Putas

[Bufo Alvarius]

El sexo interesado de una mujer cuesta un mínimo de 30 euros el completo; su amor desinteresado difícilmente se consigue por menos de mil euros al mes (tarifas actualizadas a enero de 2011).

Reflexionad sobre esto cualquier fría tarde de domingo, mientras con un ojo echáis un vistazo al deambular doméstico de vuestra parienta y con el otro lleváis a cabo una lectura, lo más profunda posible, del Moll Flanders. Veréis como todo casa, de repente. Pero ojo, jamás reflexionéis demasiado sobre estas cosas, sólo lo justo... o vuestra cadena de pensamientos podría desembocar en un fatal acto de violencia de género.

La supervivencia de un hombre depende de su capacidad para identificar ese preciso instante en el que debe dejar de pensar, cerrar los ojos a los signos más reveladores y abrir la tapa del minibar (o cualquier otro ritual expiatorio que nos resulte eficaz).

[Bufo Alvarius]

A fin de cuentas, el amor es la más barata de las religiones y nosotros no podemos dejar de ser hombres de fe, aunque luego haya que “pagar” muy caro por ello. La única alternativa a esto es el infierno del pajillero solitario -siempre a la búsqueda del golpe de suerte- o del cliente de las casas de lenocinio. Porque el amor de un hombre quizás sólo sea la lujuria de un simio grande y desamparado, sí, pero al menos posee la mirada translúcida y suplicante de un chucho pulgoso en la perrera o de un mísero inclusero tras los ventanales de la casa de orfandad. Comparadas con nosotros, ellas son muy listas, terriblemente listas... la mayoría hasta tiene la astucia, antes de vincular su vida a la de un hombre que gane más de 1000 euros al mes, de enamorarse de él. Y a eso quizá ellas le llamen -con toda la sinceridad del mundo, ojo- amor puro y leal. Pero por si acaso no paséis más de dos años en el paro, o esa astucia podría volverse, fatalmente, en vuestra contra. No tentéis al destino. Es una simple cuestión de tarifas en el mundo de las relaciones legalizadas y sancionadas estatal o eclesiásticamente (y ojo, no me malentendáis, porque el tema no es el dinero, eso sería una reducción infantil, sino lo que una determinada cantidad de dinero significa, algo casi socio-económico-emocional, ciertos elementos INSEPARABLES que una mujer ha buscado desde siempre, desde los tiempos de las cavernas, mucho tiempo antes de que se inventara el dinero y otras lindeces). Porque hay un mercado “underground” de tráfico sólo carnal y otro, apenas semirregulado, en el que además se trapichea con emociones. En ese mercado, un pordiosero emocional, un “raté” como es el hombre siempre tiene las de perder... porque para nosotros el amor es una sustancia pura y simple, de enlace sencillo... mientras que para una mujer es algo compuesto, casi un agregado químico, que puede quebrarse y desencadenar el proceso de autodisolución a través de enlaces muy diversos, algunos de los cuales no tienen que ver lo más mínimo con lo puramente emocional, aunque luego lo arrastren también consigo. Esto implica (y he aquí el motivo de angustia) que el proceso femenino de nacimiento del amor también puede iniciarse por cualquier enlace y sólo después ya arrastrar consigo el vínculo emocional (en este aspecto, sólo un puñado de buscafortunas y mujeres “beaux yeux” -zorras en la cumbre de su carrera, aparte- tienen las cosas claras y bien delimitadas).

[Bufo Alvarius]

Entre una prostituta y una mujer honrada no hay sino un continuum, un impulso en la misma dirección, una adaptación evolutiva y siempre hacia arriba... mientras que entre un cliente de pub nocturno y un esposo honrado sólo existe la misma mierda sexo-emocional, el mismo trauma de tipo afectivo, algo así como el absurdo rodar y rodar de las latas vacías tras el coche de bodas o el girar de un triste asno alrededor de su máquina de moler; bueno, siendo optimistas, a lo sumo quizás exista algo parecido al progreso emocional de un perro domesticado, sí, uno al que hubieran acogido en un hogar y que vivirá unos pocos años más que el perro callejero, pero que en el fondo siempre permanecerá dependiente de la voluntad de caricia de otro ser, lo que, bien pensado, resulta hasta cierto punto patético. Por otra parte, incluso podría decirse que existe también un sutil retroceso: y es que, una vez amparado en su nueva casa, a ese perro, ya doméstico, lo “caparán” para el resto de sus días, posiblemente mientras le distraen la mirada con el único hueso que ese chucho pulgoso nunca dejará de perseguir con los ojos, casi como por instinto: una caricia maternal (una que sólo de vez en cuando es necesario que se corrompa a sí misma y acabe deslizándose sutilmente hacia la entrepierna).

