Los siete pecados capitales

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ratonB
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Re: Los siete pecados capitales

Mensaje por ratonB »

magali escribió: 07 Ene 2024 11:34 ¿Quizá sea Díaz-Plaja, ratoncillo?
Quizá no, lo es. Se me cruzan los cables :roll:, que ya empiezan a mondarse
Huracán en Jamaica. Hughes, Richard

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Richard Shelton
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Re: Los siete pecados capitales

Mensaje por Richard Shelton »

Pereza

—Pío Baroja. La Feria de los Discretos
La trama de LA FERIA DE LOS DISCRETOS se desarrolla en las vísperas de la Revolución de Septiembre (el golpe de estado que derrocó en 1868 a Isabel II y abrió el camino a la instauración amadeísta y a la Primera República) y tiene como marco la ciudad de Córdoba añorante de su glorioso pasado pero estancada en la rutina y la pereza. Comerciantes, pícaros, aristócratas, periodistas, actrices, celestinas, bandoleros masones y revolucionarios forman el variado elenco de personajes entre los que se destaca Quintín García Roelas arquetipo de ese hombre de acción cuyas ideas y creencias colorean tan vivamente el mundo de Pío Baroja.

—Jean Giraudoux. La Escuela de los Indiferentes
En la La escuela de los indiferentes, el autor abordó, en cada una de las tres narraciones que la conforman, tres tipos humanos bien diferenciados entre sí: el egoísta violento y alterado, incapaz de mantener una relación de amistad (Santiago); el hombre hastiado y fatigado, vencido por la pereza, al que ya no le atraen las relaciones con el sexo opuesto (el criollo don Manuel); y el adolescente débil, confuso e indeciso (Bernardo), que en pocos segundos puede pasar del narcisismo más exagerado a la inseguridad sentimental.


—Mariano José de Larra. Vuelva Usted Mañana y Otros Artículos/Artículos
En este artículo Larra critica la pereza de los españoles para cualquier cosa y señala el concepto que por aquella época se tenia de los españoles, los extranjeros venían, la mayoría, atemorizados que fuesen a ser asaltados por delincuentes o cuatreros. Larra pone estas ideas por medio de una graciosa y curiosa anécdota que, como en todas las que Larra cuenta, esta dotada de una gran dosis de ironía.


—Benito Pérez Gáldos. El Caballero Encantado
El héroe (por fuerza) de esta fábula verdadera y mentirosa, don Carlos de Tarsis y Suárez de Almondar, Marqués de Mudarra, Conde de Zorita de los Canes, era un señorito muy galán y de hacienda copiosa, criado con mimo y regalo como retoño único de padres opulentos, sometido en su adolescencia verde a la preceptoría de un clérigo maduro, que debía enderezarle la conciencia y henchirle el caletre, de conocimientos elementales. Por voces públicas se sabe que quedó huérfano a los veinte años, desgracia lastimosa y rápida, pues padre y madre fallecieron con diferencia tan sólo de tres meses, dejándole debajo de la autoridad de un tutor ni muy blando ni muy riguroso; sábese que en este tiempo Carlitos se deshizo del clérigo, despachándole con buen modo, y se dedicó a desaprender las insípidas enseñanzas de su primer maestro, y a llenar con ávidas lecturas los vacíos del cerebro. Lo que se decía del señor Marqués de Torralba de Sisones, padrino y tutor de Carlitos, es como sigue: Aunque el buen señor vivía en continuo metimiento con gente de sotana y hocicaba con el Nuncio y el Marqués de Yébenes, estaba, como quien dice, forrado por dentro de tolerancia y benignidad, virtudes que no eran más que formas de pereza. Por esta razón gastó manga muy ancha con su pupilo, y no le puso ningún reparo para que leyese cuanto le pidieran el cuerpo y el alma, ni para mantener constante trato con muchachos de ideas ardorosas y atropellada condición, despiertos, redichos, incrédulos como demonios. Pero en estas menudencias o chiquilladas no paraba mientes el Marqués tutor, caballero de cortas luces. A su ahijado no exigía más que un cumplimiento exacto de las fórmulas y reglas del honor, la cortesía, el decoro en las apariencias. Nada de escándalos, nada de singularizarse en sitios públicos; evitar en todo caso la nota de cursi; proceder siempre con distinción; divertirse honestamente; al teatro a ver obras morales, cuando las hubiere; a misa los domingos por el que no digan, y por las noches, a casita temprano.


