Memorias del príncipe D. Nejliúdov. Lucerna, de Lev Tolstói
- Babel
- Vivo aquí
- Mensajes: 8258
- Registrado: 03 Mar 2007 23:54
- Ubicación: donde regresa siempre el fugitivo
- Contactar:
Memorias del príncipe D. Nejliúdov. Lucerna, de Lev Tolstói
De las memorias del príncipe D. Nejliúdov. Lucerna.
Lev Tolstói
En 1857 Tolstói viaja por Europa occidental: Alemania, Francia, Suiza, Italia, donde recibe muy mala impresión de la cultura occidental. Su novela corta Lucerna recoge un incidente desagradable de este viaje.
Lev Tolstói
En 1857 Tolstói viaja por Europa occidental: Alemania, Francia, Suiza, Italia, donde recibe muy mala impresión de la cultura occidental. Su novela corta Lucerna recoge un incidente desagradable de este viaje.
Última edición por Babel el 13 Ago 2008 09:09, editado 2 veces en total.
- Babel
- Vivo aquí
- Mensajes: 8258
- Registrado: 03 Mar 2007 23:54
- Ubicación: donde regresa siempre el fugitivo
- Contactar:
A mí también me ha gustado, Hyp, sobretodo por lo que tú dices.
El episodio del cantante-mendigo de Lucerna le sirve al príncipe (alter ego de Tolstoi) para reflexionar sobre la sociedad europea, la diferencia entre sus países, la diferencia entre clases sociales, la importancia que se le da a lo material frente al desprecio por lo inmaterial (en este caso las canciones del mendigo que nadie valora suficiente para premiar con unas monedas).
Ya desde el principio el autor está mal predispuesto con las personas con las que comparte el hotel, los encuentra estirados, gente con la vida solucionada que se creen merecedores de todo, tan recluídos en su propia y satisfecha vida que no son capaces ni de echar un vistazo alrededor para entablar relación con sus vecinos.
El príncipe los observa y reflexiona:
- ¿Por qué se privaban de una de las mayores satisfacciones de la vida, del placer de la compañía mutua?
- Ásusta pensar cuántos amigos y amantes, felicísimos amigos y amantes están sentados juntos y no lo saben.
Si esto es así no resulta tan chocante la reacción que tuvieron esas personas respecto al cantante (eso sí, bien que se quedaron a escuchar todas las canciones )
Esto le lleva al principe a hacer una larga reflexión sobre los europeos y hasta sobre la condición humana:
- ¿Por qué este hecho inhumano que sería impensable en cualquier aldea alemana, francesa o italiana es posible aquí, donde la civilización, la libertad y la igualdad han llegado a su máximo grado; donde se reúnen las personas mejor educadas de las naciones más civilizadas?
Lo que más me gusta es la conclusión final, cuando se da cuenta de que el pobre vagabundo quizá no sea tan pobre, puede que tenga más capacidad para ser feliz que cualquiera de las 100 personas que le despreciaron en el hotel. No deja de ser un consuelo.
El episodio del cantante-mendigo de Lucerna le sirve al príncipe (alter ego de Tolstoi) para reflexionar sobre la sociedad europea, la diferencia entre sus países, la diferencia entre clases sociales, la importancia que se le da a lo material frente al desprecio por lo inmaterial (en este caso las canciones del mendigo que nadie valora suficiente para premiar con unas monedas).
Ya desde el principio el autor está mal predispuesto con las personas con las que comparte el hotel, los encuentra estirados, gente con la vida solucionada que se creen merecedores de todo, tan recluídos en su propia y satisfecha vida que no son capaces ni de echar un vistazo alrededor para entablar relación con sus vecinos.
El príncipe los observa y reflexiona:
- ¿Por qué se privaban de una de las mayores satisfacciones de la vida, del placer de la compañía mutua?
- Ásusta pensar cuántos amigos y amantes, felicísimos amigos y amantes están sentados juntos y no lo saben.
Si esto es así no resulta tan chocante la reacción que tuvieron esas personas respecto al cantante (eso sí, bien que se quedaron a escuchar todas las canciones )
Esto le lleva al principe a hacer una larga reflexión sobre los europeos y hasta sobre la condición humana:
- ¿Por qué este hecho inhumano que sería impensable en cualquier aldea alemana, francesa o italiana es posible aquí, donde la civilización, la libertad y la igualdad han llegado a su máximo grado; donde se reúnen las personas mejor educadas de las naciones más civilizadas?
Lo que más me gusta es la conclusión final, cuando se da cuenta de que el pobre vagabundo quizá no sea tan pobre, puede que tenga más capacidad para ser feliz que cualquiera de las 100 personas que le despreciaron en el hotel. No deja de ser un consuelo.
