Gracias, señoras y señores, por esta venganza simbolizada en esta figura enhiesta. Macabra paradoja de un mundo en el que ya no nos quedan verdaderos líderes ni referentes, tan sólo flautistas a los que seguimos errantes y sumisos. Su porte y resplandor áureo me recuerda que hubo un tiempo en el que creí en la nobleza del ser humano, aposté fuerte por sus ideales y hasta vislumbré su pureza; fue antes de refugiarme en el balsámico celuloide tras ver cercenadas mis ilusiones a base de decepciones que me dejaron desgastado e inútil como un periódico del día anterior. Pero, no se confundan, damas y caballeros, seguiré alimentando mis sueños a golpe de claqueta y cantaré, reiré, hablaré y gritaré a través de mis personajes, creando atmósferas que sean capaces de desabrochar el encorsetado papel de nuestro devenir cotidiano bajo el trasfondo de una banda sonora de utópica esperanza.
Gracias, en fin, Academia, por seguir afianzando con todo el postín de sus estirados rostros y sus siliconados labios a juego con la alfombra de terciopelo rojo que acaban de pisar, con su desfile incesante de fastos y oropeles, aquello por lo cual me entrego con arrojo a los brazos de la ficción, tratando de moldear, de ese modo, este guión caprichoso e inconcluso llamado vida. Muchas gracias.
Discurso de recogida del Oscar
Re: Discurso de recogida del Oscar
Mas parece el discurso de bienvenida a un circo, el pasen y vean, señores.
Nuestra editorial: www.osapolar.es
Si cedes una libertad por egoísmo, acabarás perdiéndolas todas.
Mis diseños
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