Kirmen Uribe
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Kirmen Uribe
Kirmen Uribe (Ondárroa, Vizcaya, 5 de octubre de 1970), escritor español que escribe en euskera.
ació en una familia vinculada a la pesca. Uribe se licenció en Filología Vasca en Vitoria y cursó estudios de postgrado de Literatura Comparada en Trento (Italia). Su primer premio literario importante lo recogió en 1995 cuando estaba cumpliendo condena por ser insumiso y negarse a ir al servicio militar obligatorio. El 14 de octubre de 2009 se le concedió el Premio Nacional de Narrativa 2009 por su obra Bilbao-New York-Bilbao
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Re: Kirmen Uribe
Mayo
Mira, ha entrado mayo,
Ha extendido su párpado azul sobre el puerto.
Ven, hace tiempo que no sé de ti,
Se te ve tembloroso, como esos gatitos que ahogamos siendo niños.
Ven, y hablaremos de las cosas de siempre,
Del valor que tiene ser amable,
De la necesidad de arreglárselas con las dudas,
De cómo llenar los huecos que tenemos dentro.
Ven, siente en tu rostro la mañana,
Cuando estamos tristes, todo nos parece oscuro;
Cuando estamos fuertes, el mundo se desmigaja.
Cada uno de nosotros guarda algo desconocido de las vidas ajenas,
Sea un secreto, un error o un gesto.
Ven y pondremos verdes a los vencedores,
Saltaremos desde el puente riéndonos de nosotros mismos.
Contemplaremos en silencio las grúas del puerto,
Porque estar juntos en silencio es
La mejor prueba de la amistad.
Vente conmigo, quiero cambiar de país,
Dejar este cuerpo mío a un lado
Y meterme contigo en una concha,
Con nuestra pequeñez, como los bígaros.
Ven, te espero,
Continuaremos la historia interrumpida hace un año,
Como si no tuvieran un círculo más
los abedules blancos de la rivera.
Mira, ha entrado mayo,
Ha extendido su párpado azul sobre el puerto.
Ven, hace tiempo que no sé de ti,
Se te ve tembloroso, como esos gatitos que ahogamos siendo niños.
Ven, y hablaremos de las cosas de siempre,
Del valor que tiene ser amable,
De la necesidad de arreglárselas con las dudas,
De cómo llenar los huecos que tenemos dentro.
Ven, siente en tu rostro la mañana,
Cuando estamos tristes, todo nos parece oscuro;
Cuando estamos fuertes, el mundo se desmigaja.
Cada uno de nosotros guarda algo desconocido de las vidas ajenas,
Sea un secreto, un error o un gesto.
Ven y pondremos verdes a los vencedores,
Saltaremos desde el puente riéndonos de nosotros mismos.
Contemplaremos en silencio las grúas del puerto,
Porque estar juntos en silencio es
La mejor prueba de la amistad.
Vente conmigo, quiero cambiar de país,
Dejar este cuerpo mío a un lado
Y meterme contigo en una concha,
Con nuestra pequeñez, como los bígaros.
Ven, te espero,
Continuaremos la historia interrumpida hace un año,
Como si no tuvieran un círculo más
los abedules blancos de la rivera.
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Re: Kirmen Uribe
Qué bien que cuelgas a Kirmen Uribe, me gusta mucho, gracias Madison cuelgo dos poemas
VISITA
La heroína es tan dulce como hacer el amor,
decía ella en otro tiempo.
Los médicos dicen que no ha ido a peor,
día va día viene, y que nos lo tomemos con calma.
Pero hace ya un mes que no ha vuelto a despertar,
desde la última operación.
Sin embargo seguimos visitándola todos los días
en el sexto box de la unidad de cuidados intensivos.
Al entrar, el enfermo de la cama de enfrente lloraba,
no ha venido nadie a visitarme, le decía a la enfermera.
Hace ya un mes que no oímos la voz de mi hermana.
No veo como antes toda la vida por delante,
nos decía,
no quiero promesas, no quiero disculpas,
tan sólo un gesto de amor.
Ahora sólo le hablamos mi madre y yo.
Mi hermano, antes, no decía gran cosa;
ahora ni siquiera aparece.
Mi padre se queda en la puerta, callado.
No duermo por las noches, nos decía mi hermana,
tengo miedo a dormirme, miedo a las pesadillas.
Las agujas me hacen daño y tengo frío,
el suero me enfría las venas.
Si pudiera huir de este cuerpo podrido.
