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magali escribió: ↑15 May 2022 15:56
...lo pongo a mi alcance y te sigo.
Anímate a leerla, magali... no te arrepentirás...
Tengo la sensación de que ahora lo conseguiré por vez primera en mi madurez...
Sí. Lo digo así porque esta mini novela, o novela corta, o cuento, o... ya la había saboreado, no una, varias veces, en mi temprana juventud. La primera vez fue en la Facultad, cuando me enteré que Joan Maragall, el insigne poeta catalán, la tenía de forma perpetua en su mesilla de noche y la leía de corrido, ininterrumpidamente... esto es, cuando la acababa, la empezaba de nuevo y así hasta el infinito. Eso nos contó otro insigne catalán, el profesor Antoni Comas, fallecido de un fulminante infarto en marzo de 1981, el curso siguiente a haberme puesto a mí un "Excel·lent" en 1º de Literatura Catalana... En fin, que me enrollo mucho, ¿no?
Bien... el caso es que desde tan lejanos tiempos yo no había vuelto a las "suspiraciones" de Werther, y si lo había hecho, había sido para recomendar a mis alumnos, tocados de algún nivel de eso que llamamos "Romanticismo", su lectura. Hasta que el año pasado, me decidí, no solo a recomendarlo, sino a comenzar a leerlo en clase... pero, ¡tonta de mí! No me di cuenta (o sí) que el curso lanzaba sus últimos estertores y que no podríamos completar su lectura... como así fue...
Este año, ya no lo recomiendo... En su lugar, he preferido leer conjuntamente
La prima Phillis, que, no tan romántica (bueno, nada romántica), permite comentarios más terrenos y menos espirituales. Ello no obsta para que yo la haya recuperado... Y, entre bromas y veras, ya he acabado la
Primera Parte.
Se trata de un joven, Werther por más señas, que un buen día decide dejar su vida rutinaria y monótona y marchar a vivir al campo. No hay muchas indicaciones de por qué lo hace. Solo colegimos que su madre se va a llevar un disgusto cuendo se entere, pero a él poco le importa, aunque haga continuas protestas de congraciarse con ella en un futuro no demasiado lejano. Todo ello lo sabemos porque, allá en el lugar desde el que ha partido, ha dejado un amigo, un tal Guillermo (castellanizo el nombre por comodidad), al que va contando su nueva vida en el campo.
Mucho, mucho interés no parecen tener esas cartas, si no fuere porque en ellas Werther nos va desvelando su, primero curiosidad, luego simpatía y, finalmente amor y pasión por una jovencita (con novio, por cierto) de nombre Carlota. La tal chica llega a ser la quintaesencia de lo espiritual, de lo lacrimoso, de lo etéreo... vamos, que nuestro Werther ya no vive si no es por Carlota (Lotte, para los íntimos). La pasión lo abruma hasta tal grado que Werther decide dejar el campo y aceptar un "trabajillo" que ofrece el "ministro" (menudo debe ser el "curro"), que, según él, le hará olvidarse de Carlota y "sentar la cabeza", porque así, no podemos seguir...
Y así estamos, tras cuatro meses de zozobra en lo rural... Werther inicia una nueva vida con la intención clara de no volver a ver a su amada ni al novio de la misma, al que le une una bonita amistad...
Seguimos con la
Segunda Parte.
klatubaradaniktó
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