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Quismondo, Toledo, 18 de julio de 1956. En su finca La Maestranza, veinte años después del estallido de la guerra civil, los Avendaño han decidido celebrar por última vez la ceremonia expiatoria en la que, ritualmente, en cada aniversario, reproducen la ejecución del hermano menor a manos de los campesinos. Entre los invitados, un hispanista norteamericano intrigado por tan extraña costumbre, y un comisario de la Brigada Político Social empeñado en dar con un tal Federico Sánchez, agente comunista. Por diferentes motivos, ambos comparten el mismo interés en indagar en la historia reciente de la familia, sobre todo en las relaciones secretas de la bellísima y enigmática viuda, Mercedes Pombo. En la fragmentada sucesión de encuentros y tiempos, se superponen y complementan las versiones, que van reconstruyendo los hechos fatídicos que dieron origen a la ceremonia, pero también surgen aciagas revelaciones de ocultas relaciones eróticas en el ambiente espeso y violento de la posguerra.
Jorge Semprún se ha convertido en una figura imprescindible cuya dimensión literaria y humana se agiganta con el paso del tiempo. Veinte años y un día es su primera novela escrita directamente en español. Y el lector entenderá enseguida que no podía ser de otro modo, pues así parecían exigirlo los personajes y el momento histórico en el que transcurre esta historia de posguerra y clandestinidad antifranquista.
Aprovechando que mañana es 18 de julio (mi cumple) y hace 75 años del alzamiento con el que comenzó la Guerra Civil, empezaré esta novela de Semprún en el tren.
Llevo más de la mitad y de momento ni fu ni fa. De hecho, comienza a aburrirme. Y me descoloca tanto salto en el tiempo, a veces me cuesta identificar a los personajes o a los momentos que se describen. De momento me decepciona un poco, veremos cómo se remata la historia.
Ya la he terminado y creo que el final está todo tan difuminado que cuesta realmente pensar que Semprún dejó la historia así.
Me ha decepcionado bastante, sinceramente. No sólo por los constantes saltos en el tiempo que me han dificultado mucho la lectura -que también-; la historia me continúa pareciendo interesante, aunque el autor intenta explicarla desde tantos puntos de vista distintos que al final uno ya no sabe a qué atenerse o cuál creer. Al terminar la novela me da la impresión de que Semprún ha pasado de puntillas por el argumento y no ha profundizado tanto como habría sido esperable en una historia original y bien tramada como ésta.
Si hay algo que cabe destacar, no obstante, es la prosa del autor: maravillosa. Jorge Semprún demuestra una gran habilidad con la lengua y he disfrutado con cada adjetivo, con cada diálogo, con cada recurso estilístico.
De haberme convencido la estructura de los hechos, Veinte años y un día me habría gustado muchísimo. Una pena que no haya sido así.
Me quedan unas 50 páginas para el final...a ver, impresiones
Semprún hace continuos saltos en el tiempo, pero es algo que he podido observar en otro de sus libros "El largo viaje", así que supongo que es su estilo. Esto hace que sea complicado seguir el hilo de la historia, y no solo por los saltos temporales, sino también en cuanto al camibar continuamente de personaje...yo creo que intenta mostrar los diferentes puntos de vista, cada uno con su realidad, y precisamente intenta mostrar lo confuso de las cosas, de la situación...de los sentimientos.
Me ha llamado la atención en el libro
las referencias a comportamientos sexuales fuera de lo "común", y con ello me refiero a relaciones incestuosas (como la relación de los hijos de Mercedes)...o la libertad sexual que demuestra la propia Mercedes...en aquella época
A mí me está gustando, pero es un libro y un escritor al que hay que cogerle el punto.
Última edición por Illimani el 03 Oct 2013 14:30, editado 1 vez en total.
Illimani escribió:No he avanzado nada (tres pagionitas), porque llegué medio dormida a casa, y con tanto salto...¡¡me perdí!!
Así que espero terminarlo esta noche, ya te contaré...
Sigo atento, no obstante, Jorge Semprún, por muchas razones, merece la pena ser leído, sobre todo, porque es -aunque haya fallecido- un superviviente de un campo de exterminio y sus ensayos y novelas operan como memoria colectiva que no debemos olvidar bajo ningún motivo...
Pasado: La guerra del fin del mundo de Mario Vargas Llosa.
Presente: Por qué miramos a los animales de John Berger.
Futuro: Los Evangelios y la historia de Jesús de Xavier León-Dufour.
No me ha disgustado, pero tampoco me ha entusiasmado. El libro anterior que me leí suyo (El largo viaje) me gustó mucho más...
Me ha costado mucho terminarlo, más que nada porque casi al final se lía tanto que no conseguía enterarme de nada...si lo que contaba era ficción, si no lo era...un lío...y una duda que me queda
por lo que he entendido Federico Sánchez´es el propio Semprún, ¿verdad?...lo que cuenta respecto a él mismo ¿es autobiográfico?¿conoció a Lorca?¿la historia que cuenta es real?...porque como se incluye en la historia me queda la duda de si la historia que cuenta es real o no
Eso sí, estoy de acuerdo en que es un autor que merece ser leído, principalemente por sus experiencias, algunas son espeluznantes...
Gracias por tu comentario, Illimani lo tendré en cuenta a la hora de elegir una obra de este autor, aunque estoy más predispuesto a leer El largo viaje
En cuanto a lo que has puesto en el Spoiler,
creo que es todo ficción, porque, en el caso de conocerlo, entonces Jorge Semprun tenía doce años. Además Federico Sánchez es un pseudónimo que buscó para escribir cuando tuvo problemas con Santiago Carrillo al final de su militancia en el PCE...
Aben Razín escribió:Gracias por tu comentario, Illimani lo tendré en cuenta a la hora de elegir una obra de este autor, aunque estoy más predispuesto a leer El largo viaje
En cuanto a lo que has puesto en el Spoiler,
creo que es todo ficción, porque, en el caso de conocerlo, entonces Jorge Semprun tenía doce años. Además Federico Sánchez es un pseudónimo que buscó para escribir cuando tuvo problemas con Santiago Carrillo al final de su militancia en el PCE...
Illimani escribió:Muchas gracias por la información...me parece que me voy a tener que informar más de la vida de este hombre
La verdad es que suponía que era ficción, me parece que ha cogido partes de realidad para meterlas en la ficción
como lo de meter en la historia el pseudónimo de Federico Sánchez
Pero desde luego, como bien comentabas, es un autor interesante. Otra cosa es que haya libros que gusten más que otros
Una de las accciones que hago antes de leer un libro de autor desconocido o nuevo para mí es ponerme con una pequeña biografía -es decir, consultar la Wikipedia- y tener unos puntos de referencias. Creo que me ayuda a conocer algo más de cómo escribe y cuál es la razón de sus palabras
En el caso de Jorge Semprún es tan evidente que obvia no reconocer una causa y un efecto cuando uno se acerca a sus obras. Es evidente que hay algunas más autobiográficas y otras puramente ensayísticas, pero cierto que, en otras y a propósito, utiliza la ficción para dar riendas sueltas a sus sentimientos
Hoy por hoy, es un autor -no fue muy prolijo- que se ha olvidado y es curioso teniendo en cuenta que nos ayuda bastante a mantener memoria de unas barbaries en una Europa totalmente rota
Pasado: La guerra del fin del mundo de Mario Vargas Llosa.
Presente: Por qué miramos a los animales de John Berger.
Futuro: Los Evangelios y la historia de Jesús de Xavier León-Dufour.