Mientras tanto cógeme la mano, decía,
no quiero promesas, no quiero disculpas,
tan sólo un gesto de amor.
TECNOLOGÍA
Mi abuelo no sabía leer, tampoco
sabía escribir. Sin embargo, era conocido
por las historias que contaba. Él encendía,
rodeado de críos, las fogatas de San Juan.
La caligrafía de mi padre era inclinada, elegante.
Tejía el papel con precisión,
Como si esculpiera sobre la pizarra.
Todavía tengo la postal que envió desde la mili:
"Yo bien, tú bien,
mándame cien".
Nosotros mandamos
mensajes electrónicos.
Es cierto: en tres generaciones hemos recorrido
un largo trecho en la historia de la escritura.
De todas formas, las preocupaciones, los miedos
son los mismos de siempre, y lo seguirán siendo:
"Yo bien, tú bien..."
VISITA
La heroína es tan dulce como hacer el amor,
decía ella en otro tiempo.
Los médicos dicen que no ha ido a peor,
día va día viene, y que nos lo tomemos con calma.
Pero hace ya un mes que no ha vuelto a despertar,
desde la última operación.
Sin embargo seguimos visitándola todos los días
en el sexto box de la unidad de cuidados intensivos.
Al entrar, el enfermo de la cama de enfrente lloraba,
no ha venido nadie a visitarme, le decía a la enfermera.
Hace ya un mes que no oímos la voz de mi hermana.
No veo como antes toda la vida por delante,
nos decía,
no quiero promesas, no quiero disculpas,
tan sólo un gesto de amor.
Ahora sólo le hablamos mi madre y yo.
Mi hermano, antes, no decía gran cosa;
ahora ni siquiera aparece.
Mi padre se queda en la puerta, callado.
No duermo por las noches, nos decía mi hermana,
tengo miedo a dormirme, miedo a las pesadillas.
Las agujas me hacen daño y tengo frío,
el suero me enfría las venas.
Si pudiera huir de este cuerpo podrido.
Mientras tanto cógeme la mano, decía,
no quiero promesas, no quiero disculpas,
tan sólo un gesto de amor.
TECNOLOGÍA
Mi abuelo no sabía leer, tampoco
sabía escribir. Sin embargo, era conocido
por las historias que contaba. Él encendía,
rodeado de críos, las fogatas de San Juan.
La caligrafía de mi padre era inclinada, elegante.
Tejía el papel con precisión,
Como si esculpiera sobre la pizarra.
Todavía tengo la postal que envió desde la mili:
"Yo bien, tú bien,
mándame cien".
Nosotros mandamos
mensajes electrónicos.
Es cierto: en tres generaciones hemos recorrido
un largo trecho en la historia de la escritura.
De todas formas, las preocupaciones, los miedos
son los mismos de siempre, y lo seguirán siendo:
"Yo bien, tú bien..."
Re: Kirmen Uribe
A mi me encanta también, hay una que no he encontrado, no se como se titula pero habla del mercado, de ir al mercado
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Re: Kirmen Uribe
Igual es ésta, ya me dirás
EN EL SUPERMERCADO
Aunque han comenzado los bombardeos,
no he notado un especial nerviosismo
en el supermercado. La gente no amontona
en sus carros leche, huevos, patatas y aceite.
Cuando llega a la altura de la caja,
el hombre que está delante responde con una sonrisa
al alegre saludo de la cajera: "Buenos días".
Entonces han entrado dos magrebíes,
y todos nos hemos quedado mirándolos.
De pronto, un estrépito: al hombre se le ha roto
la bolsa, y su fruta se desparrama por el suelo.
Las heridas de las peras golpeadas no se pueden cerrar.
EN EL SUPERMERCADO
Aunque han comenzado los bombardeos,
no he notado un especial nerviosismo
en el supermercado. La gente no amontona
en sus carros leche, huevos, patatas y aceite.
Cuando llega a la altura de la caja,
el hombre que está delante responde con una sonrisa
al alegre saludo de la cajera: "Buenos días".
Entonces han entrado dos magrebíes,
y todos nos hemos quedado mirándolos.
De pronto, un estrépito: al hombre se le ha roto
la bolsa, y su fruta se desparrama por el suelo.
Las heridas de las peras golpeadas no se pueden cerrar.
Re: Kirmen Uribe
O igual es ésta , la encontré en internet, no está en "Mientras tanto cógeme la mano"
Un libro
Un día mi madre
me llevó al mercado,
allí me compró un pollito.
