Xingú escribió: Finales del siglo xviii y las minas antioqueñas producen oro en grandes cantidades. La joven Bárbara Caballero y Alzate se hace con una concesión que, con su empuje y fuerza de voluntad, la conduce al éxito y la lleva a ser una figura preeminente en un mundo en que conviven criollos, indios y esclavos negros.
Ver en Amazon y Kobo.La marquesa de Yolombó apareció inicialmente por entregas en las páginas de Colombia, un periódico antioqueño que había nacido diez años atrás como una revista semanal dedicada a propagar la «doctrina republicana»1 y que, por sus posiciones anticlericales, no gozaba del favor de los altos jerarcas de la Iglesia. Corría el año de 1926 y el país atravesaba un periodo de relativa bonanza económica que se conocería como La Danza de los Millones, época de ambiciosas obras públicas, ampliaciones de las vías ferroviarias y mejoras en los puertos, crecimiento urbano e industrial, todo ello propiciado en gran medida por los veinticinco millones de dólares que Estados Unidos le pagó a Colombia como compensación por la separación de Panamá. Tocaban a su fin las mohosas décadas de la Hegemonía Conservadora en cabeza del pragmático Miguel Abadía Méndez, que asumió la presidencia ese mismo año. Colombia apenas se desperezaba del siglo XIX y, si se me permite la figura, diría que se encontraba en plena duermevela, ese estado en el que uno no sabe si sueña o está despierto. Tan es así que ese mismo año el ultramontano Laureano Gómez, entonces ministro de Obras Públicas, era acusado de pornográfico por la Liga de la Decencia, tras la inauguración de la fuente de La Rebeca, en el Parque Centenario de Bogotá.
Se puede encontrar gratuito en internet en https://bibliotecanacional.gov.co/es-co ... gital/bbcc.
Lo terminé de leer a finales de diciembre y me acordé un montón de veces de Gretogarbo, magali y jilguero; de jilguero porque es minucioso en las descripciones y pausado en el narrar, y de greto y magali por qué tiene un montón de palabras que se prestan un montón para el juego del diccionario, entre ellas muchos colombianismos.
El autor dice que se basó en una historia familiar suya para este libro, por lo que la Bárbara protagonista habría existido realmente y habría hecho fortuna como minera, a pesar de que en principio lo tomasen por una cabezonería infantil. También luchó por aprender a leer y a escribir y a montar una escuela para toda la gente del pueblo.
Pero también es la historia de los criollos y españoles en un pueblo de la zona minera de Antioquia, con sus niños mimados y sus ocurrencias, los familiares rencorosos venidos a menos, sus fiestas cruce de religión y paganismo, y la vida de esclavos e indios.