¡No es tan difícil! Pero también depende del libro.primopons escribió:Yo siento envidia (sana) de los que tenéis la capacidad de abstraeros y podéis leer rodeados de gente que habla, sube, baja, se mueve... Cuando alguna vez viajo en autobús, tren o avión, me llevo lectura, pero mi rendimiento es bajísimo; siempre hay gente que habla, teléfonos móviles, niños que chillan... y mi atención se va detrás de cada conversación, de cada movimiento... Por cierto, también envidio a los que tenéis la capacidad de dormir en tales circunstancias.Xavi_Bcn escribió:Yo tengo una hora y media de tren a diario, más las esperas en los andenes. Anda que no leo durante ese tiempo. Luego en casa ya me cuesta más, porque no puedo llegar y seguir con el libro: hay muchas cosas que hacer. Pero mis casi dos horas diarias de lectura no me las quita nadie.
A mí en ocasiones me resulta más difícil enfrascarme en la lectura cuando hay absoluto silencio, me abstraigo mejor... en mis pensamientos, y se me van de la lectura En cambio el entorno de un metro invita a escaparse y un libro es una buena forma. Yo pocas veces leo en ellos, como he dicho, pero más por lo que comento de mi poca predisposición que por el entorno.
Eso sí, lo de leer de pie con el vagón abarrotado, eso sí que no, pero el motivo principal es que varios mirarían lo que estoy leyendo y me sentiría incómodo.