Limpiada la lefa con el kleenex, sólo nos queda la vieja herida emocional, que siempre vuelve a aparecer y que sólo una mujer puede sanar. El círculo vicioso de un antiquísimo hechizo. En su día creí que, cortándonos la polla, podríamos liberarnos de la maldición de la mujer. Craso error. La herida es interna y precede al sexo, a la tranca erecta. Por eso en su día quisimos volver al lugar del que surgimos... y el sexo apareció sólo por consecuencia, casi como por arte de magia. Somos como salmones empalmados, volviendo a las aguas uterinas de mamá, allí, vagina arriba. Pero la vagina les pertenece a “ellas” y nosotros sólo somos parias, desahuciados, vagando eternamente en el extrarradio de nuestro objeto de deseo, como lobos que aúllan en la noche. Marginales con un XY maldito marcado a fuego en nuestro seno; el fatal número de interno de un prisionero del campo de Auschwitz. O quizás algo mil veces peor...

Y no sigo más, porque no quisiera asustar a los jóvenes varones heterosexuales, algunos aún menores de edad, que brincan, ansiando un puro conocimiento literario, por los hilos de este foro... a las pollas inocentes que aún se empalman con sólida pureza.

[karen mendoza prada]

Bufo, me encanta tu forma de escribir. Felicidades, has logrado tener toda mi atención, te mando un abrazo, que te encuentres bien, bye

[lucia]

Que visión mas gris de los hombres, aunque claro, si solo pensáis en lo único...

[nosin]

Y todo eso que dices, por no hacerse uno mismo una tortilla...

[nosequé]

¿Puta y mujer decente?
Define puta, por favor y mujer decente.
Toda la vida, diciendo a mis asilvestradas que los niños son algo más que un palo de escoba y tú haces una descripción terrible de ellos.
Al final va a tener razón mi abuela, "cariño, los hombres son tan simples que hay que quererlos"

Por lo demás, escribes bien

[Bufo Alvarius]

¿Puta y mujer decente?
Define puta, por favor y mujer decente.

(Extraído de la DRALM, Diccionario de la Real Academia de la Lengua Masculina):

En su acepción más objetiva y social: puta es aquella mujer que te cobra una única vez, sobre una tarifa previamente estipulada, en modo puramente material y además cumple escrupulosamente con el servicio contratado; mujer decente es aquella que nunca deja de costarte dinero, que te “cobra” de todos los modos posibles (material, emocional y espiritualmente hablando) y que, para más inri, sólo muy de vez en cuando y en progresión geométricamente decreciente cumple con ese servicio que la arrebañacondones profesional observa con concienzuda religiosidad y casi artística eficacia.

Ahora bien, en su acepción más personal y concreta, podría decirse que mujer decente es mi madre y puta, todas las demás.

De hecho, la gran tragedia del hombre y sus relaciones afectivas reside en que, por una cruel burla del destino, uno sólo empieza a entablar relaciones con las demás mujeres justo después de haber conocido a la mejor de ellas, es decir, a su madre.

En eso consiste nuestra particular “Caída”...

Y todo eso que dices, por no hacerse uno mismo una tortilla...

Vale, me limitaré a cambiar un simple sustantivo: la gran tragedia del hombre y sus relaciones afectivas reside en que, por una cruel burla del destino, uno sólo empieza a comerse tortillas de otras mujeres justo después de haber probado la mejor de ellas, es decir, la de su madre.

Etc., etc., etc.

Al final va a tener razón mi abuela, "cariño, los hombres son tan simples que hay que quererlos".

Vaya, justo la otra cara de la moneda de lo que decía mi abuelo: “chaval, las mujeres son tan complejas que no basta simplemente con que las quieras”.

Lo que deja a cada cual en su lugar y perfectamente retratado.