—Gustavo Adolfo Bécquer. La Pereza (artículo)


—Ivan A. Gontcharov. Oblómov
Oblómov es un pequeño terrateniente rural que vive alejado de sus posesiones en San Petersburgo, consagrado al ejercicio del ocio y la pereza. Shtolz, su amigo, intenta sacarlo de ese estado, y consigue arrastrarlo fuera de casa y presentarle a Olga, una joven de la que cree que puede enamorarse... Una de las obras capitales del siglo XIX ruso.


—Alicia Misrahi. Adictos a la Pereza
En tiempos pasados el individuo tenía permiso para no hacer nada, ya que el mismo ritmo natural de la vida marcaba períodos de inactividad. Tras la revolución industrial, ha surgido la presión por la productividad, por la eficiencia, por utilizar cada segundo de nuestra existencia de un modo racional, incluso nuestro tiempo de ocio. En general la pereza conviene al individuo y es contraproducente para el colectivo; de ahí el empeño en inculcarnos desde pequeños la idea de que la pereza es nociva. Este libro reivindica el placer de no hacer nada, invita a la reprogramación de nuestro pensamiento que autogenera un penoso sentimiento de culpa cuando «perdemos el tiempo». El placer del hedonismo y la molicie puede adoptar diversas formas. Disfrutar del lujo y la belleza (no como expresión de consumismo sino como recreación en lo superfluo, lo «no útil»), entretenerse en cosas improductivas (mirar las nubes, el mar), contrarrestrar el estilo de vida competitivo y negarse a la eficiencia permanente (cómo zafarse de trabajar demasiado), deleitarse en la transgresión (disfrutar bebiendo alcohol, fumando, pasarse el día en la cama), buscar momentos de placer en la charla improductiva, en la siesta o negarse a hacer lo que no apetece.
Un libro escrito con humor y con glamour sobre los placeres de la vida improductiva y la adicción, absolutamente conveniente y necesaria, a la pereza.


—José Antonio Montano. Oficio Pasajero (Diarios 1989 - 1999)
Primer volumen de los diarios del columnista José Antonio Montano. Comprende diez años de escritura donde toma conciencia de su falta de vocación por todo oficio.«Oficio pasajero» es el diario de José Antonio Montano escrito entre 1989 y 1999. Once años (los últimos del siglo XX) que muestran a un contemplador incansable de la vida que describe, con escepticismo e ironía, sus múltiples estados de ánimo, conversaciones y encuentros. Estas páginas recogen las anotaciones de un joven (entre sus veintidós y sus treinta y tres años) que toma conciencia de una realidad donde se siente perdido, de su fluir oscilante entre la pereza y el entusiasmo, a medida que va sumergiéndose en un vórtice de reflexiones, fantasías y exabruptos. Fragmentos, todos ellos, que remiten a una escurridiza personalidad.


—Roman Gelperin. Adicción, procrastinación y pereza: una guía proactiva a la psicología de la motivación
Este libro es un manual de autoayuda y presenta un análisis riguroso de la psicología de la motivación. Le enseñará a dejar de procrastinar, dejar de lado sus adicciones, evitar la pereza, tomar el control de sus acciones y alcanzar sus objetivos, entendiendo a fondo cómo funciona su mente.


