El hombre que miraba pasar los trenes - Georges Simenon

Elemental, querido Watson.
Y acción, espionaje e intriga, exploraciones...

Moderador: Runita

Responder
Avatar de Usuario
Yuri_Zhivago
Me estoy empezando a viciar
Mensajes: 384
Registrado: 13 Feb 2008 16:53

El hombre que miraba pasar los trenes - Georges Simenon

Mensaje por Yuri_Zhivago »

Imagen

Tusquets Editores
232 páginas
ISBN: 9788483105177

Kees Popinga , un honorable padre de familia de Groninga, Holanda, aficionado al ajedrez, es un hombre sin complicaciones hasta el día en que su jefe le revela confidencialmente que la empresa está en quiebra y que él se prepara a huir no sin antes simular un suicidio. Para Popinga significa la ruina. Al día siguiente, alentado por una insospechada seguridad, abandona a esposa e hijos, y corre hacia Pamela, una bailarina, antigua entretenida de su jefe. Como ésta se le resiste y se burla de él, Popinga la estrangula y sube a uno de esos trenes que en otros tiempos miraba pasar con una mezcla de angustia y nostalgia, y huye a París. Allí conoce a una prostituta que intenta ocultarle, aunque muy pronto se da cuenta de que esa misma protección puede convertirse para él en una trampa. La policía intensificará su busca mientras los periódicos empiezan a dar de él una imagen que Popinga considera falsa y distorsionada. Un hecho tonto, absurdo, va a cambiar radicalmente, una vez más, el rumbo de su vida.

(Fuente: Tusquets Editores)
1
Avatar de Usuario
Yuri_Zhivago
Me estoy empezando a viciar
Mensajes: 384
Registrado: 13 Feb 2008 16:53

Re: El hombre que miraba pasar los trenes - Georges Simenon

Mensaje por Yuri_Zhivago »

Una historia alucinante.
Aunque la sinopsis parece haber contado la novela entera, no ha hecho más que adentrar al lector en la peripecia de Kees Popinga. Una novela corta escrita con maestría que plantea la posibilidad, muchas veces sugerida en otras novelas del género, del crimen sin castigo. Aunque no os diré la forma en que se desarrolla esta idea, vale la pena que la leáis.
Simenon es uno de mis autores favoritos y esta es una muestra de su magnífica forma de escribir. Os la recomiendo.
1
Avatar de Usuario
Björk
Foroadicto
Mensajes: 3792
Registrado: 15 Sep 2009 17:56
Ubicación: Derry, Maine.

Re: El hombre que miraba pasar los trenes - Georges Simenon

Mensaje por Björk »

Lo he cogido hoy de la biblioteca :D
Śavāsana.
chufla
No tengo vida social
Mensajes: 1632
Registrado: 27 Jul 2011 14:20
Ubicación: Leyendo un libro

Re: El hombre que miraba pasar los trenes - Georges Simenon

Mensaje por chufla »

a ver si me lo leo este verano!
chufla
No tengo vida social
Mensajes: 1632
Registrado: 27 Jul 2011 14:20
Ubicación: Leyendo un libro

Re: El hombre que miraba pasar los trenes - Georges Simenon

Mensaje por chufla »

leido, pero no me ha gustado, no le he pillado el truco... No me enganchaba el personaje ni sus locuras. Esperaba un giro en el final, pero tampoco. No sé... esperaba otra cosa
Avatar de Usuario
Diocolo
Me estoy empezando a viciar
Mensajes: 426
Registrado: 26 Ago 2011 17:00
Ubicación: Somontano

Re: El hombre que miraba pasar los trenes - Georges Simenon

Mensaje por Diocolo »

Una pena que tenga tan poca lectura esta novela. La he leído este fin de semana lluvioso que hemos tenido por aquí al norte.

Buena novela, a mi parecer, donde nos refleja un tema o una inquietud que me resulta muy similar al de El círculo de los Mahé, que leí hace unas semanas. Aquí seguimos la desventura existencial (o aventura, según se mire) de Kees Popinga, un hombre sin mayores características que la de cumplir con ser un buen hombre holandés.

En el primer capítulo (muy buen capítulo, en mi opinión) se nos plantea la acomodada vida de Popinga y cómo la intuición de algo está fallando le lleva a buscar por la ciudad a su jefe, descubriendo una realidad también muy instaurada, pero muy desconocida para él, por decirlo así (personas que creía honestas cometiendo indecencias). Sin pretenderlo sorprende a su jefe en un tugurio bebiendo, y le cuenta las cosas a la cara, tildándole sin acritud de imbécil, y escabulliéndose de Holanda al poco, para evitar el desastre que se sucedería al día siguiente: la bancarrota de la empresa.

Popinga vuelve a casa, y algo ha empezado a aletear en alguna parte de su cabeza. Quizá el saber que todo se ha perdido le remueve a dejar de ser, por fin, el que venía siendo, con su vida insulsa pero intachable. Es un principio de rebeldía hacia la gente, hacia las circunstancias, hacia todo ¡por fin, él que nunca había hecho otra más que seguir lo que estaba bien considerado! Y lo que empieza siendo una desacato menudo en su propia casa hacia su familia no queriéndose levantar de dormir, termina en suelte de amarras de lo que era su conexión con su círculo cercano. Se va a ver a una de las hijas o similar de jefe, que termina matando (¡Él, Kees Popinga!), de ahí sigue en tren hacia Paris, disfrutando con curiosidad de decubrir que puede ser de cualquier otra manera él mismo, que no tiene ya porque amoldarse a lo que los demás esperan de él. Es esta la clave que quiere ir desarrollando Simenon.

