Muñoz Molina ha
recogido en este volumen un conjunto de textos fundamentales,
apasionados y rigurosos que, tanto individual como colectivamente,
constituyen la más cabal introducción a la poética y al modo de
entender la literatura de uno de los grandes escritores españoles de
este siglo.
Al hilo de esto, unas líneas antes, apunta:En uno de sus aforismos, Nietzsche se refiere a esa gente que enturbia las aguas para hacerlas parecer más profundas: hay un cierto número de personas, más o menos relacionadas directamente con la literatura, que tienen interés en hacerla mucho más oscura y más confusa de lo que es, a fin de adjudicarse a sí mismas una importancia o profundidad que seguramente poseen, no lo dudo, pero que no tienen nada que ver con el oficio al que yo me dedico y con las cosas que más me gustan de los libros. Muchos eruditos o críticos, sobre todo universitarios, parecen decir lo mismo que Góngora: "Gloria me ha dado hacerme más oscuro". Yo sé que la oscuridad tiene más prestigio intelectural que la transparencia, y la confusión que la serenidad, yo también sé que, si la mayor parte de los estudios sobre la literatura a la moda de estos tiempos son ininteligibles, casi todas las mejores obras de la literatura pueden ser entendidas y disfrutadas por cualquiera, sin otra condición que un dominio solvente de la lectura y un poco de atención.
Ya sólo por esto me alegro de haber comprado el libro[...]la literatura - leer y escribir - es mucho más fácil que la pintura, que la música y que el cine, más fácil y menos trabajoso, según puede comprobar quien compara el esfuerzo que requiere una página, aun la más conflictiva, y el exigido por el rodaje de la secuencia más sencilla en una película.
Técnicamente, escribir es algo que puede hacer cualquiera, porque la materia de la literatura, el idioma común, es de todos. Lo que un pianista necesita al menos diez años para dominar - el lenguaje de la música - lo sabe cualquiera, en el reino de las palabras, a los tres o cuatro años y sin el menos esfuerzo.
Por cierto, el primer apartado del libro se titula La realidad de la ficción. Creo que de ahí sacaré material interesante para pegaros la paliza en otro hilo