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Título: Bajo el río Blackwater
Título original: Beneath Blackwater River
Autora: Leslie Wolfe
Editorial: Jentas (14 febrero 2024)
Formato: ebook
Nº páginas: 380
Sinopsis
Kay Sharp casi no ha tenido tiempo de acostumbrarse a su nuevo trabajo como detective en Mount Chester cuando aparece un cadáver en el río Blackwater. La víctima, una chica de diecisiete años, flota en el agua, con un medallón tallado a mano alrededor del cuello. Indagando en casos sin resolver, Kay descubre que Rose Harrelson, una niña de tres años, lo llevaba puesto cuando desapareció de su habitación hace catorce años. Pero la adolescente que han encontrado lleva muerta solo unas horas. Si la chica del río es Rose, ¿dónde ha estado y quién la ha tenido escondida todo este tiempo? Si es otra persona, ¿por qué lleva el medallón y qué pasó con la niña desaparecida hace tantos años? Kay sabe que debe resolver el secuestro para desentrañar el misterio del cadáver. A medida que descubre una red de mentiras y engaños tejida durante décadas, la unida comunidad nunca volverá a ser la misma y pronto Kay se encontrará frente a un asesino realmente aterrador…
Segundo volumen de una saga que apuntaba maneras ya en sus inicios, mejorando punto por punto una primera entrega que rehuía ciertos tópicos del género manidos en exceso. De esta manera, la autora logra mantener la tensión sexual entre Kay y Elliot sin llegar a sucumbir al más sencillo de los recursos, como es la traslación instantánea de los instintos más primarios a los aconteceres mundanos de la historia. Esta reticencia a actuar de un modo unitario, siguiendo las pautas marcadas por tantos y tantos escritores, no sólo dota de realismo al relato sino que genera un escenario que promueve un interés genuino por parte del lector con el paso de las páginas.
La trama supone el mayor aspecto diferencial respecto al primer libro. Wolfe ha tejido una historia mucho más intrincada, alejada de la línea argumental unidireccional de su predecesora. De inicio se establecen varias vías que noquean al más pintado por su disparidad, confluyendo en un último cuarto que precisa de una medida atención en aras a no perder detalle de una resolución sustentada en un desarrollo genéticamente complejo y de una consanguinidad explosiva. La simultaneidad que se produce a su vez con subtramas paralelas fomenta un caldo de cultivo propicio para acrecentar un bienvenido solaz que fundamenta sus ejes en una alambicada ejecución.
La intrahistoria personal de Kay ofrece pequeños retazos a lo largo del libro que en ningún momento interfieren en el desarrollo del caso principal, obrando en perfecto equilibrio en el que predomina una investigación que se lleva a cabo por parte de diversos agentes, seña ya característica de la saga que nos ocupa.
En cuanto al componente de género negro Wolfe incide nuevamente en el reflejo de la violencia de género, más acuciadamente si cabe en este caso por medio de nuevas figuras que se ven afectadas por un mal endémico que abarca una preocupante extensión, tanto física como moral. Determinados pasajes responden a una excesiva crueldad que dificultan por momentos permanecer impertérrito frente a lo relatado.
Cuatro estrellitas para la confirmación de una serie literaria a tener muy en cuenta, en la que cobran especial relevancia personajes indómitos como pocos. Para diletantes de este bello arte Wolfe conserva un obsequio que está llamado a ser fuente de nuevos adeptos a este género. Valor seguro.