Estaba dentro
de una caja de cartón.
Mi madre puso la caja en mis manos.
Podía sentir
las pequeñas patas del pollito
en las palmas de mis manos.
Un libro es eso:
una caja de cartón
con algo vivo dentro.
Un libro
Un día mi madre
me llevó al mercado,
allí me compró un pollito.
Estaba dentro
de una caja de cartón.
Mi madre puso la caja en mis manos.
Podía sentir
las pequeñas patas del pollito
en las palmas de mis manos.
Un libro es eso:
una caja de cartón
con algo vivo dentro.
Re: Kirmen Uribe
EL CEREZO
Ha muerto el cerezo de casa,
el que veíamos en flor desde la ventana,
¿te acuerdas?
Tan frágil frente a ese mar inmenso.
El cerezo es un árbol delicado.
Me lo decía mi tío, ya sabes,
el que nos enseñaba dónde hacían sus nidos
las golondrinas.
El cerezo no suele vivir
más allá de veinticinco años.
El perro de casa también ha muerto.
Bueno, lo mató el veterinario con una inyección.
Enloqueció de la noche a la mañana.
Al principio no quería salir de la caseta.
Luego empezó a matar ovejas y a morder a los de casa.
Murieron poco después de que murieras tú.
Kirmen Uribe
Me encanta
Ha muerto el cerezo de casa,
el que veíamos en flor desde la ventana,
¿te acuerdas?
Tan frágil frente a ese mar inmenso.
El cerezo es un árbol delicado.
Me lo decía mi tío, ya sabes,
el que nos enseñaba dónde hacían sus nidos
las golondrinas.
El cerezo no suele vivir
más allá de veinticinco años.
El perro de casa también ha muerto.
Bueno, lo mató el veterinario con una inyección.
Enloqueció de la noche a la mañana.
Al principio no quería salir de la caseta.
Luego empezó a matar ovejas y a morder a los de casa.
Murieron poco después de que murieras tú.
Kirmen Uribe
Me encanta
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Re: Kirmen Uribe
Nacer
Naciste a mis ojos con trece años.
Así, de repente.
Fue un nacimiento muy original,
pues naciste mientras cenábamos una pizza.
No hubo embarazos,
ni noches en vela, ni pañales.
No te llevé a la escuela tu primer día,
cogido de mi mano.
No te enseñe a jugar al escondite
ni al juego del truquemé.
No te llevé a la playa
a ver a aquel delfín enfermo.
Pero te prometo que quisiera haber hecho todo aquello,
y que todos los días lo echo en falta.
Pero naciste con trece años,
así, de repente, y con una pizza.
Sé que en realidad viniste al mundo
en una fría primavera en Dinamarca.
Y que los prados estaban helados en tu día.
Sé que tienes padre,
que tienes gente que te quiere a tu alrededor,
Amigos, primos, tías, abuelos
y cómo no, una madre.
Y es que nadie es sólo para uno mismo,
hay que aprender a compartir a aquellas personas que amamos.
Y yo soy otro más, el último en aparecer a la fila.
Sólo te diré,
que soy yo el niño cuando estoy contigo,
y que aprendo mucho cuando estoy junto a ti,
como si no tuviera ni idea del juego del truquemé,
como si fuera la primera vez que veo a un delfín enfermo.
Sólo te diré,
que tú has nacido de verdad para mí,
aunque hayas nacido con trece años,
así, de repente, y con una pizza.
Kirmen Uribe
Naciste a mis ojos con trece años.
Así, de repente.
Fue un nacimiento muy original,
pues naciste mientras cenábamos una pizza.
No hubo embarazos,
ni noches en vela, ni pañales.
No te llevé a la escuela tu primer día,
cogido de mi mano.
No te enseñe a jugar al escondite
ni al juego del truquemé.
No te llevé a la playa
a ver a aquel delfín enfermo.
Pero te prometo que quisiera haber hecho todo aquello,
y que todos los días lo echo en falta.
Pero naciste con trece años,
así, de repente, y con una pizza.
Sé que en realidad viniste al mundo
en una fría primavera en Dinamarca.
Y que los prados estaban helados en tu día.
Sé que tienes padre,
que tienes gente que te quiere a tu alrededor,
Amigos, primos, tías, abuelos
y cómo no, una madre.
Y es que nadie es sólo para uno mismo,
hay que aprender a compartir a aquellas personas que amamos.
Y yo soy otro más, el último en aparecer a la fila.
