El pianista del gueto de Varsovia- Wladyslaw Szpilman (1946)
Moderador: magali
Re: El pianista del gueto de Varsovia- Wladyslaw Szpilman (1
Como me gusta todo lo que estáis comentando. Si Szpilman pretendía con este libro que no nos olvidáramos de todo lo que se sufrió durante la guerra, creo que lo ha conseguido.
La parte del diario del capitán es tremenda porque ves las cosas desde el otro punto de vista.
La parte del diario del capitán es tremenda porque ves las cosas desde el otro punto de vista.
Re: El pianista del gueto de Varsovia- Wladyslaw Szpilman (1
Estando hoy por youtube me he encontrado con esto:
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Szpilman y la primera canción que toca en la película
Me encanta esta canción
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Szpilman y la primera canción que toca en la película
Me encanta esta canción
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Re: El pianista del gueto de Varsovia- Wladyslaw Szpilman (1
Que bueno, murcianita. Lo que se le debe estar pasando por la cabeza en ese momento debe ser tremendo.
Re: El pianista del gueto de Varsovia- Wladyslaw Szpilman (1
Subo este hilo porque he empezado a leerme la historia y, de regalo, en pack de la biblio, venía también la película.
Si no son maneras, lo de subir el hilo para facilitarme la búsqueda, porfa me ponéis en la lista negra, pero no me regañéis mucho que he vuelto mu sensiblona de las vacaciones... |
Re: El pianista del gueto de Varsovia- Wladyslaw Szpilman (1
A ver que te parece Pulp. A mi me encantó.
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Re: El pianista del gueto de Varsovia- Wladyslaw Szpilman (1
Buf, en una de las bibliotecas que frecuento hicieron un pack de libro y película. Trabajo hecho, así que los tomé, ambos.
Me leí el libro como él, Szpilman, escribió sus 'memorias': higiénicamente y asépticamente. Si eso es posible tratándose del mayor genocidio de la historia contemporánea. Del mayor y del más cruel. He leído mucho sobre el holocausto nazi, historias personalísimas, e historias generales y... cada vez siento un terrible dolor en el pecho: porque eso ocurrió, ocurrió. Alguien decidió exterminar una raza, pero no solo, exterminar unas ideas, una forma de pensar, de sentir, de vivir. Y hubo quienes le apoyaron. No hablo de quienes no tuvieron más remedio que apoyarle, o de quienes giraron la cara por miedo (no me atrevo a criticar su actitud, yo, a día de hoy, con dos hijas pequeñas, también giraría la cara, disimulando que sé, simulando que desconozco el olor a carne humana quemada, los trenes vacíos de vuelta, las casas sin habitantes, las desapariciones...), hablo de los que, como él, creyeron que la única solución posible era la muerte de millones de personas. La muerte cruel, los ensayos clínicos (para mayor avance de la medicina, dijeron, no?), y no solo clínicos... Causar dolor, matar un hijo ante sus padres para reírse del sufrimiento, mentir, engañar, robar, humillar!
Szpilman, quizá como parte de su 'necesaria' terapia mental, se distanció del horror que vivió para poderlo contar. O quizá, aún no había salido del muro que su mente había construído para defenderse de tanto sufrimiento. O quién sabe, quizá, para impedir que el odio se adueñara de él, que el rencor le ganara la partida, decidió solo contar, no juzgar, no implicarse emocionalmente más de lo que la propia guerra, no, no, la propia miseria humana nazi, le obligó a soportar.
Así que, por el motivo que fuera, decidió explicar su historia, sin hacer alarde de la 'suerte' que tuvo (en una, dos, tres, y hasta cuatro ocasiones), de la desgracia de quedarse completamente solo, de las formas tan crueles como vió la muerte, cómo vivió la muerte... explicándola, contándola, sin entretenerse en odiar, desear vengarse, o guardar un rencor que acabara con él.
...
Inmediatamente, al día siguiente, vimos la película en casa. Polanski se tomó más de una, y de dos, libertades cuanto al seguimiento lineal de la historia respecto del libro, pero fue fiel, absolutamente a lo narrado (excepto la historia 'de amor que no fue', que en ningún momento se menciona en sus memorias).
