(No pensaba tardar tanto en dejar el comentario, lo siento.
Y para colmo, cuando ya lo tenía casi todo escrito se me ha cerrado la pestaña y he tenido que volver a empezar...)
Llevo leída algo más de la mitad de este libro y de momento me está resultando una lectura cómoda, se lee rápido y fácil.
Los crímenes están explicados con más o menos detalle dependiendo del caso, con algunos el autor se explaya más y con otros menos, aunque diría que en casi todos he echado en falta alguna información más, o conocer cómo se descubrió algún dato que aparece en el relato de los hechos.
Hay casos que me cuesta saber por qué se incluyeron en el libro (como me sucede por ejemplo con
la muerte de Federico García Lorca |
) o enmarcarlos dentro de la propia clasificación que hace el autor (los agrupa por la motivación del asesino o asesinos, utilizando los siete pecados capitales), aunque esto último siempre se explica después de la exposición del caso.
He de decir que el interés está exclusivamente en el meollo de la cuestión, es decir las narraciones de asesinatos o intentos de asesinatos reales. En general, veo poca utilidad en la introducción a cada uno de los pecados y los comentarios finales del autor, además de que me desagrada alguna que otra apreciación que hace. Por más que estas secciones me parecen bastante superfluas, lo cierto es que son cortas y no entorpecen demasiado la lectura del asunto principal.
Aunque precisamente es en estos comentarios después de cada caso o en ocasiones, par de casos, (encabezados como
En silencio...) donde se pretende entrar en las motivaciones del asesino así como explicar el contexto social u otros factores relevantes (temas que me pueden interesar tanto o más que los propios hechos), tiendo a verlos muy superficiales y me gustaría encontrar algún perfil psicológico o análisis que fuera más allá de cuatro pinceladas básicas.
En esto he de decir que quizás, estando acostumbrada a los libros de John Douglas y similares, venía esperando algo más de ese estilo, pero claro, Douglas es experto en elaborar perfiles de sospechosos y Vázquez Taín es juez, con lo que tiene su sentido que no aborde el tema de la misma manera.