- Andromeda
- Vivo aquí
- Mensajes: 7882
- Registrado: 18 Oct 2007 20:56
- Ubicación: Al otro lado del mar
- Contactar:
A mí también me gustó muchísimo, pareciera que la frialdad inglesa es reconocida en cualquier parte.
En principio me fascinó la descripción del paisaje, tan poético (esa necesidad que menciona Hyp) que cualquier rastro humano que se interponga en su contemplación, logra empañarlo.
Y bueno, la sobriedad inglesa, tan despegada del mundo real (pareciera que la predisposición está encaminada sólo hacia ella, ¿no?) Y me llama la atención aquí (para no repetir -en lo posible- lo dicho por Babel), el hecho de que muchos de ellos son hombres cultos, que se ocupan del bien de la humanidad, pero que no se dignan a mirar la parte individual:
-¿Por qué esos hombres cultos y humanitarios que, por lo general, son capaces de realizar grandes obras, no tienen sentimientos humanos para una obra de caridad personal?
Lo desconcertante que resulta encontrar a ese tipo de personas:
-Es extraño pensar que tal vez esos seres que están sentados unos junto a otros, ignorándose, podrían llegar a ser amigos inmejorables y felices amantes.
De verdad que me llama la atención este hecho, ¿será que es la misma sociedad anquilosa la predisposición humana a compartir y a darse a los demás, en aras del status, la "elegancia" y a saber qué más?
Babel escribió:
Extraordinarias las cuestiones sobre la delgada línea entre civilización y barbarie; esta obra es una verdadera sacudida, un llamado a la reflexión sobre lo que consideramos como humano.
¿Quién puede definir la libertad, el despotismo, la civilización y la barbarie? ¿Dónde están los límites entre lo uno y lo otro? ¿Qué alma posee una medida del bien y del mal, tan inquebrantable como para poder medir los hechos tan complejos que están sucediendo?.....
Y entonces, él también ha "respondido a las exigencias de la armonía de lo eterno y de lo infinito". Es decir, ha mirado con esos mismos "ojos divinos" las contradicciones que en un momento dado se atrevió a cuestionar (experimentándolas sin apenas darse cuenta).
Y entonces aquí la crítica iría más allá, hacia una escala de la que sólo se nos da una pequeña muestra... ¡Y que cada quien saque sus propias conclusiones!
Bueno, he tenido que leer dos o tres veces ese último párrafo, que me ha dejado así...
En principio me fascinó la descripción del paisaje, tan poético (esa necesidad que menciona Hyp) que cualquier rastro humano que se interponga en su contemplación, logra empañarlo.
Y bueno, la sobriedad inglesa, tan despegada del mundo real (pareciera que la predisposición está encaminada sólo hacia ella, ¿no?) Y me llama la atención aquí (para no repetir -en lo posible- lo dicho por Babel), el hecho de que muchos de ellos son hombres cultos, que se ocupan del bien de la humanidad, pero que no se dignan a mirar la parte individual:
-¿Por qué esos hombres cultos y humanitarios que, por lo general, son capaces de realizar grandes obras, no tienen sentimientos humanos para una obra de caridad personal?
Lo desconcertante que resulta encontrar a ese tipo de personas:
-Es extraño pensar que tal vez esos seres que están sentados unos junto a otros, ignorándose, podrían llegar a ser amigos inmejorables y felices amantes.
De verdad que me llama la atención este hecho, ¿será que es la misma sociedad anquilosa la predisposición humana a compartir y a darse a los demás, en aras del status, la "elegancia" y a saber qué más?
Babel escribió:
Oye sí..., personas completamente insensibles.Si esto es así no resulta tan chocante la reacción que tuvieron esas personas respecto al cantante (eso sí, bien que se quedaron a escuchar todas las canciones )
Extraordinarias las cuestiones sobre la delgada línea entre civilización y barbarie; esta obra es una verdadera sacudida, un llamado a la reflexión sobre lo que consideramos como humano.
¿Quién puede definir la libertad, el despotismo, la civilización y la barbarie? ¿Dónde están los límites entre lo uno y lo otro? ¿Qué alma posee una medida del bien y del mal, tan inquebrantable como para poder medir los hechos tan complejos que están sucediendo?.....
Exactamente. Sólo me queda añadir, como parte de esta última parte también, que el mismo narrador se condena a sí mismo de manera terrible: sólo Dios, en su sabiduría "ha dispuesto que existan todas estas contradicciones". Pero él mismo duda de su calidad humana llamándose "gusano insignificante", ya que finalmente él mismo ha menospreciado a los camareros...Lo que más me gusta es la conclusión final, cuando se da cuenta de que el pobre vagabundo quizá no sea tan pobre, puede que tenga más capacidad para ser feliz que cualquiera de las 100 personas que le despreciaron en el hotel. No deja de ser un consuelo.
