El diablo mundo - José de Espronceda

[lucia]

1841

Romántico poema en el que José de Espronceda construye una alegoría de la existencia humana.

Poema inconcluso del que fue máximo representante del romanticismo español durante la primera mitad del siglo XIX, José de Espronceda. El poema comienza con una introducción claramente inspirada en la poesía de Lord Byron, a quién el autor admiraba profundamente. El resto de la obra, que pretendía erigirse como una alegoría de la existencia humana, está dividido en seis cantos o partes. Y en ellas, se nos relata cómo Adán, encarnación del género humano, debe elegir entre morir y conocer la verdad última, o bien vivir eternamente. Habiendo escogido la primera elección, Adán renace en un cuerpo joven y fuerte. Pero todo ello le traerá amargas consecuencias.
En la obra se incluye el famoso “Canto a Teresa” dedicada a su amante Teresa Mancha, con quien Espronceda mantuvo uno de los idilios románticos más sonados de su época.

Se puede leer online en el CVC

[natura]

Es de 1841, no del 81, que ya estaba muerto el hombre

[lucia]

Corregido.

[Tolomew Dewhust]

[Despinetta]

Es magistral (incluso ese maravilloso "Canto a Teresa", sin relación con la obra); tema similar a "Fausto".

A mi gusto, lo supera.

[Tolomew Dewhust]

De hecho, he tenido que comprobar en un par de ocasiones que no me había saltado ningún Canto, porque lo estoy leyendo a través del enlace del primer mensaje y me ha chocado pasar de la trama del anciano a los lloros de Espronceda por su amante (por otro lado, de lejos lo mejor del conjunto).

Superado el susto me está divirtiendo bastante. En una misma estrofa pasa de narrador omnisciente a ser el propio Espronceda quien habla, a menudo con sorna.

Vuelvo enseguida con las conclusiones, .

[Tolomew Dewhust]

Un ejemplo de la guasa de este señor:

(Lleva 30 versos describiendo un amanecer), y va a por el 31:

Las rosas sobre el tallo se levantan
coronadas de gotas de rocío,
las avecillas revolando cantan
al blando son del murmurar del río;
chispas de luz los aires abrillantan,
salpicando de oro el bosque umbrío:
y si el aura a la flor murmura amores,
la flor le brinda aromas y colores.

Y resonando... Etcétera: que creo
basta para contar que ha amanecido,
...