Voy a empezar el
19 de febrero y a mí también me está gustando mucho, me ha atrapado desde el principio, desde ese primer capítulo que transcurre en 1933, en el que se siente la angustia y la miseria que sufrían en aquellos tiempos.
Gran escena en la que intentan desesperadamente cazar al gato para comérselo. |
Veinte años después (1953), nos encontramos con Leo,
que tiene 30 años, lo que me hace pensar que él es Pável, el niño de diez años desaparecido en el primer capítulo, no es seguro que muriera, pudo haberse salvado. |
A ver si descubrimos algo más sobre su pasado.
Y ahora, leyendo vuestros comentarios,
se me ocurre que el hermano de Pável, Andréi, es el asesino que está matando niños, entre los que se encontraría Arkadi, el hijo de Fiódor, subordinado de Leo en el MGB. |
Por cierto, me llamó la atención cuando comentan que seguro que fue un accidente, que no pudo ser asesinado porque uno de los pilares fundamentales de la nueva sociedad era:
No existe el crimen. Y, de hecho, intentan callar a Fiódor por afirmarlo. |
La novela muestra una interesante visión de los regímenes totalitarios -sean del signo que sean-, en los que se somete a los ciudadanos a un férreo control y a una estrecha vigilancia. Obediencia, obediencia, obediencia.
Sebastian Flyte escribió:El libro me está gustando mucho... Describe de una manera magistral lo que era la vida en la Rusia de Stalin y el personaje de Leo me tiene fascinado
no se trata de ningún héroe... más bien lo contrario... Creo que va a evolucionar durante la novela. También me sorprende la historia del matrimonio con Raisa |
Efectivamente, Leo es un personaje con sus sombras y un tanto frío,
el Bien Supremo (del Régimen) está por encima de todo y él actúa en consecuencia. |
Al menos hasta ahora, porque parece que empieza a dudar del Bien Supremo, que algo ha despertado en él después
del interrogatorio a Brodski. Terrible interrogatorio, qué miedo el doctor Jvostov |
Los que también dan mala espina son Vasili y Zarubin,
me temo que van a vengarse de Leo, cada uno por sus propios motivos. |
Ah, y me apunto al visionado de la película, Fresa