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Devorita al final te animas a la relectura?
Las amistades peligrosas - Choderlos de Laclos
Moderador: natura
Bueno, ayer decidí que o lo terminaba o lo terminaba, asi que le di un buen tirón, no porque me gustara sino porque estoy deseando que se acabe. 
Las últimas cartas que voy leyendo están más interesantes, todo hay que decirlo. Voy a empezar la carta 100, ya me queda menos de la mitad para terminar al fiiiin.
Las últimas cartas que voy leyendo están más interesantes, todo hay que decirlo. Voy a empezar la carta 100, ya me queda menos de la mitad para terminar al fiiiin. Te puedes quedar sin conversación, pero nunca te quedarás sin canciones Lemmy
Al fiiiin, he terminado el libro. He estado toda la tarde leyendo, toda la tarde para 100 páginas miserables que me quedaban. La verdad que hacia el final se pone interesante y engancha más. No puedo decir que me ha gustado gustado, pues me ha costado leerlo, el género epistolar no es lo mío está claro, a no ser que sea en pequeñas dosis. Pero vaya, es un libro pasable...
Y una de las pocas ocasiones que me gustó más la película que el libro, hablo de "Las Amistades Peligrosas" con John Malkovich, Glenn Close y Michelle Pfeiffer. Donde también sale un joven Keanu Reeves dando vida a Danceny, y una joven Uma Thurman haciendo de Cecilia.
La otra versión, la de Colin Firth, no la he visto.
Pero vaya, es un libro pasable...
Y una de las pocas ocasiones que me gustó más la película que el libro, hablo de "Las Amistades Peligrosas" con John Malkovich, Glenn Close y Michelle Pfeiffer. Donde también sale un joven Keanu Reeves dando vida a Danceny, y una joven Uma Thurman haciendo de Cecilia.
La otra versión, la de Colin Firth, no la he visto.
Te puedes quedar sin conversación, pero nunca te quedarás sin canciones Lemmy
Esa versión es genial, aunque sólo sea por el duelo verbal entre Malkovich y Close
Un libro es un mundo por descubrir.
¿No sabes qué regalar estas navidades? Echa un vistazo a Los mohicanos de París I y II, de Dumas y El huésped y otros cuentos, de Morales en www.osapolar.es
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Terminado el libro, puedo decir que en general me ha gustado, pero no me ha encandilado especialmente. Quizás no he aprovechado tanto su lectura por el hecho de haberlo leído en una época de baja forma lectora.
Si lo hubiera leído en otro momento igual me hubiera gustado más.
La historía en sí puede atraer, pero depués los personajes no me llamaron la atención especialmente, no me llegaron a atrapar, si tuviera que destacar algunos serían la marquesa de Merteuil y el vizconde Valmont, un dúo sin desperdicio (en mi opinión los personajes más trabajados). Son los que maquinan todo y dan sorpresas en la trama. Y después estarían Cecilia y Danceny, que me parecieron muy contradictorios
El final se hace más interesante al ser inesperado y llevarnos algunas sorpresas con los personajes Tendré que ver la película para ver como queda todo reflejado.
Recomendable.
Puntuación: 6,5
Si lo hubiera leído en otro momento igual me hubiera gustado más.
La historía en sí puede atraer, pero depués los personajes no me llamaron la atención especialmente, no me llegaron a atrapar, si tuviera que destacar algunos serían la marquesa de Merteuil y el vizconde Valmont, un dúo sin desperdicio (en mi opinión los personajes más trabajados). Son los que maquinan todo y dan sorpresas en la trama. Y después estarían Cecilia y Danceny, que me parecieron muy contradictorios
El final se hace más interesante al ser inesperado y llevarnos algunas sorpresas con los personajes
Tendré que ver la película para ver como queda todo reflejado.
Recomendable.
Puntuación: 6,5
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“¿Ha olvidado que el amor es, como la medicina, solamente el arte de ayudar a la naturaleza? Vea que le combato con sus propias armas; pero no me engreiré, porque combato a un hombre en tierra. Es preciso que se entregue ella misma, dice usted. Seguramente es preciso; así es que se entregará como las otras, pero ésta con mala gracia. Mas para que se entregue, es menester empezar por tomarla. ¡Oh, cómo esa ridícula distinción es un desvarío del amor! Digo amor, porque está usted enamorado, y hablarle de otro modo, sería engañarlo y resultaría su mal.”
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“En este mismo momento soy todavía juguete de un error muy parecido. Acaso crea usted que me he puesto a escribirle para ocuparme de ella. Nada de eso; ha sido por distraerme de este asunto. Tengo cien cosas que decirle, de las que usted no es el objeto, y que como sabe, me interesan vivamente; y de éstas, es, sin embargo, de las que me he apartado. ¿Desde cuándo el encanto de la amistad distrae de los del amor? ¡Ah! Si yo reflexionase esto detenidamente, tal vez tuviera que hacerme algún reproche. Pero, silencio; olvidemos esta ligera falta, por temor de volver a caer en ella, y que mi propia amiga lo ignore.
Además, ¿por qué no está usted ahí para contestarme, para guiarme si me extravío, para hablarme de mi Cecilia, para aumentar, si es posible, la felicidad que al amarla siento, con la dulce idea de que es amiga suya la mujer a quien amo? Sí, lo confieso; el amor que ella me inspira es para mí más precioso todavía desde que usted ha querido escuchar mis confidencias. ”
Además, ¿por qué no está usted ahí para contestarme, para guiarme si me extravío, para hablarme de mi Cecilia, para aumentar, si es posible, la felicidad que al amarla siento, con la dulce idea de que es amiga suya la mujer a quien amo? Sí, lo confieso; el amor que ella me inspira es para mí más precioso todavía desde que usted ha querido escuchar mis confidencias. ”
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“¡Quién no se espanta al considerar los males que puede acarrear una amistad peligrosa! y ¡qué penas no nos evitaríamos teniendo más reflexión! ¿Qué mujer no huiría ante la primera proposición de un seductor? ¿Qué madre podría ver, sin temblar, que hablaba a su hija otra persona que no fuese ella? Pero estas tardías reflexiones no llegan nunca, sino después del acontecimiento; y una de las verdades más importantes y más generalmente reconocidas, permanece ahogada, y no se practica en el torbellino de nuestras frívolas costumbres. ”
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" Ya se imagina vuestra merced que, como hacen todas las jóvenes, yo procuraba adivinar en qué consistía el amor y sus placeres; pero no habiendo estado nunca en el convento, no teniendo una buena amiga, y vigilada siempre por mi cuidadosa madre, no tenía sino ideas vagas... Mi cabeza sola fermentaba; no deseaba yo gozar sino saber, y el deseo de instruirme me sugirió los medios. "
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zZZzzzZZZZzzz... me pareció un taladro.