Vanity: La carta escarlata (1er capítulo)

[paulke]

Buenas. Esta es una historia que iré escribiendo por capítulos y quisiera saber vuestra opinión. Espero que os guste.

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CAPÍTULO 1: MIENTRAS FUMABA.
Cuando salí y pisé la adoquinada acera sentí el frío acariciándome la cara. Era diciembre, y el viento sureño no hacía otra cosa sino recordármelo, así que me envolví lo mejor que pude en mi bufanda de lana negra, dejando al descubierto sólo los ojos. Me encantaba mi casa. Vivía en la que para mí, al igual que para muchas personas, es la mejor calle de Nueva York, y una de las más lujosas y privilegiadas del mundo, la Quinta Avenida. Por si este hecho no fuese ya privilegio suficiente, como horizonte, tanto en el portal como en cada una de las ventanas de mi casa que estaban orientadas al oeste, tenía, regado con Central Park de fondo, el Metropolitano. He de reconocer que, por su gran cercanía, más de un domingo lo había pasado en su cálido interior dejando volar mi imaginación con todas y cada una de las obras que contenía. Y allí seguía, como cada día, mientras yo caminaba hacia abajo por la avenida, mirándome por encima del hombro derecho.

Ya había pasado un par de cruces, y los nervios del momento iban in crescendo, al mismo tiempo que me daba cuenta de la idiotez que radicaba en la propia naturaleza de mi nerviosismo. Ni que fuese el primer libro que presento, pensé, cosa que era verdad. Pero a ese pensamiento le siguió otro: si ... no me pusiera nervioso ante cada presentación de mis obras, ¿no habría perdido la pasión por mi trabajo?
La respuesta afirmativa de esta segunda pregunta sonó más fuerte que en el primer caso, así que los nervios persistieron en su labor. Ante este panorama yo solo podía hacer una cosa. Introduje la mano en el bolsillo de mi abrigo y saqué la pitillera y el encendedor. Cuando noté el roce del cuerpo del cigarro en mis labios, la lenta entrada de humo en mi cuerpo, todo lo que me rodeaba comenzó a desaparecer, lo material y lo inmaterial, hasta tal punto que sólo estaba yo, el ruido de mis zapatos sobre la acera y el humo que desprendía mi cigarro.

Casi sin darme cuenta ya había conseguido tres cosas: consumir el cigarro a la par que aplacar mis nervios y estar a tan solo unos pasos de mi destino. Seguía soplando el viento sureño, pero esta vez no viajaba solo, sino que venía acompañado por todos y cada uno de los perfumes de las personas que se encontraban en la puerta del establecimiento. Algunos, al acercarme y pasar por su lado para dirigirme a la puerta, me miraban con curiosidad y con una pregunta reflejada en sus pupilas: "¿será él?". En esto me ayudó bastante mi bufanda alta para evitar tener que responder a esa pregunta, pero realizada verbalmente, hasta que al fin alcancé la manilla de la puerta principal. Elevé la vista y leí el impetuoso y portentoso letrero que rezaba "Barnes & Noble".

[lucia]

No he contado las veces que ha aparecido "ya" en el texto, pero en todo caso son demasiadas para la longitud del mismo. Y has presentado al escritor como si fuese un cretino pagado de sí mismo y un tanto forzado en el habla. ¿Es lo que querías?

[paulke]

No he contado las veces que ha aparecido "ya" en el texto, pero en todo caso son demasiadas para la longitud del mismo. Y has presentado al escritor como si fuese un cretino pagado de sí mismo y un tanto forzado en el habla. ¿Es lo que querías?

Antes de nada disculpa por la tardanza. Una vez dicho esto pasemos al relato:
- En cuanto a los ya los utilicé de esa manera "excesiva" como bien dices para dar la impresión de intensidad en el paso del tiempo.
- Con respecto a la forma de hablar del personaje, era la idea que tenía: una persona creída, consciente de que lo que hace es bueno, o al menos esa es la imagen que quiere dar

Gracias por tu opinión.

Un saludo.

[lucia]

Si quieres que la intensidad sea efectiva, tienes que dar descansos.