Y entonces, él también ha "respondido a las exigencias de la armonía de lo eterno y de lo infinito". Es decir, ha mirado con esos mismos "ojos divinos" las contradicciones que en un momento dado se atrevió a cuestionar (experimentándolas sin apenas darse cuenta).
Y entonces aquí la crítica iría más allá, hacia una escala de la que sólo se nos da una pequeña muestra... ¡Y que cada quien saque sus propias conclusiones!
Bueno, he tenido que leer dos o tres veces ese último párrafo, que me ha dejado así...
Sin ver sus propias miserias. Qué cerrazón la de esas gentes, ¿de qué les sirve todo lo que tienen si no saben "vivirlo", ni reconocer la esencia de la vida? Son más miserables que nadie, y lo peor es que no lo saben, no alcanzan a comprenderlo. Se ríen de quien no está a sus alturas, pero no analizan situaciones.Babel escribió:Y lo peor es que encima se reían de él.Andromeda escribió:Babel escribió:Oye sí..., personas completamente insensibles.Si esto es así no resulta tan chocante la reacción que tuvieron esas personas respecto al cantante (eso sí, bien que se quedaron a escuchar todas las canciones )
Quienes son más despreciables son los camareros. Y el portero. Esos sí que viven bajo las suelas, con esa actitud. La friegaplatos puede que se salve ( no queda claro si su intervención se debe a su criterio o a darme la razón al príncipe para evitar escándalos ), pero al menos sirve para demostrar que todo es cuestión de la moral de cada cual.
Yo creo que sí, sí con esas diferencias de status, que parecían superadas en la sociedad actual. No por cómo se vista, que también, sino por el dinero y la posición, en general. Y el egoísmo tan exagerado.Andromeda escribió: Lo desconcertante que resulta encontrar a ese tipo de personas:
-Es extraño pensar que tal vez esos seres que están sentados unos junto a otros, ignorándose, podrían llegar a ser amigos inmejorables y felices amantes.
De verdad que me llama la atención este hecho, ¿será que es la misma sociedad anquilosa la predisposición humana a compartir y a darse a los demás, en aras del status, la "elegancia" y a saber qué más?
A los ingleses los machaca, le pasa como con los médicos.
1
- Babel
- Vivo aquí
- Mensajes: 8258
- Registrado: 03 Mar 2007 23:54
- Ubicación: donde regresa siempre el fugitivo
- Contactar:
La escena en el bar del hotel me pareció indignante por el comportamiento de esos dos , aunque el príncipe debió suponer que serían momentos tensos... pero aún así quiso darles en las narices a todos.Hypathia escribió:Quienes son más despreciables son los camareros. Y el portero. Esos sí que viven bajo las suelas, con esa actitud.
Si, se le nota mucho la manía que les tiene.A los ingleses los machaca, le pasa como con los médicos.
Ah! ¿Os habéis fijado en la traducción? A mí me parece bastante buena. O será que estoy con otro libro con una traducción bastante mala y noto mucho la diferencia.
- Babel
- Vivo aquí
- Mensajes: 8258
- Registrado: 03 Mar 2007 23:54
- Ubicación: donde regresa siempre el fugitivo
- Contactar:
Ay, tramposilla, que no nos esperas con la excusa del imsomnio. Bueno, yo también les he echado un vistazo, son tan cortitas... y tan repreciosas...Hypathia escribió:Anoche no podía dormir y me lié con los fragmentos de "Nuevo abecedario" y las "Fábulas" y son una fantasía. Tienen un estilo tan sencillo y tan directo, que una mala traducción se notaría muchísimo.
Como ahora soy invisible, ya comentaré cuando lo termine. Por de pronto, tenía apuntada la primera cita que ha hecho Babel.
En las primeras páginas me ha parecido que tenía un marcado toque de romanticismo en las sensaciones que describe ante la llegada a un lugar desconocido o que le provoca, en distintos sentidos que van desde el éxtasis a la depresión, la visión del paisaje o el ambiente que le rodea. O tal vez sea sólo expresión del apasionamiento que suelen tener los rusos pero en cualquier caso, me ha llamado la atención y me ha gustado, ya pondré algunos ejemplos si puedo.
En las primeras páginas me ha parecido que tenía un marcado toque de romanticismo en las sensaciones que describe ante la llegada a un lugar desconocido o que le provoca, en distintos sentidos que van desde el éxtasis a la depresión, la visión del paisaje o el ambiente que le rodea. O tal vez sea sólo expresión del apasionamiento que suelen tener los rusos pero en cualquier caso, me ha llamado la atención y me ha gustado, ya pondré algunos ejemplos si puedo.