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Título: El caso Benson/El Crimen Benson Título original:The Benson muder case Autor: S. S. Van Dine
El caso Benson es la primera novela de la serie de Philo Vance escrita por S.S. Van Dine, la cual se volvió un best-seller.
La novela estávagamente basada en un hecho real, que había aparecido en los titulares de los diarios, el asesinato no resuelto de un experto jugador de bridge, y que muchas personas la consideran una novela con clave.
El misterioso asesinato de Benson (1926) es la primera de las novelas protagonizadas por Philo Vance, un personaje que Van Dine creó en la cama, cuando se recuperaba de una enfermedad. Basada en el asesinato real de Joseph Browne Elwell, un famoso jugador de bridge, la obra nos presenta a un excéntrico detective aficionado, amigo de los métodos deductivos (absolutamente novedosos en la época), que resuelve un complicado caso gracias a su cerebro y su fino olfato para comprender las sutilezas de la psicología humana.
The Benson Murder Case
Traducción de María Robledano
Colección: Literatura
Páginas: 312
Formato: 13 x 20 rústica con sobrecubierta y cuadernillos cosidos
Precio: 19,95 €
ISBN-13: 978-84-15973-83-6
Reino de Cordelia escribió:Alvin Benson, agente de Wall Street, es asesinado de forma misteriosa en su lujoso domicilio de la calle 48. Así arranca el primer caso del sofisticado y pedante detective Philo Vance que, ayudado por su fiel amigo y empleado S. S. Van Dine, pone su inteligencia deductiva al servicio de su íntimo amigo John F. X. Markham, fiscal del distrito de Nueva York. Con su impecable monóculo de dandy y una bien ganada reputación de cínico, Philo es uno de esos tipos que solo experimenta emociones intelectuales y que lleva una vida de perfecto dilettante: se levanta tarde, frecuenta las galerías de arte, va al teatro y a la ópera, viaja mucho, esquía en Suiza y navega por el Mediterráneo. Y solo él es capaz de resolver los misterios criminales que se le atascan a la Policía. Llevada al cine en numerosas ocasiones, con William Powell, en el papel de Philo Vance, esta serie policíaca que alcanzó fama internacional en todo el mundo, se ofrece ahora en una nueva traducción que hace justicia al texto original.
Lo he leído en la nueva edición de Reino de Cordelia, magníficamente presentada, como todos los libros de esta editorial. No conocía al autor, y me ha sorprendido agradablemente, aunque para mi que alarga un poco la trama para lucimiento de su protagonista y su método psicológico de resolución de misterios.
Convengo con Alf. Es una apreciable novela policíaca, aunque no impecable. Posee un primer tercio magnífico. Después la cosa se va alargando y enfangando de una manera un tanto sorprendente si consideramos que luego Philo Vance asegura que a los diez minutos de llegar a la escena del crimen él ya sabía la identidad del culpable. Pero el caso es que la parte intermedia se hace algo aburrida. Luego remonta, hacia la tercera parte.
En una línea claramente sherlockiana, si bien con un Watson mudo. Con mapitas y gráficos de los lugares, muy claros y bonitos todos. Lo más sorprendente de la novela es que la Fiscalía del Estado de Nueva y York y el cuerpo de policía de la ciudad no asesinen a Philo Vance en algún momento. En un tumulto, con cuchillos y metralletas. Los lectores lo hubiéramos comprendido y ante un tribunal hubiéramos testificado a su favor. La paciencia del pobre fiscal Markham supera a la del santo Job. La legión de detectives, por otro lado, es tratada a patadas; lo sabuesos son de esos que les señalas la luna y se quedan mirando el dedo. Parece ser que los policías son escogidos por el volumen que ocupan en el espacio. Como el arte americano, dice Vance.
La edición de Reino de Cordelia sí que es impecable. Difícil de superar. Hay que conservar el estupendo folleto que le acompaña, con las famosas reglas que dio Van Dine para escribir novelas policíacas. Ante algunas normas sólo cabe asentir (efectivamente, resulta infumable que al culpable se le descubra mediante el recurso de organizar una sesión de espiritismo); otras, sin embargo, son mucho más discutibles.