Me queda muy poco para terminarlo (de hecho, lo haré cuando acabe mi ronda por el foro
) y he de decir que me parece un buen libro.
Por motivos personales (la maldita muela del juicio) lo he tenido varios días abandondo y eso me ha dado cierta sensación de discontinuidad pero, en cuanto lo reenganché ayer, la sensación se ha esfumado.
Es una novela en la que los personajes tienen mucha importancia porque básicamente lo que importa es cómo viven ellos la guerra. Y la guerra que les ha tocado vivir es la convivencia con el enemigo, que toma la finca de la familia como hospital de guerra y se pasen como Pedro por su casa sin pedir permiso.
El protagonista es Paolo, un chico de dieciséis años, huérfano que vive con sus abuelos y que se erige como la voz narrativa. Todo lo vemos a través de su punto de vista, de ahí que las descripciones de otros personajes o de las situaciones a veces resulten divertidas, fragmentarias o apasionadas según las emociones que le despiertan.
Mención especial merece el abuelo
con su máquina de escribir con la que no escribe (o si lo hace, nunca muestra su trabajo), Belcebú, y sus sentencias. |
Me encantan las afirmaciones contundentes que siempre brotan de sus labios en el momento más oportuno.
La relación entre la tía María y
el barón también es muy interesante. A pesar de ser un hombre casado, y a pesar de formar parte del ejército enemigo, entre ambos surge un vínculo muy fuerte, una amistad en la que entrevemos algo más (sólo lo podemos suponer porque Paolo no llega a saberlo a ciencia cierta) que, aún así, no puede escapar de las reglas de la guerra cuando el barón tiene que cumplir sus funciones y ejecutar a los culpables del asesinato de tres de sus soldados. |
La abuela es una matriarca ejemplar y también conmueve la relación tirante-compañera que mantiene con Teresa, la cocinera. ¿Y qué decir de Teresa?
¡Me encantan sus diambarne de l'hostia! Creo que a partir de ahora lo voy a decir cuando algo no me interese, como hace ella. |
Por otro lado, hay personajes más "oscuros", más controvertidos.
Es el caso de Renato, Giulia o Loretto, la hija de Teresa.
Entre ellos se establece una especie de triángulo que en realidad no sabemos si es tal (Paolo lo sospecha y se pone celoso, pero no lo sabe a ciencia cierta) y me causó impacto el sometimiento de Loretto a Renato, la hace sufrir pero siempre lo busca. No sé, me dio pena la chica, creo que está muy necesitada de amor. |
Giulia...
menuda fama tiene la pobre. Aunque vista la forma en que se comporta con Paolo cualquiera diría que un poco sí se la merece, o , al menos, resulta bien fácil creer las murmuraciones del pueblo. |
Por último, el cura, también me parece digno de mención. En el fondo es un buen hombre, al que sobrepasan las circunstancias.
Me han marcado algunas escenas como
el asesinato de los dos jóvenes húngaros y cómo el segundo se sale con la suya y lo fusilan en lugar de ahorcarlo, la cena que les prepara el general para anunciarles que va a matar a la familia por ayudar al enemigo o el sistema tan ingenioso de la abuela para transmitir información al ejército británico. |
Me hizo reflexionar mucho el momento
en que quitan las campanas de la iglesia y el cura se queja de que están enmudeciendo al pueblo, lo callan mientras lo saquean y lo destruyen todo a su paso. |
Lo he dejado en un momento crítico.
Paolo ha sido apresado por los alemanes cuando llevaba ya un par de días huyendo de la casa. No sé bien si le han disparado en el pecho o le dieron un culetazo con un arma y está medio grogui, pero no le veo un buen fin a esto... Quizá, como es el narrador, el final no debe ser malo del todo, ¿no? |
En fin, que me está gustando. Los capítulos son cortitos por lo general y el autor tiene una forma de escribir muy lúcida. Sin grandes descripciones nos traslada al lugar del que está hablando y, gracias a la mirada de Paolo, se fija en detalles que, cuanto menos, son llamativos. Es curiosa porque nos muestra la guerra desde un punto de vista (los que tuvieron que convivir con la ocupación y temer por sus vidas constantemente) que no es muy habitual.
Por cierto, el título original tiene que ver con algo que dice un personaje y que tiene muchísimo sentido en el desarrollo del relato. El que le han puesto en castellano también es muy descriptivo de lo que el lector va a encontrarse, pero el original lo supera con creces y de verdad muestra la esencia del libro.