El reino de los árboles
Maldiciones ambiguas. Cielo incierto. Envidia mutilada.
Manos de sangre, cientos de oxígenos.
Tremendas tormentas. Paraguas inverosímiles, lluvia delicada.
Trenes de hojalata. Migas y hormigas. Pan seco en el suelo de una antigua casa. Autómatas refrigerándose, androides deleitándose, cuerpos humanos encendiéndose.
Mil árboles reinan el reino de los dioses, y las alas de los son ligeras como un espejo arenoso y milagroso.
Tú estás bien, ¿Verdad? Yo no lo sé. Porque, ¿Qué es “estar bien”? ¿Flotar encima de un mar de pinchos encerados?
Troncos huecos llenos de moho, insectos y setas. Un maestro y dos pizarras. Sangrando. Sangrando tiza, pirámides y cuchillos.
Mil ramas nos protegen de la lluvia, la lluvia de la pintura azul.
Los estratos están contentos, los anillos de Urano también. ¿Y las moscas? Pegadas en la ventana. ¿Tractores? No, camiones. Camiones y trenzas azules conduciéndolos.
Cementerios. Cementerios en los que se conserva la vida en lugar de la muerte. Cementerios. Luz gris y cementerios verdes.
Todo duerme en los cementerios, los Cementerios Verdes, los cementerios de la Vida, los cementerios donde nos engendramos todos.
El reino de los árboles
Re: El reino de los árboles
Mira, este tiene algo mas de vidilla
Nuestra editorial: www.osapolar.es
Si cedes una libertad por egoísmo, acabarás perdiéndolas todas.
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