DATOS DEL LIBRO
Nº de páginas: 176 págs.
Encuadernación: Tapa blanda
Editoral: ESPASA LIBROS, S.L.U.
Lengua: ESPAÑOL
ISBN: 9788467023428
The Winter’s Tale, 1611
Tragicomedias románticas
Tercera de las tragicomedias románticas o romances (cuentos caballerescos) del último período creativo de Shakespeare. El título alude al carácter de historia fantástica del texto, como para ser contado alrededor del fuego. Tiene elementos trágicos, pero sobre todo de comedia pastoril. Aunque todo ello se refiere a la forma: de nuevo, Shakespeare vuelve a crear una obra propia, con implicaciones psicológicas, imposible de clasificar.
Está basada en Pandosto (1588), novela del escritor inglés Robert Greene, que a su vez se inspiró en un cuento popular recogido, entre otros, por Chaucer en los Cuentos de Canterbury (s. XIV) y por Feliciano de Silva en su Amadís de Grecia (1530). Cervantes nombra a de Silva en Don Quijote (1605), para parodiarlo: “La razón de la sinrazón que a mi razón se hace, de tal manera mi corazón enflaquece, que con razón me quejo de vuestra fermosura”. Como en muchos casos al respecto de las fuentes literarias, en éste nos encontramos con que Chaucer y/o de Silva toman su relato de Boccacio, y éste de la tradición oral.
La curiosidad más célebre de la obra es la acotación escénica “Sale, perseguido por un oso”. La leyenda al respecto nos habla del pavor (o el fervor) del público ante el animal, que ni siquiera sabemos si era real o representado por un actor disfrazado.
Aunque para la trama es irrelevante, los escenarios se reparten entre los reinos de Sicilia, isla del sur de Italia, y Bohemia, en la actual República Checa, a la que se atribuye erróneamente tener costa (detalle que ya aparece en Pandosto).
Irónico que caiga la lectura de este libro en miniclub en plena canícula estival. A leer a partir del 20 de julioEl cuento de invierno es seguramente la penúltima obra de William Shakespeare. Escrita en pleno apogeo poético de su autor, parece que, con ella, hubiera querido burlarse expresamente de todas las convenciones literarias. Porque si en sus obras Shakespeare tendió siempre a reunir elementos dispares, en El cuento de invierno se superó a sí mismo. En ella coexisten fantasía y realismo, tragedia y comedia, corte y campo, nobleza y picaresca, antigüedad griega y modernidad isabelina, y contiene, además, un buen número de curiosidades y prodigios (incluida la presencia escénica de un oso y de una estatua que cobra vida). La acción se desarrolla en dos tiempos con un intervalo de dieciséis años y se alterna entre Sicilia y Bohemia. Inspirada en la tragicomedia romancesca, trata las relaciones entre padres e hijos en una trama de pérdida y recuperación, discordia y reconciliación en la que intervienen elementos sobrenaturales. Dada la importancia que en todas sus «divinas comedias» tiene el espectáculo y el tratamiento artístico de sus ingredientes, esta obra se distingue, también, por su carácter experimental y aun vanguardista. Aunque poco apreciada por los escritores y críticos neoclásicos, El cuento de invierno ha ido ganando desde el siglo XIX en estima y admiración hasta convertirse, en opinión de algunos, en la más bella creación de Shakespeare.