—Francesco Alberoni. Ten Coraje
Con este libro, Alberoni nos exhorta a ejercitar la virtud fundamental de los innovadores, de los constructores, de aquéllos que crean obras de arte, empresas, partidos, que buscan y descubren la verdad. Porque siempre encontramos obstáculos, peligros y enemigos, y no debemos detenernos ante ellos. A veces debemos afrontarlos con un ataque, a veces saber resistir con tenacidad, sin ceder al desconsuelo. Cada uno de nosotros tiene una misión en la vida, una tarea que debe descubrir, cultivar y llevar a término. Pero son miles los estímulos que nos confunden y nos alejan de ella. Para mantenernos fieles a nuestra vocación debemos escuchar las voces más profundas y tomar decisiones difíciles, resistiendo al miedo, a la pereza y al conformismo. El coraje es una virtud moral y social, y no debe ser confundido con la temeridad y la irreflexión. Se requiere coraje para buscar la verdad resistiendo a los lugares comunes y a los prejuicios. Se requiere coraje para ver lúcidamente los peligros que nos rodean. Se requiere coraje para identificar las posibilidades. Se requiere coraje para entender cómo son realmente las personas sin dejarse engañar por las apariencias. Se requiere coraje para hacer la guerra. Se requiere coraje para hacer la paz. Se requiere coraje para ser justos. Se requiere coraje para ser buenos. Se requiere coraje para amar profundamente. Se requiere coraje para concebir un gran proyecto y llevarlo a término. Se requiere coraje para superarnos a nosotros mismos, para ir en busca de lo que nos eleva. Por eso Ten coraje es una exhortación a plasmar nuestro destino, a convertirnos en aquello que estamos llamados a ser.


—Corinne Maier. Buenos Días, Pereza. Estrategia para sobrevivir en el Trabajo
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Ivanovich
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Re: Los siete pecados capitales

Mensaje por Ivanovich »

Volví a leer La Regenta, novela que elegí para unas charlas muy entretenidas sobre soberbia y literatura, a propósito del personaje tan extraordinario del Magistral, don Fermín de Pas. En realidad, la novela es un tratado de pasiones y debilidades humanas, un compendio de los diversos pecados capitales; uno se los encuentra todos, generosamente esparcidos a lo largo de sus más de 1000 páginas.

La siguiente sesión la dedicaremos a la envidia. He elegido la novela breve de Unamuno, Abel Sánchez, que veo que está en la lista que puso el compañero Black Arrow en su trabajo de investigación.

Aquí el vínculo al hilo en este foro.

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madison
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Re: Los siete pecados capitales

Mensaje por madison »

Ivanovich escribió: 25 Ene 2024 07:56 Volví a leer La Regenta, novela que elegí para unas charlas muy entretenidas sobre soberbia y literatura, a propósito del personaje tan extraordinario del Magistral, don Fermín de Pas. En realidad, la novela es un tratado de pasiones y debilidades humanas, un compendio de los diversos pecados capitales; uno se los encuentra todos, generosamente esparcidos a lo largo de sus más de 1000 páginas.

La siguiente sesión la dedicaremos a la envidia. He elegido la novela breve de Unamuno, Abel Sánchez, que veo que está en la lista que puso el compañero Black Arrow en su trabajo de investigación.

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No acabo de entender el hilo, Ivan.
Este mes es sobre la envidia, y¿ cada uno de nosotros puede leer el libro con el que se identifique la envidia o el que tú propones?
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Jarg
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Re: Los siete pecados capitales

Mensaje por Jarg »

Con la envidia yo también enlazaría La ciudad y los perros, de Vargas Llosa.
Yo amo a la humanidad. Es la gente lo que no soporto.
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Ivanovich
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Re: Los siete pecados capitales

Mensaje por Ivanovich »

Hola @madison. Abrí el hilo aprovechado que, en un foro de lectura en el que participo, íbamos a tratar los pecados capitales, a uno por mes. Creo que lo comento en el primer mensaje. Pensé que podía ser interesante abrir hilo para ir recopilando obras y su relación con "pecados", simplemente. Sin propuesta alguna de leer libros sobre el asunto en este foro.
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Jarg
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Re: Los siete pecados capitales

Mensaje por Jarg »

Lujuria: Doña Flor y sus dos maridos.
Yo amo a la humanidad. Es la gente lo que no soporto.
Linus Van Pelt
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