Demasiadas esperanzas tenéis en mí
. Soy un lector muy simple.
Llevo varios capítulos. Es un libro para leer con calma, disfrutando. Sí, disfrutando. Cada capítulo se lee como quien saborea un caramelo. El autor se explica con paciencia, repitiendo cada concepto desde distintos ángulos, a veces con parábolas, a veces con reflexiones. Percibo que lo hace con amor (veis: lector simple) porque me siento arrumado por las palabras...
No son conceptos mágicos ni ajenos: todo tiene la consistencia de una filosofía que se ha ido depurando durante quizás milenios. Algo así no se hubiera sostenido si no fuera razonable. Lo mejor es que está adaptado a los tiempos actuales, a los problemas actuales. El autor es español y vive en el mismo mundo que nosotros. Me encanta, por ejemplo, el capítulo que se llama
Claramente despiertos. Dice que debemos practicar de manera continua la atención plena, que debemos librarnos de los automatismos y los comportamientos obsesivos e inconscientes de nuestra vida diaria, y darle sentido y significado a todo lo que hacemos, a lo que somos. Ser más conscientes nos hace ser mejores personas... Mejores personas, no puedo imaginar objetivo más noble.
Otros capítulos entran a desarrollar la práctica de la meditación. Mientras que en
Volver a la pureza original describe el objetivo de la meditación (el reencontrarse con uno mismo), en
Entre el cielo y la tierra describe aspectos de la práctica que a mí me parecen más místicos, como el karma o el flujo de la energía por el cuerpo. Conecto menos con esta parte más esotérica, aunque reconozco alguna verdad nombrada con esos nombres a los que no estoy acostumbrado.
En fin, así voy
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