Nosotros os amamos antes de comprenderos; los más inteligentes de entre nosotros, incluso con la conciencia clara de que nunca jamás podremos llegar a entenderos (¡bendita sencillez!); vosotras, en cambio, a veces no nos amáis (simple y llanamente) ni siquiera después de habernos comprendido perfectamente... como tu abuela.

Verdad que debería provocar suicidios en masa entre las filas femeninas, pero que a lo sumo sólo genera unas pocas risitas, apenas sofocadas, cuando os da por pensar en algún miembro de esa subespecie, tan simple y un poco mema, tan tierna en el fondo, llamada hombre.

[nosin]

Yo creo que, a determinado tipo de hombre, determinado tipo de mujer, y viceversa.

De ahí, quizá, tu experiencia en el tema...

Repito emoticono

[Bufo Alvarius]

Yo creo que, a determinado tipo de hombre, determinado tipo de mujer, y viceversa.

Vaya, ahora entiendo por qué los más hijos de puta de entre nosotros se os llevan de calle: simple y llana atracción materno-filial. Casi una afinidad electiva, ¿no?

Aún recuerdo perfectamente cuando me enamoré definitivamente de mi novia; aquel instante en el que ella profirió la siguiente frase: “Las mujeres somos lo peor...”.

Y no, no la profirió con la altivez casi hiriente con la que las mujeres más creídas (o letales) de entre vosotras profieren expresiones tipo “¡Las mujeres podemos ser muy malas!”, mientras esbozan una sonrisilla de superioridad y suficiencia que resulta (esa sí) auténticamente vomitiva, sino con una tristeza y un dolor tan sinceros que, muy a mi pesar, me conmovieron, precisamente por su excepcionalidad.

¡Una mujer que se duele (y no se aprovecha) de las armas con las que le ha dotado la naturaleza!... algo casi tan extraño como una hiena que se negase a utilizar su palanca mandibular.

Rara Hyaena, sí...

[nosequé]

puta.

(De or. inc.).


1. f. prostituta.

□ V.

casa de putas

hijo de puta



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puto, ta.

(De puta).


1. adj. U. como calificación denigratoria. Me quedé en la puta calle

2. adj. Por antífrasis puede resultar encarecedor. Ha vuelto a ganar. ¡Qué puta suerte tiene!

3. adj. necio (‖ tonto).

4. m. Hombre que tiene concúbito con persona de su sexo.

a puto el postre.

1. expr. coloq. Denota el esfuerzo que se hace para no ser el último o postrero en algo.

oxte, puto.

1. loc. interj. coloq. oxte.

Madre: mujer que alguna vez ha pensado en dejar caer de la cuna a su asilvestrado.
Alguna madre estoy segura que lo ha hecho

[Shimoda]

Muy buen relato Bufo. ¿ mil euros al mes... ? Estoy convencida: ahorita mismo cambio de profesión

[Berlín]

¿y que diferencia hay entre un puto y un hombre honrado? igual deberías escribir también sobre eso, así quedaría completo. No por experiencias tuyas, evidentemente, pero como buen escritor recabando información.
¿cuanto cobran? por ejemplo. Si saben escuchar, si el primer polvo corre a cuenta de la casa, o si se hacen descuentos por grupo o qué sé yo.

Infórmanos jaja

Porque el amor de un hombre quizás sólo sea la lujuria de un simio grande y desamparado, sí, pero al menos posee la mirada translúcida y suplicante de un chucho pulgoso en la perrera o de un mísero inclusero tras los ventanales de la casa de orfandad. Comparadas con nosotros, ellas son muy listas, terriblemente listas... la mayoría hasta tiene la astucia, antes de vincular su vida a la de un hombre que gane más de 1000 euros al mes, de enamorarse de él. Y a eso quizá ellas le llamen -con toda la sinceridad del mundo, ojo- amor puro y leal. Pero por si acaso no paséis más de dos años en el paro, o esa astucia podría volverse, fatalmente, en vuestra contra.

lo de la mirada translúcida es un poco exagerao

y no nos metas a todas en el mismo saco que algunas nos sentimos lo suficientemente independientes como para no querer depender de nadie.

en fin, no sé, ni creo que las mujeres seamos tan malas, ni los hombres sois pobres chuchos de mirada lánguida y corazón de cristal.

en todo caso, la verdad es que me encanta como escribes. Levantar polvaredas es bueno, la indiferencia es peor.