Hace dos semanas le eché un vistazo al texto de la contraportada, y enseguida me atrajo mucho. Dudé unos instantes, pues temí que el paralelismo entre la historia del libro y mi propia historia personal (mi padre murió hace dos años) me dejara para el arrastre, y finalmente me decidí a comprarlo, en parte para ponerme a prueba a mí mismo y en parte porque el libro tenía muy buena pinta.
He tardado como dos semanas en atreverme a hincarle el diente. Me lo he leído en tres sesiones (tiene 200 paginillas). Ayer leí de 11 a 12 de la noche las últimas páginas.
El libro me ha parecido buenísimo. Es el relato más valiente que he visto en mi vida: el autor desnuda su relación con su padre, sin contarnos todo, pero enseñándonos sus interioridades más duras. Por qué se distanció de él, las mezquindades y egoísmos de su padre, su cabezonería (la del autor) a la hora de albergar rencor durante décadas, su amor, a pesar de todo esto, que seguía ahí, la necesidad de reconocimiento por parte del padre. Brutal. Implacable, de principio a fin. No es una novela. Es una especie de biografía (del padre) y autobiografía (del autor). Pasa revista, se cobra facturas, paga sus deudas. Cierra el círculo, hace el duelo, da hostias y recibe tortas de la vida. Lo que queda por detrás es un “
cómo me hubiera gustado que mi padre me hubiera hecho más casito y dado más amor, y que tonto fui no perdonándole que no me hubiera hecho más casito y más amor”.
Y luego, viene la parte que debería ir en el un apartado "confesiones", pero que pongo aquí: el padre del autor nació en 1940. El mío en 1943. El padre del autor murió en 2007 y escribió el libro dos años después, en 2009. Mi padre murió en diciembre 2009, y leí el libro dos años después. Su padre estuvo enfermo en Navidad y murió poco después. El mío también. Aunque las circunstancias vitales del autor y su padre fueran muy diferentes (el suyo se divorció de su madre cuando él era pequeño, el mío estuvo con nosotros toda la vida, y no fue un padre ausente sino todo lo contrario, mi padre no murió de cáncer), los rasgos del carácter fueran muy diferentes… algunas cosas me hicieron pensar mucho en mi vida, en mi padre, en su muerte. El padre del libro está rellenito (como mi padre), tiene barba (como mi padre) y comparte con mi padre algunos rasgos (los positivos).
En resumen, a pesar de que la historia del autor y la mía son muy diferentes, el libro, repito, me partió en dos. Han sido tres noches de cerrar el libro y no poder dormir. Ayer lo cerré llorando como un loco. Pero ha sido un sufrir sanador, creo.
Ahora, los “peros”:
-Está escrito de una manera un poco “antigua” (no se me ocurre otra forma de describir cómo escribe el autor, pese a ser joven, el libro parece escrito en 1950).
-No es para todos los gustos. Habrá gente que no se sienta interesada en absoluto en la relación padre-hijo entre un escritor y un pintor a los que no conoce de nada (yo no había leído otras novelas del autor y no conocía la obra pictórica del padre), y que se aburra como una ostra.
-Si has pasado por un cáncer de un familiar cercano el libro puede ser dinamita mental.
-Las cuestiones económicas están -para mi gusto- demasiado presentes en la historia (reproches, herencias, dinero que se pide y no se presta…) y está claro que el dinero tuvo mucho peso en la relación entre padre e hijo, pero me sobra un poco tanta mención a estas pequeñas disputas económicas.
Una entrevista con el autor, a raíz de la publicación del libro, para quien quiera profundizar más:
http://www.elpais.com/articulo/portada/ ... por_12/Tes
PD: El autor se refiere en el libro varias veces a su abuelo escritor. Y resulta que ese abuelo es Gonzalo Torrente Ballester, un señor que escribía como los ángeles.