Le agradezco enormemente que no pusiera imágnes a una de las prácticas más habituales de los perros nazis y sin duda, de las preferidas por ellos, para matar de manera individual a los niños (desde recién nacidos, hasta jóvenes adolescentes).
...
Hace dos veranos estuve en Berlín, visitamos el campo de concentración (de exterminio, finalmente) de Sachsenhausen, un guía español nos iba explicando la mentira nazi (que ya conocíamos), la propaganda nazi que vendía su ideario versionado, las cámaras de gas, los crematorios, las habitaciones donde se hacinaban cientos de judios, pero no solo. El caso es que en un momento dado, el padre de una familia mexicana que tenía al lado, empezó a hablarme a mí: Todo lo que cuenta es mentira, eso es mentira, qué iban a hacer más que verse obligados a matar a los que se querían quedar con todo el dinero. Pero no los querían matar. Además no fueron tantos. Qué solución tenían, los alemanes...?
Empecé a llorar, pero no por él, apenas pude contestarle, solo miré a su hijo, joven, que bajó la vista... Sí, aún hay quien cree que el holocausto fue una mentira. O una solución.
En fin...
Me leí el libro como él, Szpilman, escribió sus 'memorias': higiénicamente y asépticamente. Si eso es posible tratándose del mayor genocidio de la historia contemporánea. Del mayor y del más cruel. He leído mucho sobre el holocausto nazi, historias personalísimas, e historias generales y... cada vez siento un terrible dolor en el pecho: porque eso ocurrió, ocurrió. Alguien decidió exterminar una raza, pero no solo, exterminar unas ideas, una forma de pensar, de sentir, de vivir. Y hubo quienes le apoyaron. No hablo de quienes no tuvieron más remedio que apoyarle, o de quienes giraron la cara por miedo (no me atrevo a criticar su actitud, yo, a día de hoy, con dos hijas pequeñas, también giraría la cara, disimulando que sé, simulando que desconozco el olor a carne humana quemada, los trenes vacíos de vuelta, las casas sin habitantes, las desapariciones...), hablo de los que, como él, creyeron que la única solución posible era la muerte de millones de personas. La muerte cruel, los ensayos clínicos (para mayor avance de la medicina, dijeron, no?), y no solo clínicos... Causar dolor, matar un hijo ante sus padres para reírse del sufrimiento, mentir, engañar, robar, humillar!
Szpilman, quizá como parte de su 'necesaria' terapia mental, se distanció del horror que vivió para poderlo contar. O quizá, aún no había salido del muro que su mente había construído para defenderse de tanto sufrimiento. O quién sabe, quizá, para impedir que el odio se adueñara de él, que el rencor le ganara la partida, decidió solo contar, no juzgar, no implicarse emocionalmente más de lo que la propia guerra, no, no, la propia miseria humana nazi, le obligó a soportar.
Así que, por el motivo que fuera, decidió explicar su historia, sin hacer alarde de la 'suerte' que tuvo (en una, dos, tres, y hasta cuatro ocasiones), de la desgracia de quedarse completamente solo, de las formas tan crueles como vió la muerte, cómo vivió la muerte... explicándola, contándola, sin entretenerse en odiar, desear vengarse, o guardar un rencor que acabara con él.
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Inmediatamente, al día siguiente, vimos la película en casa. Polanski se tomó más de una, y de dos, libertades cuanto al seguimiento lineal de la historia respecto del libro, pero fue fiel, absolutamente a lo narrado (excepto la historia 'de amor que no fue', que en ningún momento se menciona en sus memorias).
Le agradezco enormemente que no pusiera imágnes a una de las prácticas más habituales de los perros nazis y sin duda, de las preferidas por ellos, para matar de manera individual a los niños (desde recién nacidos, hasta jóvenes adolescentes).
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Hace dos veranos estuve en Berlín, visitamos el campo de concentración (de exterminio, finalmente) de Sachsenhausen, un guía español nos iba explicando la mentira nazi (que ya conocíamos), la propaganda nazi que vendía su ideario versionado, las cámaras de gas, los crematorios, las habitaciones donde se hacinaban cientos de judios, pero no solo. El caso es que en un momento dado, el padre de una familia mexicana que tenía al lado, empezó a hablarme a mí: Todo lo que cuenta es mentira, eso es mentira, qué iban a hacer más que verse obligados a matar a los que se querían quedar con todo el dinero. Pero no los querían matar. Además no fueron tantos. Qué solución tenían, los alemanes...?
