Mi vida con la ola - Octavio Paz

[Giada]

Llegamos ya al penúltimo cuento del autor mexicano.
Éste, con un toque fantástico. A ver qué os parece.

[jilguero]

[magali]

[laaguja]

Octavio Paz, antes poeta que cuentista, nos ha dejado este mes dos textos que sólo pueden ser vistos como cuentos por la benevolencia con que se le lee. El primero, Maravillas de la voluntad, nos brinda como de pasada el acontecimiento que dota a cada cuento de su naturaleza: "Ya lo he matado", dice el personaje protagonista. Y el segundo, Prisa, con alfileres podría ser colgado en la cuentística porque no existe acontecimiento y sólo nos deja como personaje un narrador en primera persona. Es más una reflexión que haría perfectamente las veces de artículo de opinión.

En este Mi vida con la ola el bueno de Octavio

(que fue un demonio para Elena Garro… la buena de Elena Garro,

grandísima cuentista mexicana —hay quienes aseguran que ella es el origen del realismo mágico—

que residió durante una larga temporada a pocos kilómetros de donde me toca vivir ahora —según cuentan los lugareños no dejó buen recuerdo—,

y que fue un dolor de cabeza constante para Octavio Paz),

decía que el bueno de Octavio nos regala una historia surrealista con mucho toque de poesía.

Un hombre que se pasó la vida huyendo de sí mismo para tratar de encontrarse en alguna de sus múltiples facetas: diplomático, hombre de negocios, escritor, pseudoactivista, poeta, Nobel… Un hombre bien relacionado que supo sacar partido siempre del lugar que el destino le deparó.

En este cuento veo reflejado ese inconformismo existencial del autor, con un protagonista que trata de conseguir, no el más difícil todavía, sino directamente el imposible. Contado con gran lirismo, Mi vida con la ola es un frívolo cuento de recreo que nada dice al lector… salvo que se esté en posesión de la clave que maneja el autor. ¿A quién le dedicó este cuento? Pues nos podemos hacer una idea dadas las dificultades que la convivencia le granjeó con la ola y con la Ele…

Pero es obvio que yo no estoy en posesión de la clave que manejaba el autor al escribir este bello cuento (el cuento figura en el cuentario Arenas movedizas, publicado en 1949 y anexado como segunda parte del volumen de prosas ¿Águila o sol?, y su matrimonio con Elena Garro data de 1937, divorciándose —ambos— en 1950 según Wikipedia).

Si bien leer este cuento es una maravilla, oírlo en la voz de un lector avezado en estas lides es una delicia. Bendito Internet, tan mal usado tantas veces, para mí en esta ocasión justifica su existencia:

Mi vida con la ola

(hay que esperar unos segunditos tras pinchar en "reproducir" si no se está registrado, pero creo que la experiencia merece la pena).

[jilguero]

Muy bien escrito, muy poético (hay imágenes preciosas), con lo cual nada que objetar a la prosa poética de este hombre. Pero la historia de esta semana, muy original, eso sí, no me ha convencido del todo. Me ha resultado demasiado fantasiosa si se toma en sentido literal, que es como yo la he leído. Al principio me gustó la idea pero, conforme fui avanzando, mi cabeza racional se fue atrincherando: demasiado rizar el rizo con la ola. En sentido metafórico, ni lo intento.

De momento, me quedo con los más breves y contundentes de las dos semanas anteriores.

[Arden]

Estoy absolutamente con jilguero. Una prosa maravillosamente poética, con una fantasía que desborda en ocasiones mi mente racional con lo que dejo de lado mi cerebro e intento disfrutar de las imágenes y de cómo está escrito.

Y una vez leído el comentario de laaguja, me pica la curiosidad de que la ola sea Elena Garro y entonces hay claves en la historia que desconozco pero puedo intuir y ahí el cuento se me revela como metáfora de su relación amorosa, aunque sigue sin llegarme de la misma forma que los dos anteriores.

[clachalote]

Sin leer sus comentarios se me hizo que la ola fue una relación sufrida con una mujer. Todo muy bonito al principio y luego la miseria.

A mí me gustó, mucha prosa es verdad, pero no le perdí el ritmo. Y el detalle final, picando hielo, me pareció muy apropiado, con todos los toques de ironía cerrando la historia.

Me quedó dando vueltas lo de la cárcel. Pensé que iría por ese lado, de la tergiversación de los acontecimientos, pero no. Sin embargo, ¿tuvo de verdad que defender a una ola/mujer pasando tiempo encerrado?, ¿será sólo una metáfora?

Conozco cero de la vida del autor, pero fue un detalle curioso del cuento.

Me hizo recordar una canción de Silvio: cierta historia de amor.

Cuando se lleva a la ola igual, me hizo recordar "un brazo" de Kawabata. Parecido.