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Editorial: Lumen Título original: A Spool of Blue Thread Traductora: Ana Marta Buil Páginas: 512
Publicación: 15/10/2015
Todas las familias guardan secretos, incluso las que parecen perfectas. Los Whitshank no son una excepción a esa regla, pero ¿quiénes son realmente los Whitshank? Pues una familia de clase media americana afincada en Baltimore desde 1920. A simple vista, son un clan unido por el afecto y la solidaridad. Sin embargo, pronto descubriremos que en el retrato que hacen de sí mismos solo asoma una parte de la historia.
«Era una hermosa tarde amarilla y verde, y soplaba una suave brisa...» Así es como Abby siempre relata cómo se enamoró de Red Whitshank. Pero eso fue en julio de 1959, y ahora estamos en pleno siglo xxi. Abby y Red se han hecho mayores, los cuatro hijos que tuvieron ya son adultos y con el trascurso de los años no solo han acumulado momentos de ternura, armonía y felicidad; su historia también esconde celos, decepciones y engaños. Sin embargo, más allá de los silencios, incluso más allá de la muerte, los Whitshank nunca dejan de ser una familia. Basta a veces que una madeja de hilo azul caiga al suelo en un momento clave para saber que no estamos solos… Sucede así, de repente, y la felicidad es algo más que una promesa.
Nunca he leido nada de Tyler, que es famosa sobre todo por El turista accidental (su Pulitzer es probablemente de los más olvidados).
Es finalista del Man Booker prize con esta novela, y los comentarios en la web eran muy curiosos porque iban de los que decían que era el mayor bodrio que habían leido este año a quienes opinaban que era una novela fantástica (no hay nada como la división de opiniones para atraer mi atención)
A ti te quería ver, asangrefria
Sí, lo mismo he podido cotejar, y es una novela que, a priori, no me llamaba mucho la atención, aunque sí que he leído otras de Anne Tyler (El turista accidental, Reunión en el restaurante nostalgia, Cuando éramos mayores, El hombre que dijo adiós) y me han gustado. Le daré una oportunidad.
Pues te acompaño cuando sea, porque, además, me está dando cargo de conciencia haberte dejado abandonada en el otro miniclub, me temo que me he atascado.