El miedo en casa (microrrelato)

[sergiocossa]

EL MIEDO EN CASA

Reniego sobre mi falta de inspiración para escribir un relato de terror. La trama es original, los personajes, oscuros, pero no logro plasmarlo en la hoja. Llevo todo el día y un cesto repleto de papel arrugado. Escribí, tiré, me fui, leí, volví a escribir, caminé por el bosque hasta que el frío de la noche me regresó a la cabaña.
Las historias cómicas, las anécdotas, las greguerías con poco esfuerzo dibujan una sonrisa en el lector. ¿Pero cómo logro ese rictus de miedo, esos espasmos que contraen el estómago y erizan la piel en unas pocas líneas?
Decido darme un respiro y me preparo un café. Escucho un golpe seco en la habitación contigua y cuando me acerco veo la ventana abierta. El viento helado retuerce las cortinas y un hedor suburbano y mugriento me agrede desde la oscuridad.

[elultimo]

La verdad es que muchas veces no hace falta irse muy lejos para encontrar inspiración.

No sé si pretendías que nos asutáramos con tu historia Sergio, pero conmigo no lo has conseguido.

[Berlín]

Escucho un golpe seco en la habitación contigua y cuando me acerco veo la ventana abierta. El viento helado retuerce las cortinas y un hedor suburbano y mugriento me agrede desde la oscuridad.

Hola Sergio.

Esta frase corta demuestra, una vez más, que se puede decir o sugerir muchísimo con muy pocas palabras.
Fabulosa.

los pelos de pollico me has puesto.

[sergiocossa]

No sé si pretendías que nos asutáramos con tu historia Sergio, pero conmigo no lo has conseguido.

elultimo, por eso escribí un microrrelato que habla de lo difícil que es crear miedo a través de unas pocas líneas.


Berlín, me alegra que te haya gustado

[elultimo]

No sé si pretendías que nos asutáramos con tu historia Sergio, pero conmigo no lo has conseguido.

elultimo, por eso escribí un microrrelato que habla de lo difícil que es crear miedo a través de unas pocas líneas.

Si eso lo entendí Sergio, pero pense que tendrías una doble intención.

[kassiopea]

La última frase, como ha comentado Berlín, es la que consigue crear esa atmósfera de incertidumbre, de temor ante lo desconocido y, al mismo tiempo, transmite el anhelado escalofrío que (el lector que gusta de las historias de terror) estaba esperando... Pero, caramba, me he quedado con las ganas de saber más

Es lo que me suele pasar con los microrrelatos: cuando les pillo el gusto, se me terminan. Suelo preferir las historias más desarrolladas, las saboreo durante más tiempo. Es una preferencia personal, desde luego.

En cuanto "al miedo en casa"... ¿se referirá también al terror experimentado ante una hoja en blanco? Para un escritor (tanto aficionado como consumado), la falta de inspiración es terrorífica

Un saludo

[Berlín]

Vale, pues en cambio a mi me ha encantado. Ha sido la puntita del iceberg. El iceberg entero lo he puesto yo después. Espero que se entienda esta metáfora absurda que acabo de escribir jaja
No sé, es lo que hablamos muchas veces sobre el terror. A mi me acojonan más unos visillos que se mueven solos (¿qué habrá detrás?) que los típicos baños de sangre gratuita y viscerillas.

un besazo, peña.

[elultimo]

Oye, que yo no he dicho que no me guste. Debe ser que soy como el Titanic, que si veo un iceberg no me basta con verle la punta, me tengo que estrellar contra él.

[Berlín]

Oye, que yo no he dicho que no me guste. Debe ser que soy como el Titanic, que si veo un iceberg no me basta con verle la punta, me tengo que estrellar contra él.

jajaja (no te voy a decir lo que estoy pensando, no, porque es muú verde)

un besazo, ultimo.

[elultimo]

Oye, que yo no he dicho que no me guste. Debe ser que soy como el Titanic, que si veo un iceberg no me basta con verle la punta, me tengo que estrellar contra él.

jajaja (no te voy a decir lo que estoy pensando, no, porque es muú verde)

un besazo, ultimo.

Así que he estimulado tu libidinosa imaginación ¿no?

