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Edgar Neville Romrée, nació en Madrid, el 28 de diciembre de 1899 en el seno de una acomodada familia. Su padre, inglés, era ingeniero y su madre, María Romrée y Palacios, era hija del conde de Romrée y de la condesa de Berlanga de Duero, título este último que heredaría Edgar.

La infancia de Neville transcurrió en una casa palaciega propiedad de sus abuelos maternos, ubicada en Alfafar (Valencia) y en La Granja de San Ildefonso (Segovia). Estudió en el colegio del Pilar, en Madrid y posteriormente, Derecho. Con tan solo 18 años estrenó su primera película, La Vía Láctea, con la compañía de La Chelito.

Tras un desengaño amoroso con una joven actriz de la época, se alistó con los húsares que se destinaban a la Guerra de Marruecos. Sin embargo, una enfermedad le trajo de vuelta a España.

Tras una breve estancia en Granada, para finalizar sus estudios, se casó con la malagueña Ángeles Rubio-Argüelles y Alessandri. Aunque la pareja residió en Madrid, Neville viajó frecuentemente a Málaga, donde la editorial Imprenta Sur le publicó sus primeros libros.

Ingresó en en el cuerpo diplomático y fue destinado como secretario en la embajada en Washington. También viajó a Los Ángeles, lugar que le atrajo por las posibilidades que le ofrecía para introducirse en el mundo del cine. Logró entablar amistad con Charles Chaplin, quien le contrató como actor de reparto en su película, en la que hacía el papel de guardia. A raíz de la amistad con Charlot, la Metro Goldwyn Mayer le contrató como dialoguista y guionista para las versiones en español que tenían como destino el mundo hispano.

En los años treinta se separó de su esposa, y se relacionó sentimentalmente con Conchita Montes, una aristócrata intelectual, que empezaba a ejercer como actriz. Se dice que la intervención de Conchita Montes fue decisiva para evitar que Neville fuera fusilado en los primeros días de la guerra civil española. Escapó a Londres, para establecerse después en una residencia que su familia poseía en San Juan de Luz.

En 1937 se unió al ejército franquista como reportero de guerra. Ello le permitió filmar escenas de la contienda en el frente de Madrid, la batalla de Brunete y la toma de Bilbao. En esta época, además, escribió guiones de películas de carácter propagandístico como Juventudes de España, La Ciudad Universitaria y Vivan los hombres libres.
Finalizada la guerra trasladó su residencia a Marbella, donde se instaló junto a Conchita Montes.

Junto con Tono, Antonio Mingote y Mihura escribe en la revista de humor La Codorniz, y ejerció como director de cine y autor teatral. Su cinta más conocida es La vida en un hilo y, en la escena, destacó El baile, que se mantuvo en cartel durante siete años.

Cultivó también el cine policiaco, en títulos como La torre de los siete jorobados o El crimen de la calle Bordadores, y el género musical, con Duende y misterio del flamenco.

Neville murió el 23 de abril de 1967.