Leído. Tenía buena pinta, no esperaba un novelón, sino una lectura entretenidilla, de las que enganchan, sin embargo ha terminado siendo uno de esos libros de los que si me preguntan por qué lo he leído, solo puedo decir que porque ya lo había empezado. Solo hacia el final se me ha hecho más interesante la historia de misterio, y aún así, ya llevaba leído demasiado que no me gustaba, como para que se salvase algo, para mi gusto. Y tras la
resolución, el final, un colorín colorado que se veía venir, a Louisa le vuelven a ofrecer su trabajo, y Guy consigue el puesto que quería en la policía metropolitana, Stephan está bien, así que Louisa no tiene que tener ningún cargo de conciencia, su madre se va a vivir con su hermana (no podía haberlo hecho antes, cuando aún estaba Stephan y Louisa ya se había ido) y todo es bueno y bonito. |
No me ha enganchado nada, los diálogos no me han gustado (es un tipo de diálogo que, para mi gusto, es forzado o poco natural, creo que no se tiene que notar que el diálogo está hecho para el lector, tiene que parecer una conversación entre personajes, y no me lo ha parecido nada), he encontrado varias inconsistencias (de las que los protagonistas "no pueden" pasar por alto como lo hacen) y los personajes tampoco me han parecido nada interesantes o buenos.
Especialmente absurdo el de Nancy, en un montón de momentos de la novela, con su punto más álgido (que supongo que no me tendría que haber sorprendido), cuando
Louisa le cuenta lo que ha descubierto y su plan para detener a Roland, y Nancy no es que no se lo crea (que puede ser "lógico" porque está enamorada de Roland), es que le suelta (y se queda tan pancha), que si Roland mató a Stephan, la culpable sería ella, porque le pidió que le hiciera algo a su tío (cuando además, sabe que Louisa no le pidió que le hiciera algo "malo" a su tío, sino que le asustase). Y lo dice sin que parezca que eso cambie su actitud con el chico. Pues chica, si crees que la culpa es de Louisa, más miedo debería darte tu amado, lo que es capaz de hacer... Una hartura de chica, vamos. |
Hay un montón de situaciones bastante tontas, en unos personajes que, si me guio por lo que me están contando en el resto de la historia, son bastante incoherentes.
Es como si la autora no tuviera buenos recursos, y para llevar la historia por donde quiere o necesita, lo hace con situaciones un poco absurdas.
Louisa decide hablar
de Roland a Lady Redesdale, pero resulta que no lleva nada pensado (qué decir, qué no, cómo explicar una sospecha sin contar algo que no quieres que sepa), así que al final suelta un par de tonterías sin pruebas y poco consistentes que no hacen más que enojar a la señora y le llevan al despido (ni ahí, viendo que todo se complica, es capaz de contarlo todo con toda la verdad de lo que sabe y ver si al menos eso ayuda). Tantas vueltas para decidir qué es lo correcto, si hablar o no, pero luego ni media vuelta a qué vas a decir exactamente... |
Entiendo que en ese momento la autora necesitaba a
Louisa fuera de la casa, para poder hacer las pesquisas que va haciendo después y darle un meneo a su relación con Guy. |
Igual de inteligente es que cuando ve que
Mabel es la asesina, en lugar de entrar en la casa (como estaba planeado) y seguir como habían acordado, disimulando que no se ha dado cuenta de nada, para no ponerse en peligro, se lo suelta tal cual, delante de su cómplice (o sea, dos contra una) que sabe que ella es la asesina, así, sin saber si le van a hacer algo allí mismo. |