La poeta peruana Blanca Varela ha recibidoel premio de poesia hispanoamericana Reina Sofia, al que se une el Premio Lorca conseguido en Octubre pasado.
Terra escribió:Una autora que es definida por los críticos como 'una gran figura de la poesía peruana que entre los años 50 y 80 cohesionó todo lo que se entendía por ser poeta y mujer'. Al margen de corrientes y tendencias, Varela ha fraguado con firmes propósitos y largos periodos de silencio.
Su obra poética recogida en el volumen 'Donde todo termina abre las alas' se compone de media docena de libros, desde 'Ese puerto existe', 'Luz del día', 'Valses y otras confesiones' o 'Canto villano'.
Nacida en Lima en agosto de 1926 en una familia de escritores y artistas, su poética se nutre de la convicción de que la poesía no debe utilizarse para contar lo que a uno le sucede, por lo que siempre ha huido de las alusiones directas a la realidad más inmediata para adentrase por caminos más trascendentales.
Blanca Varela ha reconocido que su obra no hubiera sido la misma sin la ayuda del poeta y ensayista mexicano Octavio Paz, a quien conoció en París y quien, tal vez, mejor la definió como poeta.
Decía Octavio Paz de ella: 'Su poesía no explica ni razona. Tampoco es una confidencia. Es un signo, un conjuro frente, contra y hacia el mundo, una piedra negra tatuada por el fuego y la sal, el tiempo, la soledad. Y, también, una exploración de la propia conciencia.'
DESTIEMPO
Se fue el día,
las escamas del sueño giran.
Todo desciende,
la noche es el tedio.
En el desierto, a oscuras,
temerosa del amor
la ostra llora a solas.
Caen las lívidas hojas de tu frente,
Te alejas, negra burbuja sin destino.
Se abren súbitamente mil calles,
arrecifes en llamas
retienen tu cuerpo helado como una lágrima,
nada te hiere,
el coral clava su garra en tu sombra,
tu sangre se desliza, inunda praderas,
salta de las ventanas como un rojo sonido
y todo esto no es sino el otoño.
ESA FRÍA LUZ DE LA MEMORIA
Es fría la luz de la memoria
lo apenas entrevisto brilla
con insistencia
gira buscando el casco de botella
o el charco de lluvia
tras cualquier puerta que se abre
está la luna
tan grande y plana
tan fuera de lugar
como si de un cuadro se tratara
óleo sobre papel
endurecido por el tiempo
así cayeron en la mente
formas y colores
casualidades
azar que anuda sombras
vuelcos en la negra marmita
donde a borbotones
se cuecen gozo y espanto
crece el yeso de un cielo
mil veces lastimado
mil veces blanqueado
se borra el mundo y se vuelve
a escribir
hasta el último aliento
sólo esto
eternidad aparente
mísera astilla de luz en
la entraña
del animal
que apenas estuvo
ESCENA FINAL
he dejado la puerta entreabierta
soy un animal que no se resigna a morir
a eternidad es la oscura bisagra que cede
un pequeño ruido en la noche de la carne
soy la isla que avanza sostenida por la muerte
o una ciudad ferozmente cercada por la vida
o tal vez no soy nada
sólo el insomnio y la brillante indiferencia de los astros
desierto destino
inexorable el sol de los vivos se levanta
reconozco esa puerta
no hay otra
hielo primaveral
y una espina de sangre
en el ojo de la rosa.
HOGUERA DE SILENCIOS
incorpóreo paseo del sol a lo umbrío
agua música en la sombra viviente
atravieso la afilada vagina
que me guía de la ceguera a la luz
bajo la alta cúpula sonora
en este colosal simulacro de nido
toco el vientre marino con mi vientre
registro minuciosamente mi cuerpo
hurgo mis sentimientos
estoy viva
mi cabeza como una gran canasta
lleva su pesca
deja pasar el agua mi cabeza
mi cabeza dentro de otra cabeza
y más adentro aún
la no mía cabeza
mi cabeza llena de agua
de rumores y ruinas
seca sus negras cavidades
bajo un sol semivivo
mi cabeza en el más crudo invierno
dentro de otra cabeza
retoña
hoguera de silencios
crepitar de lamentos
por el camino de la carne
sangre en vilo
se llega al mundo
así alumbra su blanco la tiniebla
así nace la interminable coda
así la mosca desova en el hilo de luz
la tierra gira
el ojo de dios no se detiene
qué haríamos pregunto
sin esta enorme oscuridad