El otro día decidí recuperar una vieja afición que abandoné hace tiempo: ir al cine, solo y entre semana.Año: 2007. Duración: 94'. País: USA
Dirección: Mikael Håfström.
Guión: Matt Greenberg, Scott Alexander, Larry Karaszewski. (Relato incluído en el libro Todo es eventual)
Reparto: John Cusack, Samuel L. Jackson, Mary McCormack, Tony Shalhoub.
Música: Gabriel Yared.
Fotografía: Benoît Delhomme.
Argumento:
Basada en un relato de Stephen King, cuenta la historia de un novelista de terror (John Cusack) que sólo cree en aquello que ven sus ojos. Tras dedicarse a desacreditar fenomenos paranormales ocurridos en supuestas casas fantasmas, el no tiene prueba alguna de la existencia de vida más allá de la muerte. Sin embargo, todo cambiará cuando entre en la habitación 1408 del Hotel Dolphin.
Llegué a la taquilla de los multicines, un poco despistado por la falta de práctica, y lo primero que me llamó la atención fue un póster enorme de "Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal".
- Hola, ¿qué querías? -me dijo la taquillera.
-Ese póster y una entrada para... "1048".
No pilló lo del póster, pero me dio la entrada en la fila 7 y centradita, como me gusta a mí.
Me apetecía ver esa película. Soy admirador de los dos actores, y por el argumento daba la impresión de ser un thriller sobrenatural sencillito, con mucho suspense y sin grandes derroches técnicos.
Pues no.
Tras un primer acto la mar de prometedor, la película se convierte en un despropósito grotesco a la manera de "Evil Dead" pero sin pizca de gracia.
Es una lástima ver en lo que han terminado actores tan notables como John Cusack y Samuel L. Jackson (cuya aparición en pantalla no supera los 10 minutos).
Triste. Muy triste.