Título: Cuerpos sucesivos
Autor: Manuel Vicent
Subgénero: Contemporánea
Sinopsis:
Ana y David se conocen durante un concierto. Él es un profesor cercano a los sesenta. Ella, treintañera, toca el violonchelo en el quinteto Bucarest. Ambos arrastran una historia de “cuerpos sucesivos”, de amores que han dejado diversa huella. Comienza entonces una relación que se va estrechando, marcada por la desesperada petición de auxilio de Ana. “Estoy saliendo de una historia muy negra”, le dice, y para explicar las marcas moradas —que apenas puede ocultar— alrededor de la garganta, le revela su tempestuosa relación con Bogdan, el pianista rumano del quinteto, quien somete a Ana a una violencia ritual en la que está presente la sangre en una especie de inmolación mística.
En Cuerpos sucesivos se despliega una amplia gama de placeres, desde el estético hasta el masoquista, que enriquece el debate sobre el polémico mundo de los sentimientos y de las pasiones.
Leí hace unos meses este libro, aunque no sé si sería género romántico exactamente, no sé donde ponerlo si no es aquí, si hay que moverlo de sitio, lo movéis jeje.
Destaco esta serie de fragmentos, que me han llamado más la atención:
"...en cualquier ruina suele haber un tabernáculo, una cámara del tesoro o una tumba que han sido desvalijadas. En la ruina de un hombre ese lugar es secreto y vacío es el alma, pero aquella mujer sólo en ese espacio pudo encontrarse a sí misma..."
"Yacen abiertas tus manos en la hierba;
son flores rosas las yemas de tus dedos.
Irradian paz tus ojos.
Sombra y luz en el prado,
claros y nubes en el cielo." (Dante Gabriel Rossetti)
"Cuanto más sucio es el aire o más abatida sientes el alma, con más esplendor brillará la belleza." (p.79)
"Una forma de aceptarse consistía en imaginar que habría sido de él si se hubiera unido para siempre a cualquiera de aquellas mujeres por las que su alma había pasado. De cada una de ellas extraía una fatalidad. Todas formaban un río diferente que lo llevaba a desembocar en lugares insospechables y en cada una de ellas él era también un hombre distinto, tal vez más valiente, tal vez más generoso, más desgraciado o más feliz, según la rueda de la fortuna, y eso le estremecía." (p..112-113)
La lectura de este libro te deja un sabor entre amargo y dulce, entre melancólico y ensoñador...