LAS MIL Y UNA NOCHES
El proyecto “Las mil noches y una noche” nace de la mano de Mario Vargas Llosa, Joan Ollé y Aitana Sánchez-Gijón, siendo éste su tercer trabajo conjunto tras las obras “La verdad de las mentiras” y “Odiseo y Penélope”. El escritor Mario Vargas Llosa, autor de la adaptación teatral, es asimismo el encargado de interpretar el papel del rey Sahrigar, quien deberá escuchar las muchas historias que, para salvar su vida, Sherezada, Aitana Sánchez-Gijón, inventará o recordará día a día y noche a noche a lo largo de casi tres años. La adaptación realizada por Vargas Llosa incluye unos hábiles mecanismos dramatúrgicos que permitirán, una vez más, que las historias puedan ser leídas, narradas, e interpretadas a dos voces. El espectáculo también incluye música y danza en vivo.
Las 1001 noches, adaptación de Mario Vargas Llosa
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Las 1001 noches, adaptación de Mario Vargas Llosa
Última edición por Babel el 03 Jul 2008 21:15, editado 1 vez en total.
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La estuve viendo y está muy entretenida: Aitana actúa muy bien, de hecho, lleva ella casi todo el peso de la actucación, Vargas Llosa, no tanto, que él no es actor y eso se nota . A cambio da gusto oirle relatar historias.
Me gustó especialmente la iluminación y la música en vivo, que le daban un toque especial a la obra.
Los músicos eran tres chicos en un lado del escenario provistos de flauta, guitarra y un tambor pequeño (perdón, no se cómo se llama ese instrumento ). Iban acompañando las escenas de una manera muy oportuna, sin notarse mucho pero creando ambiente.
La iluminación era muy lograda, especialmente la que se filtraba a través de unas aberturas con figuras diversas que había en el fondo del escenario, simulando el amanecer, por ejemplo, cuando Sherezade tenía que parar su relato.
De vez en cuando paraban el cuento y eran ellos mismos, Aitana y Mario, que hacían algún comentario sobre la obra.
Por lo demás, es un buen trabajo encarnar a tantos personajes sólo dos personas sin que haya confusión y con el mínimo de recursos. El decorado y el vestuario no cambian en ningún momento.
Y los cuentos... tienen un encanto que sobrevive al tiempo.
Me gustó especialmente la iluminación y la música en vivo, que le daban un toque especial a la obra.
Los músicos eran tres chicos en un lado del escenario provistos de flauta, guitarra y un tambor pequeño (perdón, no se cómo se llama ese instrumento ). Iban acompañando las escenas de una manera muy oportuna, sin notarse mucho pero creando ambiente.
La iluminación era muy lograda, especialmente la que se filtraba a través de unas aberturas con figuras diversas que había en el fondo del escenario, simulando el amanecer, por ejemplo, cuando Sherezade tenía que parar su relato.
De vez en cuando paraban el cuento y eran ellos mismos, Aitana y Mario, que hacían algún comentario sobre la obra.
Por lo demás, es un buen trabajo encarnar a tantos personajes sólo dos personas sin que haya confusión y con el mínimo de recursos. El decorado y el vestuario no cambian en ningún momento.
Y los cuentos... tienen un encanto que sobrevive al tiempo.