Retales del pasado - VV.AA.

[lucia]

288 páginas
ISBN 9788416331055
Rústica 15 x 23 cm.
Colección: Histórica
Precio venta: 17,95 €

Tienes en tus manos una antología que nace con espíritu solidario. Diecinueve relatos históricos que abarcan diversos momentos y lugares. Diecinueve autores que pretenden poner su granito de arena; paliar, aunque solo sea un poco, el abandono institucional que sufre la cultura española. Un recorrido de miles de años de la mano de novelistas con reconocida trayectoria en el género, que unen fuerzas e ilusión en un proyecto cuyos derechos de autor irán a parar a la Biblioteca Viva de al-Ándalus, entidad dedicada al cuidado y proyección de nuestro patrimonio.

Pedazos de historia y de ficción que, unidos en el presente, conforman un telar multicolor en el que rigor y dramatismo se combinan para recordarnos lo que fuimos. Lo que somos. Lo que podemos ser. Líderes imbatidos que pretenden domar la naturaleza, marinos mercantes en tiempos de guerra, frailes rebeldes que buscan la luz en la oscuridad, caudillos íberos en lucha contra el invasor, víctimas del terror revolucionario, usureros medievales que encuentran la horma de su zapato, archiveros al rescate del pasado, genios renacentistas, aristócratas persas, pilotos de caza, califas cordobeses, titanes asiáticos, judíos sevillanos, poetisas de Lesbos, princesas egipcias, esclavas capaces de atemorizar a los poderosos, damas que luchan por el voto femenino, que conquistan territorios exóticos o se alzan contra los viejos cánones.

Lo que te traemos solo son Retales del pasado para ayudar en el presente.

[ciro]

¡Qué gusto ver a tantos escritores españoles con talento escribir relatos históricos!

[Olga]

Yo, personalmente, no soy muy de relatos. Me cuesta esscribir algo que baje de quinientas páginas...

Pero cuando me invitaron a participar me hizo mucha ilusión, por ser una causa solidaria.

El mío es un relato ambientado en la Persia sasánida. En realidad, un relato dentro de un relato... Una reflexión sobre cómo las culturas tienen su ideología pero, en circunstancias históricas extremas, pueden verse obligadas a evolucionar (incluso en contra de sus propios deseos).

[Olga]

Por cierto, este jueves día 21 de mayo lo presentamos en Madrid. El acto se celebrará a las 19:00 en la Librería Lé (Paseo de la Castellana, 154). Como acompañante, tendrá a Carolina Molina, otra de las autoras participantes.

Recordad que los derechos de autor irán destinados a la Biblioteca Viva de al-Andalus (Córdoba).

[Olga]

Aquí tenéis la invitación

[Nínive]

Aquí hay relatitos de mis profes...

[Giulietta]

Dios mío, ¡necesito leer este libro!

[lucia]

César y la nereida (Javier Negrete): mezcla de ucronía y fantasía con un Julio César que sobrevive a los idus de marzo con un ataque de megalomanía.

El final le está merecido, pero solo pensar en esa obra de ingeniería resulta mareante, aunque creo que hubiese habido problemas mucho antes por la salinidad.

La hermosa hembra (Teo Palacios): la historia está bien escrita, pero no me dice nada. Y el trasfondo histórico da colorido, aunque la historia es bastante atemporal.

El hachib (Carlos Aurensanz): nos cuenta la manipulación de los poderosos para mantenerse arriba y, de forma somera, las maquinaciones para pasar de emir a califa.

Estaba esperando que el califa se cargase al hachib, pero me quedé con las ganas

De ser capitán (Miguel Aceytuno): me ha encantado. Con un ritmo tranquilo y pausado consigue meterte el corazón en un puño cuando aparece el submarino alemán a la vez que transmite algo de lo que deben de sentir los verdaderos capitanes de mar.

Tardes de café vienés (Nerea Riesco): una historia a la vez de acatamiento a las convenciones con el trasfondo de las sufragistas españolas. Este es otro en que al final te quedas con cara de ¿qué me ha querido contar? Porque parece que la prota se queda conforme con su rebelión en la sombra y no va mas allá.

El camino del sol (Carolina Molina): se lo dedica a Teresa Bedman, lo que me recordó a otra novela. Lo malo es que lo mismo que no me gustó de la novela no me ha gustado en este cuento. Por no hablar de las partes en que ni busca excusa para volcar toda la documentación que ha recopilado.

María de Estrada, la conquistadora de México (Ricard Ibáñez): curiosa historia de la conquista de México desde el punto de vista de una vieja amargada a punto de morir que no elude los puntos negros, aunque sí casi toda la política.

[lucia]

El retrato del general (María Pilar Queralt del Hierro): efectivamente, no es un cuento, sino un retrato de una época que desaparece vista desde una mujer que la vivió de forma privilegiada y de puntillas.

Régulo (Javier Pellicer): formalmente está bien escrito, pero me ha recordado a un ejercicio de estilo y encima Indíbil me ha resultado un antipático de mucho cuidado con ese cuadriculamiento y endiosamiento.

El sótano del avaro judío (Manuel Sánchez-Sevilla): un relato al estilo de Canción de Navidad, pero terminando en plan obsesivo.

La sombra de nadie (Mado Martínez): qué gracia, otra historia con la Malinche apareciendo, aunque esta vez como fantasma

La tempestad (Carla Montero): una historia corta con Giorgione como protagonista de un romance que explica la génesis del cuadro. De momento, el mejor de todos.

[lucia]

Partida de caza (Olalla García): para alguien que reconoce que los cuentos no son lo suyo, este es muy solvente. No me extraña que la abuela no quiera contar el final de los dos ciervos, ya que solo demuestra la estupidez de los seres humanos, pero se ve que sus enseñanzas no cayeron en saco roto

El hombre más fuerte del mundo (Ramón Muñoz): que el prota es

Gandhi

se intuye desde casi el principio aunque no llegue nunca a confirmarlo, pero la imagen que da de sus años en Inglaterra y lo que sintió con el campeón de lucha que encontró allí y le enorgulleció junto al encuentro final da una imagen muy humana de las ilusiones encontradas y perdidas.

Los muros de la reforma (Concepción Perea): no conocía la historia de Casiodoro de Reina y Cipriano de Valera, aunque sí la Biblia que tradujeron al castellano y que ha sido referencia durante muchos siglos. En realidad el cuento se centra en el ambiente en el monasterio en los días previos a que tuviesen que huir.

Dos nombres de mujer (Sebastián Roa): la forma de ser del protagonista me ha dejado con tan mala leche que casi piensas al final que se lo merecía. Si es que no se puede tener la cabeza más llena de pájaros con un bombardero que se acerca. Otra cosa hubiese sido si se estuviesen marchando, que podría ser por la mención del humo, pero no por las siguientes descripciones.

El acantilado de la luz (Magdalena Lasala): viajamos a la Lesbos de Safo, donde se nos deja ver su historia de amor con Faón. El tono no va conmigo porque la narradora es un tanto obsesiva.

Los húmedos infiernos de Bicètre (José de Cora): quitando la ironía final, no veo mucha gracia a la historia salvo como narración de ambientación en los años de la Revolución Francesa.

El legajo (Francisco Narla): otro cuento al que no le veo el interés, cuando además te cuenta el final a la mitad.