Empecé a llorar, pero no por él, apenas pude contestarle, solo miré a su hijo, joven, que bajó la vista... Sí, aún hay quien cree que el holocausto fue una mentira. O una solución.
En fin...
Última edición por Pulp el 20 Ago 2013 09:04, editado 1 vez en total.
Re: El pianista del gueto de Varsovia- Wladyslaw Szpilman (1
Por cierto, no sé si tiene hilo propio, pero hace un tiempo leí una historia novelada sobre la 'evacuación' por la cara de montones de lituanos a Siberia. Entonces, quienes eran aquí los malos de la película? Los soviéticos, los lituanos, los intelectuales, Stalin, o Rajoy?
http://www.maeva.es/colecciones/exitos- ... os-de-gris
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Re: El pianista del gueto de Varsovia- Wladyslaw Szpilman (1
Ocurrió, y no en la Edad Media, cuando todos eramos medio salvajes, sino en pleno siglo XXPulp Fiction escribió:He leído mucho sobre el holocausto nazi, historias personalísimas, e historias generales y... cada vez siento un terrible dolor en el pecho: porque eso ocurrió, ocurrió.
Supongo que para todo judío que sufrió aquello y salió vivo, primero tiene que dar gracias por la suerte que tuvo y segundo, habrá muchos que tendrían un sentimiento de culpa que les duraría toda la vida. Preguntarse todos los días por qué a tu vecino sí y a ti no por el simple hecho de que cuando llegaron los nazis él estaba en casa y tú no tuvo que ser horrible.Pulp Fiction escribió:Szpilman, quizá como parte de su 'necesaria' terapia mental, se distanció del horror que vivió para poderlo contar. O quizá, aún no había salido del muro que su mente había construido para defenderse de tanto sufrimiento. O quién sabe, quizá, para impedir que el odio se adueñara de él, que el rencor le ganara la partida, decidió solo contar, no juzgar, no implicarse emocionalmente más de lo que la propia guerra, no, no, la propia miseria humana nazi, le obligó a soportar.
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Re: El pianista del gueto de Varsovia- Wladyslaw Szpilman (1946)
He empezado a leer la historia, despacito porque me impacta bastante, y la voy leyendo junto a otras novelas más fantasiosas. Me ha sorprendido el cómo está escrito, la forma de narrar es muy buena, cercana y directa. Las cosas que cuentan son duras, pero me temo que lo peor está aún por llegar. Ya voy comentando!
Leyendo Malibú Renace, Taylor Jenkins Reid
Leyendo 2 Maldiciones de Segunda Mano, Drew Hayes
Recuento 2022
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Re: El pianista del gueto de Varsovia- Wladyslaw Szpilman (1946)
Subo el hilo, que lo tenemos para el seis de diciembre junto con el guión de la película (El pianista) que se basó en estas memorias.
- hierbamora
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Re: El pianista del gueto de Varsovia- Wladyslaw Szpilman (1946)
Oh, estaré pendiente por si pudiera unirme para esa fecha, ojalá. Ahora mismo tengo un colapso tremendo de lecturas, y unas cuantas más que se avecinan.
Leyendo:
1)Ted Chiang., Exhalación
2) Siri Hustvedt., La mujer que mira a los hombres que miran a las mujeres
Agenda de lecturas
1)Ted Chiang., Exhalación
2) Siri Hustvedt., La mujer que mira a los hombres que miran a las mujeres
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- magali
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Re: El pianista del gueto de Varsovia- Wladyslaw Szpilman (1946)
Si lo quieres leer en inglés: https://www.imsdb.com/scripts/Pianist,-The.html
Re: El pianista del gueto de Varsovia- Wladyslaw Szpilman (1946)
Me voy de viaje, pero me llevo detrás el guión y así lo leemos juntos y comentamos
¿Te lees las novela autobiográfica o el guión?
Bajo tierra seca de César Pérez Gellida.
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Re: El pianista del gueto de Varsovia- Wladyslaw Szpilman (1946)
La novela directamente