Carta abierta a D. Rafael Llopis (Epistolar)

[Ralph Barby]

Carta abierta a D. Rafael Llopis.
Creo que este es un buen lugar para incluirla para que podáis leerla, si Lucía cree que debería insertarse en otra parte, sólo tiene que decírmelo.
http://ralphbarby.blogspot.com.es/2015/ ... lopis.html
Ralph Barby

[lucia]

Lo que tienes que insertar es el texto, no el enlace

[Ralph Barby]

Lucía.. que tu voluntad sea cumplida, te prevengo que existe otra carta escrita por D. José Luis Fernández Avellano dando explicaciones, que yo acepté muy gustoso.
Ralph

Carta abierta a D. Rafael Llopis

Tengo que felicitarle por sus obras, no sólo de crítico en positivo, también por su incansable labor en la selección y traducción de grandes escritores extranjeros del mundo fantástico, de lo gótico y de la ciencia ficción, géneros que yo, como profesional, podría apuntar que en ocasiones no sólo se acarician sino que se mezclan y armonizan. Usted ha trabajado y mucho para incorporarlos a la lengua castellana y merece el agradecimiento de los lectores que han podido leer a esos grandes escritores que señala en la entrevista,
En la citada entrevista, (http://www.eldiario.es/murcia/cultura/r ... 11631.html) donde hace un repaso de sus vivencias, dice que le había sorprendido el éxito del género de Terror, Gótico o Thriller Victoriano, que de todo hay, y al llegar a ese punto, se olvida de cuál fue el viral de este éxito, porque sí lo hubo, muy grande e importante, y tengo las pruebas de ello.
En un artículo que publiqué en la Web “Ábrete Libro”, ya conté lo que podía decir del “Pulp”, no es necesario redundar en ello, (http://ralphbarby.blogspot.com.es/2014/08/pulp.html ), voy a ceñirme al género que nos ocupa.
Sí, existía un vacío. Hubo intentos de ofrecer el Terror como género con el soporte en papel que se denominaba “bolsilibros”, la verdad es que no tuvieron el éxito que esperaban. Unos años más tarde, en una reunión de ejecutivos de la Editorial Bruguera, decidieron publicar el género de Terror como “SELECCIÓN TERROR” en el formato “bolsilibros”, aproximadamente cien páginas. La editorial disponía de un puñado de escritores capaces de todo, porque ellos tenían el “don” de contar historias. El éxito de estas publicaciones entre los jóvenes, no sólo en España sino en toda Latinoamérica, fue muy grande. Donde otros habían fracasado, “Selección TERROR” tuvo mucho éxito. Personalmente he recibido multitud de correos agradeciéndome las historias que escribí, correspondencia que he recibido no sólo en privado, también en abierto. Me han “culpado” de haberles enganchado a la lectura y a la escritura para toda la vida, pues gran parte de los que hoy son hombres y mujeres universitarios, incluso profesores y no pocos escritores, se aficionaron al género gracias a Selección TERROR, y no lo ocultan. Personalmente, en no pocas ocasiones, me ruborizo en el silencio y la soledad frente a mi ordenador por lo que me dicen, por el agradecimiento que me transmiten. No vamos a ser tan ingenuos como para no admitir que dentro de Selección TERROR de Bruguera hubo escritores pésimos y regulares, pero también hubo los que apuntaban buenos estilos y los que consiguieron que muchos jóvenes esperaran frente a los quioscos o librerías de pequeñas poblaciones la llegada semanal de los “bolsilibros de Selección Terror. Cierto también que estos jóvenes buscaron después a los clásicos extranjeros del género y es estupendo, pero la génesis del boom del género fue Selección TERROR de Bruguera con sus distintos autores, cada cual con su propio estilo. Los hubo mágicos, los hubo que practicaban el “thriller victoriano”. Yo, personalmente, opté por la vertiente más endiablada y fantástica sin acercarme nunca al gore. Esto no significa que el pequeño grupo puntero de Escritores de este género estuviéramos obsesionados por el Terror, no, claro que no; en mi caso concreto, de mi producción total, con este género sólo alcancé un diez por ciento. Y los premios literarios que he conseguido, ninguno es del género de Terror.
Por otra parte, quisiera precisar que en la Antología del Cuento Español publicado por la Universidad de Nebraska-Lincoln (http://ralphbarby.blogspot.com.es/2009/ ... panol.html ) en el que se incluye a escritores como Camilo José Cela, Caballero Bonal, Rosa Regás, Sánchez Dragó y otros distinguidos colegas, se incluye un único cuento de Terror y es el mío. No está publicado con mi pseudónimo o como yo prefiero decir, mi nombre artístico. Para escribir algo bien, no es necesario que seas extranjero, pero nos obligaban a buscarnos nombres artísticos anglosajones. En la literatura ocurre como en Hollywood, la mayoría de actores y actrices tienen un nombre artístico y otro real. No trato de excusarme, la verdad es que mi nombre artístico se ha comido al de mi D.N.I. y yo, contento, porque es el que me ha dado vida, una vida larga como Escritor. Señor Llopis, mis historias de cien o doscientas páginas, no se quedaron en el olvido, se siguen reeditando, en España y en EEUU, se siguen pirateando y se siguen plagiando. ¿Por qué será? Me gustaría que entendiera la cantidad de millones de lectores que hemos tenido, lectores que se renuevan, porque muchos de esos Escritores del género que hoy se abren paso con mucho esfuerzo y mejor narrar, comenzaron leyéndonos a nosotros, no a los que usted cita en su entrevista. Claro que esos grandes clásicos tenían lectores, pero eran pocos comparados con los que tuvo “Selección Terror” de Bruguera que lanzaba formidables tiradas semanales.
Señor Llopis, creo que se podrían puntualizar muchas cosas sobre lo clásico y lo evolutivo, pero es el tiempo el que al final sentencia. Los narradores, los Escritores, desaparecemos, pero las obras quedan. Hay años de oscuridad, también les ocurrió a los griegos, y años de renacimiento.
Espero que considere esta carta abierta como una acotación a un posible olvido y no como una crítica en negativo, porque a usted hay mucho que agradecerle sin duda.
Saludos.
Ralph Barby
Miembro ACEC y co-fundador de la ACEE.
Socio de Honor de NOCTE.

[lucia]

Creo que el acierto de los bolsilibros Bruguera era el sistema de intercambio, que permitió que muchos niños leyesen después de unos años muy duros. Además, eran un tanto equiparables al pulp americano, baratitos y permitiendo a los escritores bregarse y coger oficio.