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"Hacia 1941, se me ocurrió la invención de un escritor irlandés, Heber Finn, y en algún diario de entonces publiqué un folletón que se titulaba El teatro de Heber Finn, donde daba cuenta de la existencia de unas cuantas piezas teatrales que yo atribuía al autor inexistente, y que, de seguir adelante el fraude, hubiera publicado como traducidas por mí. Se trataba, indudablemente, de escritos personales y entre ellos figuraba ya el Hostal de los dioses amables", nos dice Torrente ballester en el prólogo para ésta edición.
En un tiempo en que los hombres no creen en los dioses ni en nada, debido a la pérdida de los valores más elementales, los dioses deciden intervenir en los asuntos humanos. Asistimos pues a la peripecia existencial de unos dioses humanizados enfrentados a la vacuidad de la vida del hombre moderno.
Gonzalo Torrente Ballester dota los diálogos de humor con la maestría que le caracteriza. Como él mismo afirma: "De aquellos tiempo ya lejanos, en que inventé la historia que aquí se cuenta, me queda solamente el humor. Lo demás, y muy especialmente cualquier trascendentalismo, se ha ido no sé adónde, adonde se van los propósitos buenos o malos de los artistas".
Siento no haber encontrado otra imágen. Ya le haré una foto con la cámara y lo veremos mejor, pero la portada me encanta.
Silba la calandria y nos sorprende en vela, amuchados, con ganas de seguir.
Ya la he terminado (es una novela breve). Me lo he pasado muy bien leyéndola.
Me gusta mucho la idea y me he divertido con la mayoría de los avatares de los dioses bajo su disfraz humano.
Como ya me ha pasado en alguna otra novela del autor mi sensación es que sus fuertes son la imaginación, las ocurrencias que tiene, y el humor con que las plantea y desarrolla; pero, una vez que ha montado todo el tinglado y ha encandilado al lector, flojea un poco en el desenlace.
En algunos tramos, he encontrado su prosa algo correosa y he tenido que releer para enterarme bien. Cierto es que venía de leer a Galdós y el listón prosístico de don Benito es muy, muy alto.