Teatro de cámara. Escrita en 1907
Bueno, coloco la sinopsis de una edición conjunta de los cuatro dramas, dada la unidad que parece existir entre las obras.Las cuatro piezas recogidas en Teatro de cámara, escritas en 1907, representan el máximo esfuerzo innovador de Strindberg, uno de los nombres más significativos de la historia del teatro. Son obras de madurez en la que la muerte es una constante preocupación, a veces liberadora. Obras en las que el autor huye de quedar encasillado escribiendo siempre el mismo drama naturalista. Fueron escritas para el Intima Teatern, un teatro fundado por el propio Strindberg, según el modelo de los de cámara que se prodigaban en Centroeuropa, para la representación de obras de vanguardia. Strindberg se propuso con esta experiencia adaptar al teatro el concepto de la música de cámara; es decir, un tema limitado y concreto, tratado en profundidad por una compañia pequeña. Las claves habituales del gran dramaturgo sueco - la vida como corrupción, la culpabilidad, la primacía de la ilusión sobre la realidad, la relación entre sueño y vigilia - son tratadas con un nuevo lenguaje, no menos contundente, y con un elevado simbolismo.
Si La tormenta - la transitoria aparición turbulenta del pasado en la vida apacible de un anciano - puede considerarse todavía una obra de transición, La casa incendiada, con mayor carga simbólica y de estructura más musical, significa la ruptura definitiva con los modos tradicionales. Las vidas de los personajes, estrechamente entrelazadas, forman una complicada red, cuyo diseño final es revelado por el fuego purificador. Ese mismo fuego purificador que en El pelícano, obra dominada por la formidable figura de la madre, permite la vuelta a la inocencia de la infancia. La correspondencia musical se acentúa en La sonata de los espectros, alucinante viaje de un genio visionario al mundo de los muertos, un arrancar las caretas de las falsas apariencias que nos ocultan la realidad y que ha servido de inspiración al teatro del absurdo.
De la edición de Alianza Editorial
Y extiendo un poco el argumento de El pelícano. En una casa burguesa acaba de morir el padre, sin que se sepa nada del testamento y sin que aparezca dinero alguno. Durante la búsqueda, la esposa encontrará algo que hará estallar la crisis en la familia, compuesta por un hijo, estudiante de Derecho, enfermo y con problemas con el alcohol, una hija, bondadosa pero de personalidad anulada, y el yerno, un hombre que se casó con ella esperando hacerse con la herencia.