[sergiocossa]

kassiopea, es lo distinto que tienen los microrrelatos, minicuentos y demás... es más lo que dejan de decir que lo que dicen. La idea es que se haga cargo el lector de eso
Salvo algún cuento breve, no había experimentado esto de los micros... y realmente me fascina. En la novela, en el relato, como decís, podés desarrollar, describir, pasear al lector para que saboree el texto. En los micro el desafío es encontrar la palabra exacta. Es aprender a no decir las cosas.
Por supuesto, no siempre sale bien
Y con eso del miedo en casa, algo hay de lo de la hoja en blanco. Tengo la intención de incluir algunos microrrelatos de terror y negros en la serie que escribo. Y la verdad no es mi fuerte (si es que tengo uno ) y por eso salió ese micro.

Berlín y elultimo, no voy a opinar sobre su oscuro doble sentido

¡Saludos!

[Bufo Alvarius]

Da igual lo que haya tras ese golpe seco; poco importa lo que esconda ese hedor o esa ráfaga helada. Siempre podrás taparte los oídos o la nariz, siempre podrás echar más leña al fuego. O, simplemente, huir. Quizá, en última instancia, ese “algo” que acecha tras esos fenómenos de los que habla tu relato mataría a su protagonista, sí... pero el proceso duraría a lo sumo medio minuto; quizá, si media alguna clase de tortura o algún otro tipo de engranaje agónico, varias horas. Sólo eso. Como las historias de terror que abarrotan las salas de cine y con las que, en el fondo, la gente tan sólo “disfruta” de un miedo superficial y, por tanto, fácilmente exorcizable.

El auténtico miedo, el que acojona de veras, es el miedo a uno mismo. Aquel del que no puedes escapar de ningún modo porque, sencillamente el sujeto y el objeto del miedo, el “monstruo” y su “víctima”, sois uno y el mismo: tú. Eres el único y solitario espectador de una película espeluznante que se proyecta, en sesión privada, dentro de tu mente. Y sólo para ti. El resto de la humanidad tan sólo escucha tus gritos...

Y es que, definitivamente, hay regiones de esta vida que sólo pueden sernos reveladas desde el miedo, del mismo modo que hay territorios de la existencia que sólo pueden ser descubiertas desde la felicidad, la paz, la depresión, la nostalgia, la locura o la nada. Todo es vida humana, todo es realidad.

Estamos conformados desde tiempos inmemoriales para que la vida nos tiente y nos hechice (no conozco a un solo ser humano que, por una vida muy perra y muy jodida que lleve, no afirme que su vida le merece la pena). Sin embargo, a veces, y por razones desconocidas, el infalible mecanismo evolutivo falla en algunas pocas criaturas, y de repente, para estos desventurados la vida pierde su “magnetismo”, su antiquísimo “poder” sobre la materia humana. Desvanecido el imán que les vinculaba a su existencia, a esos seres sólo les queda aniquilarse o, en su defecto, errar sin rumbo por las regiones más oscuras de la realidad, como el enamorado que un buen día pierde la fascinación ante la visión de su amada o los satélites que las leyes de la física liberan, de súbito, de la inmemorial rotación de su órbita; o como un astronauta, fatalmente desasido del pequeño cable que le unía a su nave...

Un saludo.

Bufo.

[sergiocossa]

mmmm por eso digo, Bufo, lo único que hago es escribir algunos mediocres microrrelatos de terror, para que a los superficiales les provoque miedo.
Los que razonan en lo profundo, y comprenden que están leyendo unas simples líneas, no creo que se asusten porque les vaya a saltar un asesino desde la pantalla.

Como ya he opinado en algún otro post tuyo, creo que abusás de las generalizaciones taxativas. Y el mundo no suele funcionar de esa forma.
Tal vez si comenzaras tus post con un: A mi me parece que...

¡Un saludo!

[Shimoda]

Hola Sergio
Me tienes muy mal acostumbrada, pues leerte me atrapa.
¨Sola en casa. Silencio absoluto. De repente, desde la cocina me llega el ruido del agua de una canilla que acaba de abrirse¨ ¡Buuuuu!, ja, ja, ja...
Cariños y

[sergiocossa]

Sola en casa. Silencio absoluto. De repente, desde la cocina me llega el ruido del agua de una canilla que acaba de abrirse.

Pues ahí hay una buena semilla para un microtexto, Shimoda
¡Un abrazo!