Un buen detective no se casa jamás - Marta Sanz

[asangrefria]

Editorial: Anagrama
Nº de páginas: 318

Zarco, aquel detective de Black, black, black, cuarentón y gay, ex marido de Paula y novio de Olmo –tan joven y ahora tan infiel–, se va de viaje. Para olvidar y que le olviden. También para huir de la compasión irónica de su ex mujer. Se refugiará en el riurau que la riquísima familia de Marina Frankel, una antigua amiga, tiene en las afueras de una ciudad mediterránea.
Marina pertenece a una estirpe de gemelas monocigóticas. Abandonadas por Janni cuando eran niñas, Marina y su hermana han sido criadas por la tremenda tía Amparo, única heredera, que con su rústico talento para los negocios ha multiplicado la fortuna familiar. Marcos Cambra, un bello podólogo que se parece a Delon, se casa con Amparo y vive en el riurau rodeado de mujeres. El camaleónico poder de las hermanas rodea de misterio a esta familia de espesa femineidad y enigmas múltiples. Zarco, inesperado detective nunca escueto en palabras, los irá desvelando, aunque de repente note que también él necesita que alguien lo encuentre...
Este libro es una moderna novela detectivesca, y un cuento de hadas que transcurre en el castillo de un país de nunca jamás y acaba con un banquete de celebración. Hay una madrastra, una bella a quien vemos dormir, un príncipe sapo, un zapato de cristal, una criada fiel, un tesoro, la ilusión de un hada madrina, Pepito Grillo, habitaciones cerradas en las que pasa algo que no vemos. Y retratos e infinitos espejos.
En esta novela se abordan las psicopatologías –polí́ticas, sociales– propias de los cuentos de hadas: sexo, matrimonio, incesto, duplicidad, castidad, maltrato, envidia, vampirismo, travestismo, necrofilia, adicciones, servidumbre... Esta novela es una mujer que lleva los labios pintados por fuera, el rímel corrido, y tiene un aire a la loca de Chaillot.

«Un excelente cóctel con ecos de boleros de obsesiones amorosas, de guiños a la Lolita de Nabokov y los ingredientes imprescindibles de los cuentos de princesas. Zarco, este singular detective que hubiese enamorado por igual a Hitchcock, Chandler y Warhol» (Guillermo Busutil).

Me la compré esta semana y veo que no tiene hilo abierto. Black, black, black me pareció divertida, muy bien escrita y que usaba con respeto el género negro para contar otra cosa totalmente diferente, así que me he animado con la secuela

[magali]

Lo muevo a Hispana. Creo que Marta Sanz es española.

[asangrefria]

Lo muevo a Hispana. Creo que Marta Sanz es española.

Sí que lo es. Pero cuando uno abre un hilo sin fijarse pasan estas cosas

[magali]

Lo muevo a Hispana. Creo que Marta Sanz es española.

Sí que lo es. Pero cuando uno abre un hilo sin fijarse pasan estas cosas

Gracias por el hilo. Lo de menos es dónde se pongan

[natura]

Sí que es raro que no tuviera tema abierto, porque la novela es de 2012, y esta autora está muy de moda últimamente. Pero estas cosas pasan en el foro, obras rarísimas con hilo desde hace años, y otras más conocidas que no lo tienen

[Ashling]

El título es buenísimo.

[asangrefria]

El título es buenísimo.

El título es una cita de Apuntes sobre la novela policiaca de Raymond Chandler.

La verdad es que era raro que no estuviera porque es una autora con bastantes hilos en el foro (incluida la predecesora de esta novela). Pero bueno, hay novelas que las han leido cuatro gatos y tienen páginas y páginas en su hilo, y otras de ventas masivas que apenas han generado interés aquí. Son cosas que pasan.

Supongo que a veces la novela sale, no se le abre hilo en el momento y después se pasa. Además Sanz ha publicado bastante en fechas recientes.

Yo espero que me guste tanto como Black, black, black, donde la relación entre Zarco y Paula daba mucho juego

[asangrefria]

Llevo dos tercios de la novela y tengo que decir que no me convence tanto como Black, black, black.

Por una lado la voz de Zarco es inconfundible (pura verborrea barroca) y aunque Paula (de momento) solo está como la voz interior de Zarco, sí tiene una presencia constante.
Mi problema es la estructura.
Black, black, black era una novela de detectives muy sui géneris, pero estaba estructurada en tres partes (la investigación de Zarco, el diario de la madre de Olmo y la investigación de Paula), aquí eso no pasa. La historia es mucho más difusa, de hecho Zarco está de vacaciones. El problema (para mí) es que la estructura de novela negra le daba a black, black, black un propósito que permitía que la historia avanzara (aunque luego se contaran muchas más cosas), mientras que en esta hay cierta sensación de dar vueltas en círculos.

Y no es que esté mal, Marta Sanz escribe realmente bien y ese verbo florido que podría resultar pesado al cabo de un tiempo no entorpece en ningún momento la narración. Y tiene partes divertidas, el problema es que a estas alturas aun no se hacia donde va.

Ya veremos como remata la jugada. Eso sí, tengo ganas de leer a Sanz en otro tipo de novela (a ver si Anagrama saca Farándula en bolsillo, aunque ya me veo esperando siglos como con Cicatriz de Sara Mesa)

[asangrefria]

Pues no me ha gustado nada. Es curioso como puedes construir una novela con los mismos mimbres que otra y el resultado ser el opuesto.
Y eso que los personajes conservan su esencia y está muy bien escrita, pero no me ha convencido nada.
Eso sí reitero mi interés en leer a Sanz en otro registro diferente