Sólo te diré,
que soy yo el niño cuando estoy contigo,
y que aprendo mucho cuando estoy junto a ti,
como si no tuviera ni idea del juego del truquemé,
como si fuera la primera vez que veo a un delfín enfermo.
Sólo te diré,
que tú has nacido de verdad para mí,
aunque hayas nacido con trece años,
así, de repente, y con una pizza.
Kirmen Uribe
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Re: Kirmen Uribe
Si pudiera huir de este cuerpo podrido.
Mientras tanto dame la mano, decía,
no quiero promesas, no quiero disculpas,
tan sólo un gesto de amor.
Kirmen Uribe
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Re: Kirmen Uribe
Los peces y los árboles se parecen.
Se parecen en los anillos, si hiciéramos un corte horizontal a un árbol veríamos sus anillos en el tronco. Un anillo por cada año transcurrido, es así como se sabe la edad del árbol. Los peces también tienen anillos pero en las escamas. Y al igual que sucede con los árboles, gracias a ellos sabemos cuántos años tiene el animal.
Los peces nunca dejan de crecer. Nosotros no, nosotros menguamos a partir de la madurez. Nuestro crecimiento se detiene, y los huesos comienzan a juntarse. El cuerpo se encoge. Los peces, sin embargo, crecen hasta que se mueren. Más rápido cuando son jóvenes y, a partir de cierta edad, más lentamente, pero sin dejar nunca de crecer. Y por eso tienen anillos en las escamas...
Bilbao-New York-Bilbao
Se parecen en los anillos, si hiciéramos un corte horizontal a un árbol veríamos sus anillos en el tronco. Un anillo por cada año transcurrido, es así como se sabe la edad del árbol. Los peces también tienen anillos pero en las escamas. Y al igual que sucede con los árboles, gracias a ellos sabemos cuántos años tiene el animal.
Los peces nunca dejan de crecer. Nosotros no, nosotros menguamos a partir de la madurez. Nuestro crecimiento se detiene, y los huesos comienzan a juntarse. El cuerpo se encoge. Los peces, sin embargo, crecen hasta que se mueren. Más rápido cuando son jóvenes y, a partir de cierta edad, más lentamente, pero sin dejar nunca de crecer. Y por eso tienen anillos en las escamas...
Bilbao-New York-Bilbao
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Re: Kirmen Uribe
El pequeño transistor
Pidió su pequeño transistor,
quería escuchar las noticias
mientras estaba en el hospital.
La política era sagrada para su generación.
De niños siempre nos hacía callar
a la hora de las noticias.
Enfermó antes de la ruptura del proceso de paz.
Se le veía preocupada, notaba que la enfermedad
avanzaba por su cuerpo y su país.
Un día apagó para siempre el transistor.
No quería malas noticias.
Aunque tratábamos de animarla,
"todo se andará",
sabíamos, y ella más que nosotros,
que todo se iba a torcer.
No conoció en fin del proceso.
Al principio, yo mismo encendía
su pequeño transistor,
pero las palabras que salían de él
se me hacían extrañas e incomprensibles,
tan incomprensibles como una historia clínica.
Ahora prefiero estar en silencio, sin transistor,
y tratar de recordar su dulce voz;
"todo se andará".
Pidió su pequeño transistor,
quería escuchar las noticias
mientras estaba en el hospital.
La política era sagrada para su generación.
De niños siempre nos hacía callar
a la hora de las noticias.
Enfermó antes de la ruptura del proceso de paz.
Se le veía preocupada, notaba que la enfermedad
avanzaba por su cuerpo y su país.
Un día apagó para siempre el transistor.
No quería malas noticias.
Aunque tratábamos de animarla,
"todo se andará",
sabíamos, y ella más que nosotros,
que todo se iba a torcer.
No conoció en fin del proceso.
Al principio, yo mismo encendía
su pequeño transistor,
pero las palabras que salían de él
se me hacían extrañas e incomprensibles,
tan incomprensibles como una historia clínica.
Ahora prefiero estar en silencio, sin transistor,
y tratar de recordar su dulce voz;
"todo se andará".
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Re: Kirmen Uribe
...
Las cosas que son perfectas
me dan miedo,
no me gustan.
Tengo la letra torcida,
y el paso más aún,
aunque mucho me esfuerce.
Las cosas que son perfectas
me dan miedo,
no me gustan.
Tengo la letra torcida,
y el paso más aún,
aunque mucho me esfuerce.
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