En Paris lleva una vida en el aire, durmiendo con unas y otras, estando al albur de lo que surja, cogiendo trenes de maneras distintas de pensarse ser. Conoce a una pelirroja, nada más llegar, camarera del cabaret en el que entra nada más llegar a Paris. Ella lo pone en contacto con un grupo de poca monta, que perpetan robos de coches y trafican con estupefacionentes. Kees va viviendo como si nada importara, con la diversión de verse totalmente desligado del Kees Popinga que durante años y años ha ido teniendo que ser a pies puntillas, sin conocer más mundo, más dimensiones del vivir.

La policía va detrás de él, y está muy bien reflejado, en im opinión, el sentir de POpinga respecto al comisario Lucas, y cómo se van tanteando a través de los medios. Cómo se indigna cuando hablan con imprecisión de él, o cómo se gusta de ver que aparece en los medios en primera plana.

La deriva al final va dependiendo del dinero que le va quedando para llevar una vida tan efímera, aunque tan liberadora para él. Es curioso cómo va planteándose el día a día, buscando aquí el ajedrez, allá el escribir alguna carta... No termina bien. Cuando ya le queda poco, es cuando más le quitan. Y ello, creo, hace que se de cuenta que no puede ser Kees Popinga de cualquier manera.

Varias veces comenta que sólo él se comprende a sí mismo, y es cierto. Pero todo termina en una deriva hacia el escepticismo. Casi parecen las formulaciones de Gorgias. Aunque esto que comento es muy inexacto, es como : si me conocieras, no me comprenderías (la verdad, aunque la haya, no puede ser comprendida); pero al final de todo, ya duda de todo, en fondo de esa comprensión de sí mismo propia que creía inexpugnable (casi parece un ejercicio cartesiano). Termina diciendo: ¿acaso existe la verdad? Es el descrédito total, respecto a los demás, respecto a uno mismo. Y, curiosamente, le lleva a una suerte de tranquilidad vacía (una suerte de nihilismo).

En El círculo de los Mahé la historia del protagonista que descubre que no quiere seguir viviendo de la misma manera, y ve en la isla la libertad de poder de otro modo y escapar del sí mismo que venía siendo para los demás, termina de manera trágica (aunque aquí, está cerca; no obstante, para mayor ironía, Popinga no se pone en el raíl adecuado, lo cual he pensado que es otra maldad del autor respecto a Kees, como para decirle: "te has enseñoreado pensando que no eras estúpido, pero lo eres"). En El pasajero clandestino, sin embargo, Simenon plantea una mirada distinta, y no es tanto el dejar de ser el que se era, queriendo poder ser otra manera, si no el acabamiento de alguien que sabe que no va a cambiar. Similar, podría verse, pero con algo más de resignación, en el caso de la novela de El presidente.

Me encanta esta literatura que, además de contarnos algo que pasa, intenta ahondar en asuntos tan vitales, tan de la vida entendida en su extensión. Me parece que tiene un punto de madurez muy sólida, y que Simenon trata de reflejar el sentir de las personas que, como todos, se ven en tener que ir sacando su vida adelante día a día durente años y años para darse cuenta de cómo también con el paso del tiempo se van estrechando las posibilidades de cambio, de novedad, de poder hacer de la vida otra cosa.

El tema del tren como símbolo o vehículo de posibilidad de cambio vital, es muy utilizado. Me ha recordado, aunque la perspectiva es distinta, a Il viteloni, Los inútiles, la película de Fellini. El jefe de la empresa de Popinga se va en tren para renacer. Popinga de alguna manera también. E igualmente es símbolo de la rotura de conexiones y de liberación. También es curioso que sea a través de las vías del tren donde avanza hacia su final, hacia el final del Kees que odiaba y también del que se pensaba que era superlativo. También, cuando está encerrado, son precisamente las vías de la estación lo que ve por la ventana. Siempre símbolos de hilos de vida que poder recorrer.

Muy buena lectura, ágil, con bastante fondo, a mi parecer, que intenta atrapar de nuevo esa situación vital de verse atrapado en una manera de ser, en una vida, que se descubre como impropia, como desasogiego existencial. A mi me ha resultado interesante, entretenida, y reflexiva. Simenon en estado puro.
Avatar de Usuario
Ivanovich
Foroadicto
Mensajes: 3168
Registrado: 18 Oct 2007 12:21

Re: El hombre que miraba pasar los trenes - Georges Simenon

Mensaje por Ivanovich »

No me ha gustado mucho esta, la verdad. La idea es buena, pero me ha parecido que la historia podría haber dado para mucho más. La forma en la que Simenon cuenta giro en la vida del protagonista -Kees Popinga- que abarca toda la historia de principio a final, me ha parecido demasiado fácil y plana, sin matices, para todo lo que podría haber dado el tema. Pero seguiré con Simenon.
Responder